Francia será la primera finalista del Europeo de Dinamarca 2014, después de vencer a España en la primera semifinal. En un encuentro extraño, sin buen juego y al fin y a la postre igualado, han sabido jugar mejor los minutos finales. Los Hispanos no podrán repetir éxito, después de proclamarse campeones mundiales hace un año. Ante la desaparición de Karabatic, los zurdos Luc Abalo y Valentin Porte han decidido el partido con sus goles, ocho el primero y siete el segundo. Joan Cañellas y Julen Aginagalde han sido las únicas referencias ofensivas de los españoles, insuficientes para cumplir el sueño de estar en la final.

España salió dormida

Los primeros minutos fueron de claro color bleu. Pese a que España encontraba buenos lanzamientos desde los seis metros, las paradas de Omeyer (cuatro en los primeros cinco lanzamientos) y los tiros que se marchaban directamente fuera impedían sumar a España en el marcador. En defensa, la excesiva permisividad le ponía las cosas muy fáciles a Francia, que de la mano de Narcisse se destacaba en el marcador.

Pasados seis minutos, Nikola Karabatic sufrió su primera exclusión. Durante esos dos minutos España dio muestras de lo que iba a pasar en todo el partido: los de Manolo Cadenas no sabían cómo jugar las superioridades. A lo largo del encuentro, España ha gozado de muchos minutos de un jugador más, debido a la dureza de los hermanos Karabatic, pero ha sido incapaz de aprovechar esta situación. Esta primera exclusión gala terminó con empate a 1, y esto dio ánimos a Francia que se distanció aún más en el marcador.

Entre las contras de Abalo, posibles por las excesivas pérdidas de balón españolas, y los lanzamientos de siete metros que forzaban los franceses, el marcador fue estirándose poco a poco y llegó a ser de 11-6 para Francia cuando se habían disputado 20 minutos.

Reacción española

Pero los diez minutos finales fueron quizás los mejores de la selección española a lo largo de todo el torneo. Sierra se entonó, llegaron las pérdidas francesas (o los robos de balón españoles) y los goles fáciles. La defensa había dado un paso al frente y eso lo notó el equipo. En el ataque estático, Cañellas llevaba en volandas a los Hispanos.

Cañellas lideró la remontada Un lanzamiento exterior del de Santa María de Palautordera empató el partido a 12 cuando restaban cinco minutos para concluir la primera mitad, pero el parcial no se había cerrado. Otros dos goles del catalán, desde la línea de siete metros, permitieron a España llegar al descanso venciendo por dos goles (12-14).

Segunda parte para olvidar

Pero en el segundo tiempo volvieron las malas sensaciones. España llegó a ponerse tres goles arriba, pero rápidamente llegó la reacción gala. Incluso en inferioridad, los franceses fueron capaces de robar balones en defensa. Un robo de Narcisse que terminó con gol y exclusión a Cañellas cambió el signo del encuentro. Volvieron a España las dudas, la falta de intensidad defensiva y las pérdidas en ataque.

Apareció Luc Abalo para confundir a la defensa española con una jugada muy sencilla. Circulación desde su extremo por fuera de nueve metros y ataque entre los dos defensores centrales españoles. Una y otra vez castigó con esa jugada. Cuando no era él, era el otro zurdo, Valentin Porte, el que finalizaba las jugadas. Erroneamente, la zaga española dejó mucho espacio a Porte, quizás pensando que al ser extremo su lanzamiento exterior no haría daño. Pero en la práctica, cada lanzamiento del zurdo terminó entrando en la portería española, bien de lanzamiento lejano, bien en penetración, terminada dos veces en una preciosa rosca.

España se mantenía en el partido por la garra de Joan Cañellas y los lanzamientos sorpresivos de Raúl Entrerríos, que una y otra vez entraban llorando en la meta francesa.

No hubo final feliz

El partido entró en su fase decisiva con empate a 25. Quedaban 8 minutos. Y entonces llegó la falta de ideas al ataque español. De nuevo precipitaciones de Raúl Entrerríos buscando al pivote y de Maqueda intentando lanzamientos muy difíciles. En cambio, Francia lo tenía muy claro: darle el balón a Abalo para que aprovechara su potencia física. Dos goles del extremo derecho destacaron a Francia en el marcador y pusieron las cosas muy difíciles para España. Sobre todo porque en ataque no conseguía hacer gol, ya fuera por las paradas de Dumoulin o las pérdidas propias.

Francia lo tenía claro, balones para Abalo y que el extremo exhibiera su potencia A minuto y medio del final, España tuvo la última opción. Cañellas anotó un gol que puso a España a dos goles, y rápidamente Guardiola robó un balón que daba esperanza. Subieron el propio Gedeón y Víctor Tomás el contraataque, pero el extremo del Barça volvió a precipitarse y pasó el balón directamente a Valentin Porte. Viran Morros, que había subido en segunda oleada, cometió una dura falta sobre el francés y recibió la exclusión. El sueño se había acabado.

España se la jugó a dejar tirar a algún jugador francés para que no corriera el reloj, pero el lanzamiento de Abalo no lo pudo detener Sierra y el partido moría con 30-27 para los de Onesta. No había revancha de los Juegos Olímpicos. Será Francia la que luche por el oro europeo en la final del domingo. España tendrá que conformarse con luchar por el bronce contra el perdedor de la segunda semifinal, que finalmente fue Croacia.

Dinamarca y Francia protagonizarán la final del Europeo. Se encontrarán por tanto las dos selecciones que se han repartido los últimos cuatro títulos.