José Javier Hombrados Ibáñez (Madrid, 1972) es toda una institución en el balonmano español. Quizás junto a David Barrufet y Lorenzo Rico forme la terna de porteros nacionales más famosa. No en vano los tres lideran la lista de los hombres que más veces han vestido la camiseta (el chándal en este caso) de España. Hombrados defendió la puerta de la selección española en 262 ocasiones. Él estaba bajo los palos en la final del primer Campeonato del Mundo que ganó España, en Túnez 2005.

Hombrados comenzó a enamorarse de este deporte en su colegio, la Sagrada Familia (SAFA). Después dio el salto al Atlético de Madrid. El portero ha sido el único jugador que ha militado en el equipo rojiblanco en sus dos etapas, la primera cuando era un joven con todo el futuro por delante (1990-93) y la segunda siendo un veterano con un palmarés de ensueño (2011-13). Entre medias militó en algunos de los equipo míticos del balonmano español: Cantabria, Teucro, Ademar León, Portland San Antonio y Ciudad Real. Con tres de ellos (Cantabria, Portland y Ciudad Real) ganó la Champions League en cinco ocasiones.

Con la segunda desaparición del Atlético de Madrid y a sus 41 años decidió salir por fin a vivir aventuras en el extranjero. Y lo hizo a lo grande, pasando seis semanas en el Wetzlar alemán, otro tramo de la temporada en el Al Sadd de Qatar y otro en el Al Saad de Líbano.

Pero detrás del gran jugador hay una persona comprometida. Por eso, cuando su amigo Javier Beleño, todo un ejemplo de solidaridad, le pidió ayuda para organizar un partido benéfico, aceptó sin reparos. El objetivo era conseguir alimentos para el Banco de Alimentos de Madrid. Y fue un éxito. Entre el partido de "Amigos de Beleño - Amigos de Hombrados" y un torneo benéfico el día anterior, se consiguieron reunir 2.689 kilos de comida.

Los espectadores disfrutaron de un gran espectáculo protagonizado por nombres de la talla de Hombrados, el jugador del Nantes y la selección española Jorge Maqueda, los exjugadores Ángel Castaño y Manolo Colón, el jugador del Villa de Aranda Javi Muñoz o el periodista Jorge Dargel.

Después Hombrados atendió a VAVEL y departió sobre el estado actual del deporte que ha marcado su vida.

Pregunta. Después de tantos años en España, esta temporada se ha convertido en un trotamundos, ¿qué tal la experiencia de salir al extranjero?

Respuesta. Ha sido muy bonita. Dura, porque al final me ha tocado estar sin familia mucho tiempo, pero ha sido bonita porque he conocido un mundo diferente al que estamos acostumbrados a vivir aquí en España. Pero muy atractivo, con muchas opciones de vivir el amor que la gente tiene por el balonmano en sitios donde nadie imagina y eso siempre es agradable.

P. En este sentido, ¿cómo espera que funcione Qatar como sede del próximo Mundial? ¿Está creciendo el balonmano en esos lugares?

"La única duda del Mundial es el público"

R. Bueno, en Qatar y en los países árabes siempre ha habido mucho balonmano y tienen mucha cultura de este deporte. El sistema de liga es un poco diferente, pero las ganas de hacer equipos es grande. Yo he estado este año jugando un torneo en Arabia Saudí, y tanto allí como en Kuwait, Qatar, y otros países que no imaginamos como Líbano u Omán tienen equipos y trabajan el balonmano. Quizás no están al nivel que hay en Europa, lógicamente, pero tienen mucha intención. Y el Mundial pienso que va a ser una forma de multiplicar el efecto del balonmano en esa zona y lo están haciendo bastante bien. Va a ser un Mundial además en una única ciudad, en Doha, donde se juega una liga, donde hay muchos equipos y mucha gente relacionada con el balonmano. La única duda es el público, el público de Qatar es diferente, no hay mucho ambiente habitualmente en los pabellones y esa es la gran incógnita de lo que sucederá en el Mundial. Pero lógicamente los aficionados de otros países irán y al final habrá ese calor que siempre estamos acostumbrados a ver.

P. ¿Cómo se vive el balonmano en Alemania?

Foto: dkb-handball-bundesliga.de.

R. Es una aventura con la que he tenido una toma de contacto este año y la verdad es que es una competición muy potente, cada fin de semana el público abarrota, hay mucho seguimiento y se agradece que detrás de un equipo siempre haya mucha gente. En Alemania lo vives cada minuto, es una especie de NBA como si dijéramos, y teniendo en cuenta cómo está España y cómo está el balonmano en general es muy agradecido.

P. Contrasta con la situación de la Liga ASOBAL.

R. Sí, desgraciadamente. Hay sitios donde todavía se sigue mucho el balonmano y hay mucha afición, pero desgraciadamente no hay esos recursos que había hace unos años y eso lo está acusando lógicamente nuestro deporte. En fin, ahora lo que hay que hacer es intentar que no bajemos mucho el nivel porque luego volver a recuperar y volver a donde estábamos va a costar mucho tiempo.

P. ¿Cómo valora el proyecto del Naturhouse?

R. Es evidente que labores como la que está haciendo Naturhouse son muy importantes. Lo que necesitamos es siete y ocho equipos más como Naturhouse en ese sentido, porque no nos vale con tener un Naturhouse, necesitamos más gente que esté en esa dinámica. Ahora lo importante es que el Naturhouse no fuerce la máquina en exceso para que no se rompa ese proyecto y que tenga una duración en el tiempo, y que esté preparado para competir con los mejores. Ahora lo que hace falta es que equipos con proyectos más pequeños vayan aprendiendo y mejorando, para que al final estén a la altura de este Naturhouse y quizás no ahora pero sí a largo plazo tengamos una liga competitiva.

P. Se presentó a las elecciones a la presidencia de la Federación Española, ¿volverá a hacerlo?

"Hay que dejar trabajar a los que están"

R. A ver, acabé un poco (busca la palabra) triste de ver cosas que no me gustaban de mi deporte y eso me entristeció un poco. Pero bueno, ahora estoy en otra dinámica. Nunca se sabe, de aquí a dos años hay todavía tiempo para plantear proyectos, hay que dejar trabajar a los que están y en función de lo que nuestro deporte demande habrá que ver qué opciones hay.

P. ¿Cómo se lo pasó en el partido benéfico?

R. Bien, el objetivo del partido era pasar un rato, ver a antiguos amigos de nuestro deporte aquí en Madrid y sobre todo recaudar el máximo alimento posible para el Banco de Alimentos, que era el objetivo prioritario.

VAVEL Logo