El Balonmano Ciudad Encantada no ha vivido su mejor semana y tras el anuncio de la marcha de Zupo Equisoain del equipo para poner rumbo a Qatar, sumó ante el Valladolid y en casa una nueva derrota que le deja prácticamente sin posibilidades de intentar mejorar puestos en la clasificación.

El que se vio beneficiado fue el Valladolid, que gracias a los dos puntos obtenidos a domicilio, salió de los puestos de descenso y respira al menos hasta la siguiente jornada. Los pucelanos pusieron más empeño, probablemente por la necesidad y se llevaron el partido gracias, entre otras cosas, a la actuación del veterano Fernando Hernández.

Cambio de dominador

El partido no comenzó muy de cara para los conquenses, que quería regalar al técnico navarro su última victoria antes de que este abandonase la capital del Júcar. Pero el arreón inicial de los de Nacho González les dejó fuera de sitio y en diez minutos se vieron espoleados con tres goles de diferencia y con sólo dos tantos anotados.

Los locales reaccionaron y lograron darle la vuelta al marcador

Zupo vio que el equipo no acababa de funcionar y pidió tiempo muerto para animar a los suyos y cambiar el rumbo del partido. Y le vino de perlas. Tras la charla del técnico, los locales reaccionaron y lograron darle la vuelta al marcador. Todo ello gracias a la actuación de Jorge Oliva en portería, el mejor de los conquenses. Además Lipovina empezó a funcionar y el joven Nacho Moya se lució en alguno de sus lanzamientos. Suficiente para evitar que los visitantes se fueran en el marcador y tomar ventaja. Con la mínima de un gol, se fueron al descanso con el marcador en 13-12.

Mayor intensidad pucelana

En la segunda parte el Valladolid salió con más ganas y empezaron los errores de los locales. Lipovina y Renaud no estuvieron tan iluminados como de costumbre y el equipo lo notó. Tuvo que tirar de Oliva y algún lanzamiento de Frade para mantenerse en el partido a duras penas.

Gracias a la veteranía de Paco López y la garra de Corzo el Valladolid tomó ventaja

Por su parte los pucelanos tiraron de los galones de otro veterano, Paco López y de la garra de un viejo conocido de la afición conquense, el cubano Corzo para tomar ventaja y afianzarse en el marcador.

A falta de pocos minutos para el final Fernando Hernández vio la roja por lanzar un penalti a la cara del portero. Los dos minutos de superioridad parecía que podían alentar a los locales que sólo perdían de dos. Pero no sirvió de nada. No aprovecharon la ventaja y fallaron en sus ataques.

Finalmente ganó el que más lo necesitaba y el que más lo buscó. El Valladolid se coloca tercero por la cola fuera de los puestos de descenso. La próxima jornada tendrá un duelo directo por la permanencia ya que recibe al Villa de Aranda que está a tan sólo dos puntos por encima en la clasificación. Por su parte el Ciudad Encantada que ya no se juega otra cosa que el mérito de seguir ganando, viajará a Gijón en el que será el primero de los tres encuentros dirigidos por Lidio Jiménez hasta el final de temporada.

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