Frigoríficos Morrazo necesitaba sumar puntos para confirmar su permanencia en ASOBAL y recibía en su pista, O Gatañal, donde no conseguía la victoria desde diciembre, a un BM. Guadalajara que en lo que va de año tan solo ha conseguido la victoria, y por la mínima, ante el colista Bidasoa Irún.

Antes del encuentro, el técnico del conjunto gallego, Víctor García, ya había afirmado que solo valía “ganar, ganar y ganar” y con esa mentalidad saltaron a la cancha sus jugadores, convencidos de conseguir la victoria ante 2.000 incondicionales, que se dejaban la garganta desde la grada.

La iniciativa del partido, como era de prever, la llevó el equipo local desde el inicio, liderado por un extraordinario Pablo Iglesias, que dirigía a los suyos con total autoridad.

La resistencia inicial de los alcarreños fue mermando con el paso de los minutos y desde el veinte de la primera mitad, los de Morrazo tomaron la delantera en el luminoso y jugaron sus opciones cómodamente.

Mateo Garralda, técnico de los morados, solicitaba su primer tiempo muerto para afrontar los últimos minutos de la primera parte con mayor intensidad y evitar llegar al descanso con una diferencia insalvable, pero su intención no fue suficiente y un 15-10 reflejaba el electrónico cuando ambos conjuntos se retiraban a los vestuarios.

Un Guadalajara apático

El inicio de la segunda mitad no dejó nada nuevo y la ventaja a favor de los locales se fue ampliando ante el delirio de una gradas que comenzaban a celebrar la permanencia de  su equipo en la máxima categoría, consiguiendo así el objetivo marcado al inicio de esta temporada.

Mateo Garralda solicitaba su segundo tiempo muerto ante la pasividad de sus jugadores en pista, en un último intento por evitar la debacle que se venía encima y pedía a a los suyos mayor intensidad defensiva. Esta vez el parón sí dio resultado y los alcarreños consiguieron un parcial de 0-5 que dejaba el marcador en un ajustadísimo 20-19 a falta de diez minutos. Las gradas de Cangas se silenciaron. García “Pillo” se vio obligado a solicitar tiempo muerto, pues se le estaba yendo un partido aparentemente ganado desde el inicio.

Un enorme Mijuskovic bajo palos y la entrada del central David García fueron el revulsivo para los gallegos, que volvían a distanciarse en el electrónico y certificaban su permanencia dejando aún más tocado si cabe a un BM. Guadalajara que deambula. 

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Sobre el autor
Judit Blanco Manresa
Periodismo y Comunicación Audiovisual. Entrenadora y Jugadora de Balonmano.