Juan de Dios Román Seco (Mérida, Extremadura, 17 de diciembre de 1942) lo ha sido todo en el mundo del balonmano: entrenador del Atlético de Madrid y el Ciudad Real, director deportivo del invencible Ciudad Real, seleccionador nacional y presidente de la Federación Española. Seis Ligas, cinco Copas del Rey, una Recopa de Europa, tres medallas europeas y dos olímpicas consiguió en los banquillos, entre otros títulos. Pero él empezó desde la base, enseñando a los más pequeños los secretos de este bello deporte en el madrileño colegio jesuita Nuestra Señora del Recuerdo, con el que llegó a ser campeón de España en categoría Juvenil.

A menos de tres kilómetros de allí, recorriendo de principio a fin la calle Paseo de la Habana, se llega a otro de los colegios que desde tiempos inmemoriales surten de jugadores de balonmano a la ciudad de Madrid. Es el colegio Nuestra Señora de las Maravillas, hasta donde se acercó Juan de Dios Román a impartir un clínic. Lo hace porque allí tiene amigos, como Paco Parrilla, el responsable del balonmano en el colegio lasaliano, que fue jugador suyo en el Atlético de Madrid y posteriormente su segundo entrenador en el equipo colchonero. También anda por allí entrenando diferentes equipos del colegio Juan Hernández, mano derecha en su época como seleccionador español. Fueron tiempos de grandes éxitos, los de las dos primeras medallas olímpicas y los subcampeonatos de Europa.

Juan de Dios, presentado a la audiencia por Paco Parrilla. Foto: Ignacio Álvarez (VAVEL.com).

Juan de Dios impartió un clínic en el colegio Maravillas de Madrid

El clínic versa sobre el pase, el ciclo de pasos y la velocidad de ejecución. Los jugadores de los dos equipos infantiles de Maravillas hacen de sparring, mientras que en las gradas atienden los jugadores benjamines y alevines, aparte de entrenadores de balonmano y baloncesto del club y algunos padres que se han escapado del trabajo para no perderse el evento.

Los chicos, en pleno entrenamiento. Foto: Ignacio Álvarez (VAVEL.com).

El veterano entrenador, después de recalcar lo importante que es el entrenamiento y valorar la importancia del compañerismo, incide en lo crucial de pensar. “El balonmano es un deporte complicado, hay que pensar”, dice. Por ello les insiste a los atentos jugadores que no siempre hay que hacerlo todo rápido, sino que hay que saber cuándo se debe imprimir velocidad y cuándo hay que moverse más lento. Les habla de Vujovic, todo un maestro en el manejo de estos conceptos.

Después de su discurso comienza el entrenamiento, centrado en el pase, los distintos armados de brazo y la variación entre pasos largos y pasos cortos; pasos rápidos y pasos lentos.

A la conclusión los pequeños jugadores bajan de la grada y se acercan en busca de la firma de Juan de Dios. Algunos acuden con papel y boli; otros, más preparados, se han traído las zapatillas de juego y un rotulador para llevarse un recuerdo más original. Román firma paciente, uno a uno, casi parece Rafa Nadal en la pista Philippe Chatrier de París.

Después de una ducha se encamina a comer con sus amigos, Paco, Juan y Fernando de Prada, gerente de Maravillas y compañero de carrera de Paco. A la comida invitan al redactor de VAVEL.

Juan Hernández, Juan de Dios, Paco Parrilla y Fernando de Prada, a la salida de la comida.
Foto: Borja Álvarez (VAVEL.com).

El lugar, el restaurante El Tulipán, célebre sitio para los atléticos. Las paredes están decoradas con cientos de fotos enmarcadas, la mayoría de ellas de jugadores vestidos de rojiblanco. En varias aparecen Juan de Dios, Paco y Juan, todos más jóvenes y con más pelo. “Dile a tu hijo que estoy enfadado con él, porque no ha puesto la foto grande de la selección que me pidió y le mandé”, bromea Juan de Dios con el dueño, Ángel.

