Todo el mundo del balonmano quería ver esta temporada el enfrentamiento entre el Barcelona y el PSG, ese nuevo rico del deporte europeo que, bajo la chequera del jeque catarí Al-Khelaifi, ha juntado un grupo impresionante de jugadores bajo el mismo escudo. Hansen, Vori, Narcisse, Kopljar, Abalo, Gojun… Son sólo algunos ejemplos.

En el partido de ida el Barcelona ya consiguió vencer en la cancha parisina por 29-33, pero en este partido de vuelta la diferencia se ha multiplicado, sobre todo en cuanto a sensaciones. El Barça ha cuajado uno de los mejores partidos de los últimos años y, merced a 30 minutos de esplendoroso juego, ha batido a su rival por un claro 38-28.

Pero el partido ha dejado también una noticia preocupante, la lesión de Arpad Sterbik, que se ha dañado el menisco externo de la rodilla derecha y tendrá que ser operado el lunes.

El inicio fue una ilusión

Los dos primeros minutos fueron un espejismo, nada tuvieron que ver con lo que pasaría después. Empezó muy enchufado el PSG, que inauguró el marcador con un gran "caderazo" de Daniel Narcisse. Dos goles del gigante zurdo Kopljar y dos paradas de Sierra a Rutenka, una de penalti, permitieron a los franceses liderar el electrónico por 1-3.

Pero hasta ahí. A partir de entonces el Barcelona comenzó su exhibición, sobre todo en defensa. Una exclusión de Igor Vori permitió a los catalanes comenzar la remontada. Rutenka, esta vez sí, anotó de penalti, y Víctor Tomás anotó dos goles consecutivos, el último de contraataque justo antes de que los galos recuperaran la igualdad numérica. El Barça ya estaba por delante.

Víctor Tomás fue una centella a la contra Pero los catalanes estaban en ebullición y no iban a parar. De nuevo Víctor Tomás anotó a la contra y a los pocos segundos Vori cometió falta en ataque, lo que permitió al equipo de Xavi Pascual subir rápido el balón y encontrar en segunda oleada a Sorhaindo, que desde los seis metros ponía un claro 6-3 en el luminoso del Palau. El preparador francés, Philippe Gardent, se vio obligado a pedir tiempo muerto cuando sólo habían transcurrido siete minutos.

Las consignas del galo no dieron frutos. Tras reanudarse el juego consiguieron forzar siete metros, pero eso no es sinónimo de gol cuando en la puerta está Arpad Sterbik. El hispanoserbio desvió con su pie el lanzamiento en bote de Melic, aumentando el periodo de sequía goleadora de los visitantes.

Raúl Entrerríos no perdonó en el otro lado, encontrando la espalda de los defensores franceses a la perfección. La dinámica continuó pocos segundos después; robo del Barcelona tras un mal pase de Mikkel Hansen y Víctor Tomás, rapidísimo, hacía gol a la contra.

Desaparecido Mikkel Hansen

Lo peor de todo para los franceses es que su gran estrella, Mikkel Hansen, parecía ausente del partido. Hubo que esperar diez minutos para que el danés lanzase a portería por primera vez. Pero hasta en dos ocasiones se encontró con la pierna izquierda de Sterbik. Por el contrario, las estrellas del Barça sí respondían. Rutenka circuló a la perfección para encontrar el pase de Gurbindo y anotar el 9-3 que cerraba un parcial de 8-0 para los catalanes.

La nula aportación de Hansen obligó a Gardent a sentar a su estrella. En su lugar salió Antonio García, aplaudido por la grada.

Justo cuando se cumplía el minuto 11 de partido el croata Igor Vori rompió la sequía de los parisinos, con un gol desde el pivote. También consiguió anotar el extremo Samuel Honrubia en circulación. Los franceses se ponían a cuatro goles, ya llovía menos.

Pero fue de nuevo otro oasis de buen juego en la horrorosa primera parte del PSG. En el minuto 16 Diaw fue excluido por golpear a Rutenka en el rostro. Esta vez el Barcelona no aprovechó del todo la superioridad, gracias a los buenos minutos de Sierra en la portería parisina. Pero Sterbik estaba igual o mejor, por lo que tampoco recibían goles. Justo antes de que el PSG recuperara al jugador excluido Víctor Tomás volvió a transformar en gol un rápido contraataque, para vencer la superioridad por 1-0.

