Un empate servía para las aspiraciones tanto del AX Puente Genil, como del Frigoríficos del Morrazo Cangas, en un Alcalde Miguel Salas, que no se llenó para vivir la histórica permanencia del equipo local, la primera de un equipo cordobés en su primer año en ASOBAL, a buen seguro, por la coincidencia de horarios con la conquista de la décima liga  del Atlético de Madrid de fútbol.

Pese a disputar el último encuentro frente a su afición, el Puente Genil no dominó en ningún momento y siempre fue por debajo en el marcador, con un Cangas que daba la sensación de ser el único que tenía algo que jugarse en esta penúltima fecha de la liga.

Sin apoyo en una grada más vacía que de costumbre, el Ángel Ximénez dejó hacer y deshacer al cuadro visitante, que, rápidamente, se puso con un 1-3 en el luminoso. Reaccionó el siete pontano, con Nacho Moya, que está siendo el mejor del equipo durante toda la temporada, e igualó la contienda.

Pero reaccionó el ataque cangués, con un espectacular Muratovic, a lo que también ayudaron las paradas del guardameta Mijuskovic y se pusieron con un 6-10 mediada la primera parte, que les ponía muy de cara el encuentro.

Volvió a aparecer Moya para devolver la igualdad al encuentro, pero el Cangas estaba desatado y, ni siquiera en inferioridad, supieron los andaluces frenar a los de Víctor García 'Pillo', que se marcharon de cuatro goles (12-15) a pocos minutos para el final. Se rehizo el siete cordobés y redujo la ventaja a la mínima antes de marcharse al descanso (14-15).

El resto de resultados marcan el desenlace

Se reanudó el encuentro con los resultados de los otros dos encuentros que dirimían el descenso ya terminados. Cuatro Rayas Valladolid y Puerto Sagunto habían vencido en León y Cuenca, respectivamente, por lo que a Ángel Ximénez y a Cangas sólo les valía puntuar para salvarse antes de la última jornada (¡El horario unificado hubiera sido una buena decisión!).

Cuestión que se notó en el transcurrir del encuentro, pese a que los gallegos seguían a lo suyo y borraban al Puente Genil de la cancha, incluso, en inferioridad, poniendo cuatro goles de distancia (18-22).

El encuentro se volvió loco y las tornas se cambiaban de la igualdad a la ventaja de 3-4 tantos para los vigueses, hasta que al final ambos dieron por bueno el empate, que reflejó al final de los sesenta minutos el electrónico (26-26).

Tras el pitido final, los dos conjuntos celebraron su permanencia en la máxima categoría del balonmano nacional.