Durante la comida se ponen al día, hablan de viejos amigos y bromean sobre anécdotas pasadas. “Recuerdo que fui a protestarte porque me pusiste un 5”, dice Fernando, pues fue su alumno cuando estudiaba INEF. “Es que alguien que venía de Maravillas no podía jugar tan mal al balonmano”, replica con sorna Juan de Dios.

"Los años como presidente de la Federación fueron los más duros de mi vida"

También hay tiempo para hablar sobre su carrera y sobre su última etapa, la de presidente de la Federación. “Los cuatro años más duros de mi vida”, confiesa. El desgaste del Mundial 2013, que terminó con final feliz, fue enorme para el extremeño, que tuvo que pelearse con ayuntamientos, con la IHF. En este sentido, destaca las facilidades de Barcelona: “Nosotros negociamos con el ayuntamiento de Barcelona el pabellón y el canon, entonces estaba el PSC. Hay acuerdo pero no llega a firmarse. ¿Qué pasa? Que en 2011 hay municipales, y gana Convergencia. Para nosotros era una faena, ¡a ver si éstos se iban a echar atrás! A los pocos días de los resultados de las elecciones se ponen en contacto conmigo y me preguntan. ‘¿Habías llegado a tal acuerdo con el PSC?’ Respondo que sí, pensando que tocaba renegociar. Pero me responden: ‘Ningún problema, respetamos el acuerdo’. Muy bien, se portaron muy bien”.

Juan de Dios Román Seco (Mérida, Extremadura, 17 de diciembre de 1942) ha pasado un gran día volviéndose a calzar las zapatillas para instruir a pequeños jugadores y compartiendo mesa con sus amigos.

Fin de fiesta en Maravillas. Foto: Ignacio Álvarez (VAVEL.com).

Pregunta. Entrenador de club, seleccionador nacional, directivo de un club poderoso y presidente de la Federación Española. ¿En qué etapa ha disfrutado más? Cuando piensa en su carrera, ¿cuál es la que le viene a la mente en primer lugar?

Respuesta. Habría que decir en todo caso dos clubes poderosos: Atlético de Madrid y BM Ciudad Real. Yo realmente en el balonmano he sido profesor y entrenador, por lo que he disfrutado más en esas tareas. Dicho esto los cuatro años de Presidente y con el campeonato del Mundo 2013 como organizador igualmente los considero apasionantes. Disfruté en todo momento con mi deporte. Lo primero que se me aparece alrededor de estos años es el campeonato de Europa de España 1996 y los JJOO de Atlanta del mismo año.

P. Empezando cronológicamente. Usted fue uno de los mayores referentes de la primera etapa del Atlético de Madrid. ¿Cómo era el balonmano en aquella época? ¿Qué repercusión mediática tenía en una ciudad como Madrid?

Foto: Ignacio Álvarez (VAVEL.com).

R. Quizás sería más correcto decir de la segunda etapa. No debe olvidarse los éxitos del BM Atlético de Madrid en la primera mitad de la década de los sesenta del siglo pasado. Las estructuras eran amateurs y los jugadores recibían ciertas compensaciones para vivienda y estudios con alguna excepción. El primer paso hacia la profesionalización propiamente dicha lo dio el Calpisa de Alicante -anterior Obras del Puerto- a mediados de los años setenta. Como una paradoja existía mucha atención de los medios de información, especialmente la prensa. La TV comenzaba a ofrecer partidos aislados. Marca y As por aquel entonces dedicaban mucha más atención que ahora, por otra parte justificado por un mayor número de equipos de Madrid en la Liga de División de Honor, como se llamaba entonces la máxima categoría.

P. ¿Qué recuerdos tiene de la primera final de Copa de Europa?

"El color rojiblanco en miles de banderas es un recuerdo imborrable"

R. Fantástico, como es conocido fue la primera vez que el balonmano español llegó a una final de la Copa de Europa de Campeones de Liga. El Granollers y el Barcelona poseían títulos europeos pero no de la máxima categoría. Extraordinario rival la Metaloplástica de Sabac, muy superior a nuestras posibilidades a pesar de la extraordinaria madurez y personalidad del Atlético de esa temporada (1984/85). El Palacio de los Deportes abarrotado (13.000 personas) y con el color rojiblanco en miles de banderas es un recuerdo imborrable. Vujovic, Portner, Isakovic, Basic, etc ofrecieron un espectáculo brillantísimo. Por otra parte todas las circunstancias en el partido de vuelta se dieron en contra.

