La crisis económica ha traspasado la frontera alemana. El HSV Hamburg, actual campeón de Europa, se encuentra "en una dramática situación financiera", en palabras de su presidente, Andreas Rudolph. El dirigente ha anunciado una deuda "de un millón de euros" que coloca al club en una situación "casi insostenible". La cifra es similar a la que obligó al BM Atlético de Madrid a desaparecer.

El club hamburgués ha comunicado también el cese de su director general Christoph Wendt, que según su presidente es el responsable que les "ha llevado a ese punto" con su gestión. "Vamos a buscar un nuevo director que no será del campo del balonmano", añadió Rudolph. El entrenador, Martin Schwalb, ha apoyado las medidas de su presidente, ya que considera necesario "adoptar medidas dolorosas, pero que aseguren el futuro del club". Lo más preocupante es que en el club aceptan la posibilidad de que no puedan participar en la próxima edición de la Bundesliga, pues no tienen la seguridad de poder renovar la licencia necesaria para disputar la competición doméstica teutona.

El HSV Hamburg se convierte así en el primer club alemán que admite problemas de este tipo, similares a los que desde hace años están azotando al balonmano español. Aparte de la desaparición de clubes históricos como el mencionado BM Atlético de Madrid o el San Antonio de Pamplona, otros como el Ademar León o el Granollers han estado cerca de hacerlo. Los graves problemas económicos provocaron el éxodo de los grandes jugadores de la ASOBAL, sobre todo a la Bundesliga alemana. Parece que ahora las dificultades se trasladan al país germano. Está por ver si es una situación aislada o empiezan a aparecer casos similares.

En las filas del conjunto hamburgués, junto a algunos de los mejores jugadores del mundo, milita uno de los españoles más destacados del momento, Joan Cañellas. El catalán llegó al Hamburgo para sustituir en el futuro a la gran estrella del equipo, el central croata Domagoj Duvnjak, que anunció antes de empezar la presente temporada su marcha al THW Kiel para la campaña próxima. El nombrado como Mejor Jugador de 2013 podría ser la primera de un alto número de piezas que abandonen la entidad del norte de Alemania.