En el munuto 20 el danés Noddesbo fue castigado con exclusión por agarrar a Antonio García. Más que rigurosa. Pero ni con un jugador más consiguió el PSG encontrar buenas posiciones de lanzamiento. De nuevo perdieron el balón y dieron la posesión al Barcelona. Los catalanes no suelen perdonar regalos así y Raúl Entrerríos fue quien, con fortuna, se encargó de anotar en la siguiente acción.

En el minuto 23 llegó la primera acción positiva de Mikkel Hansen. Forzó un siete metros por defensa interior de Víctor Tomás. De nuevo Melic, valiente, se dirigió a la línea para lanzar. De nuevo Sterbik, brillante, paró la pena máxima con su brazo izquierdo. El portero se estaba convirtiendo en una pesadilla para el extremo montenegrino.

La diferencia crece

El mal partido de Hansen contrastaba con el que para muchos es el único que se le puede equiparar en estos momentos, el francés Nikola Karabatic. Dos golazos consecutivos de ‘Leónidas’ pusieron la diferencia en los dos dígitos a cinco minutos para el descanso (16-6). Además, Noddesbo anotó a la contra para elevar la renta a 11 goles.

Antonio García tiró de orgullo al final del primer tiempo Una exclusión de Saubich nada más salir a pista, por agarrar a Hansen, dio vida a los franceses en los últimos minutos de la primera mitad. Hansen anotó su primer gol y Antonio García colaboró con dos más para que el tanteador fuera escaso pero no ridículo para los galos.

Pero en defensa los franceses seguían con muchos problemas. Con una asistencia preciosa, Karabatic encontró en el extremo a Aitor Ariño, que no perdonó y puso el 19-9 en el electrónico.

Quedaba poco tiempo y el PSG tendría la última posesión antes del descanso. El balón llegó a manos de Melic, que se elevó desde el extremo. Pero en el marco estaba Sterbik, que terminó por confirmarse como un muro para él. Con brazos arriba, desvió el intento del montenegrino para matar la primera parte.

Las estadísticas no mienten

Las sensaciones del primer periodo eran de absoluto dominio azulgrana. Parece imposible que un equipo pueda jugar mejor ante un conjunto con tanta calidad como tiene el PSG francés.

Lo cierto es que las estadísticas acompañaban a dichas sensaciones. Diez goles de diferencia en el marcador, seis goles de contraataque en primera oleada para el Barcelona por ninguno del Paris Saint-Germain y una sola pérdida de balón azulgrana por 11 de los galos.

Sobre todos los demás destacaban dos nombres, los de Víctor Tomás y Arpad Sterbik. El capitán había firmado cinco dianas en el primer tiempo. El portero, por su parte, había realizado un espectacular 57% de paradas en los primeros 30 minutos.

Falta la emoción

Con el partido decidido, la segunda mitad fue un puro trámite. Casi da vértigo escribir estas palabras cuando se relata un partido entre Barcelona y PSG, pero fue así.

Los franceses, ante una defensa azulgrana menos agresiva, demostraron la enorme calidad que integra su plantilla. Los extremos M’tima, con cinco goles, y Luc Abalo, con tres, fueron los más acertados. Junto a ellos, Antonio García. El de La Llagosta añadió tres tantos más a los dos cosechados en el primer tiempo, para terminar con cinco goles. Quienes no sumaron en el segundo periodo fueron Hansen y Kopljar. El astro danés terminó con un decepcionante gol en su cuenta, mientras que el croata no anotó nada después de los dos goles de los primeros minutos.

El Barcelona no tuvo problemas en ataque tampoco en esta segunda mitad. Víctor Tomás siguió a lo suyo y consiguió cinco goles más para terminar con una decena en el saco. Al final, otros 19 goles en la segunda parte que completaban un marcador de 38-28.

Preocupante lesión de Sterbik

La mala, horrorosa noticia para el equipo de Xavi Pascual llegó al inicio de la segunda mitad. Tras intentar detener un lanzamiento lanzándose abajo, Sterbik sintió dolor en su rodilla derecha al intentar levantarse. No es la rodilla que le impidió disputar el pasado Europeo con la selección española, pero los gestos eran preocupantes. Miró al banquillo, hizo una seña pidiendo parar el tiempo y se retiró a la “pata coja”, dejando su puesto a Saric.

Posteriormente el club ha aclarado que el cancerbero sufre una lesión en el menisco externo de su rodilla. El próximo lunes será operado para intentar solucionar el problema. Hasta después de la operación no se establecerá el periodo de baja del portero, pero como el propio Xavi Pascual declaraba, “tiene muy mala pinta”.

Una malísima noticia que empaña uno de los mejores partidos del FC Barcelona en los últimos tiempos.