P. Fue seleccionador nacional en dos etapas. En la segunda llegaron las medallas olímpicas y los subcampeonatos de Europa. ¿Cuál fue la clave de ese éxito?

R. Sin duda el crecimiento del balonmano español en ese periodo; ya se ha comentado que los clubes se profesionalizaron, llegaron excelentes jugadores extranjeros, la Liga se hacía más fuerte cada año y la Selección mejoraba en cada campeonato por tales razones. La incorporación de Talant Dujshebaev fue fundamental para determinadas tareas y la cohesión del grupo clave para el éxito. Defensa y madurez se juntaron en las competiciones y durante cuatro años (1996-2000) la Selección jugó con equilibrio y brillantez. Se pudo incluso mejorar resultados, especialmente en los Mundiales de Japón 1997 y Egipto 1999. Veteranos con mucha ilusión y jóvenes de Mundiales Júnior anteriores fue una mezcla exitosa.

P. En el siglo XXI llega el Ciudad Real, un equipo que fue creciendo hasta convertirse en el rey de Europa. Después de la segunda Recopa dijo que en dos años ese equipo sería invencible. Y efectivamente: cinco Ligas, tres Copas del Rey, seis Copas ASOBAL, tres Champions… ¿Por qué estaba tan seguro de ese éxito? ¿Cuál era la estrategia de aquel equipo?

R. Se planificó a medio plazo con mucha cabeza; se contrataron jugadores para equilibrar al equipo y con mucha calidad. Los dos primeros años se llevó a cabo la estructuración e inmediatamente se pasó a la etapa de resultados. Mi trabajo como entrenador finalizó con el equipo en todo lo alto pero con la ambición de ser campeón de la Champions. Ello contribuyó a mantener una ambición máxima ya bajo la dirección de Talant.

P. Con la crisis llegaron las vacas flacas y el cambio de residencia. ¿Qué falló en el proyecto?

"Si bien el Atlético de Madrid actuaba como patrocinador, creo que debería haber evitado el desastre"

R. Fue un problema absolutamente económico muy explicado; los patrocinadores alrededor del dueño del Club (Díaz de Mera) fueron fallando, así como las subvenciones oficiales; la solución Madrid no fue suficiente para mantener el presupuesto y los objetivos. A partir de ahí a nadie le gusta dirigir un nuevo proyecto con menos alcance. Desaparecer en cualquier caso fue traumático y, si bien el Club Atlético de Madrid actuaba como patrocinador, creo debería haber evitado el desastre. El nombre así lo exigía en mi opinión.

P. Al final ni en Madrid se pudo salvar el equipo, ni recuperando el escudo del Atlético de Madrid. ¿Qué supusieron esos dos años en Madrid para el balonmano?

R. Sin duda en momentos puntuales apareció el optimismo y muchos pensaron en la consolidación. Vista Alegre, instalación carísima por otra parte, recibió miles de espectadores en espectaculares partidos y creando extraordinarios ambientes. Junto a las razones aludidas anteriormente, si el Club hubiera tenido a disposición una instalación de seis u ocho mil personas entiendo no hubiera ocurrido el desastre. Ese tipo de pabellón falta en Madrid.

P. ¿Cuál es el mayor problema del balonmano español en la actualidad?

R. Es evidente: medios económicos en los clubes. La Federación no puede sostener y financiar la competición de ASOBAL. Los clubes miembros de la máxima categoría juegan una Liga que hasta hace 4 o 5 años multiplicaba por 10 los presupuestos globalmente. La profesionalización de los jugadores imposibles de financiar hace que éstos marchen a otras ligas y, en consecuencia, el interés disminuye. Ello afecta a los medios y TV. Menos mal que la Selección mantiene el nivel de éxitos y tiene una gran identificación con el público en general, no sólo con los aficionados al balonmano.

P. Los equipos más importantes de la historia del balonmano en España, salvo el FC Barcelona, han desaparecido. El último, el BM Valladolid. ¿Cómo ve el futuro de este deporte?

