Lo vivido la pasada jornada en León no fue un espejismo, aquel encuentro en el que los alcarreños plantaban cara al potente Ademar y que perdieron por la mínima en unos extraños minutos finales no era una casualidad.

El equipo morado saltó a su pista convencido de haber encontrado la senda a seguir y buscando desde el primer segundo su superioridad, dejando al equipo maño sin posibilidades de hacerse con el control del partido.

Los primeros minutos de juego fueron claramente un tanteo entre ambos equipos que se estudiaban imprimiendo a las jugadas de ataque un altísimo ritmo de juego, pero tras esos momentos de estudio los locales decidieron pasar a la acción.

Con un rotundo 12-7 en contra, Demetrio Lozano comenzó a mover el banquillo aragonés en un desesperado intento de contener el juego de los locales que comenzaban a poner demasiada distancia en el luminoso. Tantos cambios y retoques solamente consiguieron sembrar más dudas en los visitantes, que perdían el balón con demasiada facilidad y que para su desgracia cuando conseguían llegar a la portería contraria se encontraban con un  “Bombon” Almeida en estado de gracia.

El espectáculo y los goles en el David Santamaría los ponía BM. Guadalajara, que con unos muy buenos minutos finales de la primera mitad dejaban el marcador en un contundente 17-9 para marcharse a los vestuarios.

Segunda mitad, más de lo mismo

En la reanudación las cosas no cambiaron, un conjunto local convencido de su capacidad desarrollando rápidas acciones de ataque y siendo contundente en una defensa muy cerrada, frente a un conjunto visitante que continuaba haciendo pruebas con jugadores jóvenes e inexpertos que daban todo de sí mismos, pero a los que se les veía bastante verdes para la exigencia de un partido Asobal.

Mediada la segunda mitad y viendo el partido claramente encarrilado, Montes dio entrada a Barbero en la portería. Minutos de relajación local que sumados a varias exclusiones, fueron aprovechados por los visitantes para recortar la diferencia, pero los alcarreños volvieron a apretar el acelerador y obligaron a Lozano a solicitar otro tiempo muerto, que al igual que el anterior no sirvió de revulsivo. 

La comodidad del resultado, sumada a la inocencia de los jóvenes jugadores aragoneses, dejaron ver los mejores minutos de juego local que conseguían poner un apabullante 36-24 en el marcador. En los últimos minutos del encuentro los locales bajaron los brazos dando por finalizado el encuentro y los visitantes tiraron de orgullo para colocar un 36-27, final que deja a BM. Aragón sin sumar un solo punto en las cinco jornadas disputadas.