"Hay que recuperar a entrenadores que trabajan en otras ligas"

R. Lo peor está pasando; un periodo de transición que entiendo ha superado el impacto más negativo del primer asalto; el Barcelona mantiene el tipo en un envidiable ejemplo de buen hacer y el resto, según posibilidades, mantiene el interés local por la igualdad existente ante el descenso de nivel y pérdida de estrellas. Los jóvenes comienzan a crecer y sentirse importantes. Insisto, se ha superado el primer K.O., ahora toca rehacerse y con un objetivo prioritario: recuperar a entrenadores que trabajan en otras ligas. Soy optimista porque ello no afecta a la Selección, cada día más segura y con múltiples opciones de jugadores. Ese factor es determinante para salvar el naufragio.

P. El Barça está demasiado solo en España. ¿Qué le faltó en la última Final Four de la Champions?

R. Pues quizás esa insuficiente competición interna. Además, un poco de suerte ante ese déficit y un punto de serenidad en los minutos finales de la semifinal. Un resultado que esperemos no afecte a ese club, por otra parte modelo y pilar para el balonmano.

P. Hasta que comenzó el declive, la Liga ASOBAL era la más potente del mundo, junto a la Bundesliga. ¿Cómo se conseguía tener a los mejores jugadores del planeta en España?

R. Disponiendo de lo que ahora falta: recursos económicos. Los clubes tenían excelente reputación y buenos técnicos para elegir jugadores. Las ligas extranjeras, con la excepción de la Bundesliga, no disponían de los recursos de ASOBAL. Cuando desaparecen en primera instancia los clásicos -Calpisa, Teka, Bidasoa, San Antonio- de manera escalonada en el tiempo, fue vital el resurgir de Ademar de León y Valladolid para mantener igualdad en la lucha por los títulos. Granollers siempre es ejemplo de continuidad y cantera. La situación actual ya se conoce.

P. Después de dejar Ciudad Real llegaron los años como presidente de la Federación Española. ¿Qué pensó que podía aportar desde este cargo?

R. Muchas cosas que quedaron a medias. Se necesitan como poco ocho años para desarrollar programas y estilo más moderno en la gestión. La crisis, de una parte, y la presión de organizar el Campeonato del Mundo evitando déficit económico nos exigió al máximo.

P. Al dejar la presidencia, ¿qué le quedó por hacer?

R. Tuve que dejar la presidencia en razón de asegurar el éxito del campeonato del Mundo. Era un desastre que se planteara un proceso electoral tres meses antes del comienzo del mismo (si quería presentarse de nuevo había que adelantar las elecciones) y parte del balonmano no ayudó a ello. La opción de continuar desaparecía y quedaron aspectos del programa por desarrollar. Un programa moderno de Marketing y Patrocinio y pasos para aglutinar el mundo del balonmano alrededor de la soñada Fundación fueron los proyectos importantes que no se desarrollaron.

P. En 2013 España acogió el Mundial. ¿Fue un buen momento? Si retrocediera a 2009, ¿volvería a presentar la candidatura?

"El Mundial es el mejor legado que he podido ofrecer al balonmano español"

R. Absolutamente sí. La situación económica no se intuía tan profunda; existía un compromiso moral al haber solicitado la organización de 2011 y era evidente que España nunca había organizado un Mundial y había que buscar revulsivos, e impactos positivos para el balonmano. Las dificultades explotaron de manera inesperada y con una gravedad que todos hemos vivido. En cualquier caso fue rentable, se ganó dinero para la Federación y fuimos Campeones del Mundo. No está nada mal y es el mejor legado que he podido ofrecer al balonmano español.

P. Durante su presidencia escogió para el banquillo nacional al entrenador con más títulos del país, Valero Rivera. Pero no empezó bien el ciclo. ¿Se planteó sustituirle?

R. En absoluto. Ni por un momento. Acabábamos de llegar a la Federación y era impensable tal pensamiento que supondría una ausencia de criterio. Viví todos los días con el equipo en Croacia 2009 y sufrimos la mala clasificación. Valero, allí mismo, ya comenzó a trabajar para los años siguientes. La continuidad conduce al éxito.

P. Cuando España ganó su primer Mundial, en 2005, todos dijeron que no se aprovechó el éxito para fomentar este deporte en España, como sí hizo el baloncesto un año después. ¿Se volvió a fallar en este aspecto en 2013?

Foto: Ignacio Álvarez (VAVEL.com).

R. Entiendo que la nueva Federación, Presidente y Junta Directiva deben trabajar en ello. Ocurre que nada es fácil y desde fuera se hacen comparaciones que son ajenas a la realidad del deporte en España, muy focalizado en los receptores de recursos. Como precisaba con anterioridad lo peor de la crisis está pasando y el legado de Campeones del Mundo en casa, como anfitriones, facilita caminos. Es en mi opinión más fácil que en 2005, y 2013 esta aún muy cerca y dentro de la retina y los corazones de los aficionados. Explotar el éxito pasa por un buen campeonato en Catar y medalla olímpica en Brasil. En todo el ciclo se notará el crecimiento con acciones prácticas.

P. Hablando de aquel Mundial en 2005. En referencia ya al juego del balonmano, tras ese Mundial escribió sobre la creciente importancia del juego dos contra dos con el pivote durante todo el campeonato, destacando sobre las demás la pareja española: Entrerríos-Uríos. ¿Sigue vigente ese apunte táctico?

R. Fue determinante y sigue vigente aunque con la lógica del nivel de protagonistas diferentes y de otros factores en evolución. El juego táctico en balonmano es de una gran riqueza y la predominación de unos medios tácticos u otros tienen mucho que ver con la calidad de los protagonistas, pero igualmente con la progresión del juego y la adaptación de las defensas.

P. Ahora parece que el juego ha evolucionado a buscar la velocidad. ¿Le gusta el balonmano de hoy en día?

R. El juego en velocidad se ha notado en el balonmano a raíz de los cambios en las Reglas de Juego iniciados en 2003, se apreció en 2005 y se ha consolidado con gran éxito para el espectáculo. El juego se ha dinamizado al máximo y la lógica adaptación ha hecho disminuir el número de errores. Se está en el momento adecuado y con los niveles de utilización de velocidad ajustados a los físicos-técnicos-tácticos.

P. Fue miembro de la Comisión de Cambios de Reglas de la IHF. ¿Cree que hay que cambiar alguna regla en el balonmano actual? Ya hubo alguna prueba: prohibiendo los cambios en defensa, cambiando la norma del pasivo por un reloj de posesión…

R. Insisto en la respuesta de la pregunta anterior. No es momento de ningún cambio estructural en las Reglas. Se camina en la buena dirección.

P. ¿Cuál es el jugador al que más le ha gustado entrenar?

R. Muchos, por no decir todos. Siempre se recuerda a los jugadores más intensos, disciplinados o absorbentes en las enseñanzas. Para mí lo importante era entrenar y movilizar colectivamente al grupo.

P. Diseñe un siete ideal de la historia del balonmano español. Y mundial.

R. Vaya preguntita, allá voy.

En el español, como portero Lorenzo Rico, como pivote Rolando Uríos, extremo izquierdo De Andrés, extremo derecho ‘Pitiu’ Rochel, como central Talant, en el lateral izquierdo Cecilio Alonso y en el lateral derecho Eugenio Serrano (igualmente extremo).

Mundial, el portero sería Penu (Rumania), en el pivote Uríos (España), como extremo izquierdo Isakovic (Yugoslavia), como central Wislander (Suecia), en el lateral izquierdo Vujovic (Yugoslavia) y como lateral derecho, Gruia (Rumanía).

P. ¿Cómo es su relación con el balonmano en la actualidad? ¿Le gustaría volver a tomar un cargo de primera responsabilidad?

R. Soy espectador atento desde la atalaya de mi jubilación. Estudio y escribo sobre mi deporte, colaboro en la formación de jugadores allá donde se me reclama. Me encanta trabajar “desde la trastienda”. Ya pasó el tiempo de nuevas responsabilidades, sólo ayudar en lo que pueda y se me demande.

Juan de Dios disfrutó instruyendo a los jóvenes jugadores. Foto: Ignacio Álvarez (VAVEL.com).