Visitaba el Naturhouse la capital francesa con la intención de tutear a ese equipo plagado de estrellas y, probablemente, el más poderoso económicamente de Europa, que es el PSG.

Nada más comenzar el partido se dio de bruces con la realidad. El siete parisino tiene a varios de los mejores jugadores del mundo en sus posiciones;  ahora son, más que nunca, un grupo; y una de las cosas más importantes para un equipo grande: tener un portero de calidad, Thierry Omeyer. Ese guardameta que te puede dar ese algo que no tiene el resto y que te permite despuntar. Como ha ocurrido esta tarde en el Pierre de Coubertin.

Comenzó el encuentro con los dos equipos muy fallones de cara a puerta, más por acierto de los porteros que desacierto de los lanzadores, aunque ápidamente, el cuadro local comenzó a conectar con su pivote, N’Diaye, que anotó los dos primeros tantos de los suyos. Y es que el 5-1 defensivo que planteó ‘Jota’ González no funcionó desde el primer minuto.

Tampoco carburaba el ataque, donde ni la primera línea ni la conexión con el pivote eran las de otros días. El 6-0 galo estaba muy bien plantado con Kopljar y N’Diaye en el centro, y detrás tenía a un Omeyer que comenzó asustando a los franjivino, parándole dos lanzamientos consecutivos a Ángel Romero y otros tantos a Luisfe Jiménez. Los fallos en el lanzamiento iban a ser el quebradero de cabeza de los riojanos.

Cambió ‘Jota’ el sistema defensivo para intentar frenar la sangría. El 6-0 funcionó, en un primer momento, pero pronto apareció Mikkel Hansen. El danés aparecía por un lado, por otro, desde 10 metros y en penetración, anotaba con total facilidad ante una defensa riojana que tenía una profundidad nula.

Gómez Lite sólo paró el 8% de los lanzamientos en el primer tiempo

Pese a todo, las rentas siguieron entre los dos y los tres tantos, pero daba la sensación de que el PSG mantenía el partido bajo control. Sobre todo ante los fallos en el lanzamiento de los riojanos, y es que llegaron a estar más de diez minutos sin anotar un solo tanto.

Llegó el estrépito riojano

Un parcial de 4-0, que ponía el 12-8 en el marcador, obligó al técnico riojano a pedir el primer tiempo muerto. También cambió al portero, dando entrada a un recién recuperado Gurutz Aguinagalde, y es que Gómez Lite solo pudo parar el 8% de los lanzamientos que le realizaron.

Ahora los problemas se multiplicaron, no salía nada en defensa, pero tampoco en ataque, donde los riojanos se veían amplísimamente superados por los parisinos. Y a ello se sumó el recital que dio Thierry Omeyer que terminó por desquiciar a los lanzadores visitantes. Uno tras otro, todos los lanzamientos riojanos acababan detenidos o despejados por el internacional francés.

Omeyer tuvo un 61% de efectividad en la primera parte

Un nuevo parcial de 4-0 que  ponía al PSG con 16-8 en el electrónico hizo que González tuviera que pedir otro tiempo muerto. Cambió, de nuevo, al 5-1, pero el problema ahora estaba arriba, donde, las pocas opciones claras de lanzamiento eran detenidas por un Thierry Omeyer que acabó el primer tiempo con un 61% de efectividad bajo palos. Más de diez minutos sin anotar un solo tanto y los últimos 18 minutos con un solo gol en su haber. Así resulta difícil tutear al PSG en la capital francesa.

El PSG tuvo bola para marcharse al descanso con una renta de diez goles, pero Mikkel Hansen incurrió en pasos y el cuadro parisino “solo” pudo irse a los vestuarios con un más que favorable 19-10.

Buena muestra de que el partido estaba siendo un paseo para los franceses estuvo en que no vieron la primera exclusión hasta el minuto 31, no necesitaban endurecer el partido para hacerse con él.

Tras el paso por vestuarios, el problema riojano no estuvo solo en el lanzamiento, sino también en las pérdidas de balón, varias consecutivas tras intentar conectar con el pivote. A la par, continuaba con el espectáculo Thierry Omeyer. Solo Thiagus Petrus mantenía algo el nivel, pero poco podía hacer el brasileño por sí solo.

Tímida reacción visitante

A falta de quince minutos, Philippe Gardent comenzó a dar descanso a sus hombres fuertes. Hansen, Narcisse y Kopljar dejaron paso a Bojinovic, Csaszar o Accambray, lo que permitió que el Naturhouse maquillara el resultado, con una de las grandes armas del equipo español, el contraataque, comandado por el extremo Ángel Fernández, que acabó con ocho tantos.

Gardent tuvo que volver a recurrir a su primera unidad para que no se acercaran peligrosamente en el electrónico. La vuelta de Narcisse y Kopljar fue suficiente para que el resultado no se complicara más de lo necesario. Al final, 32-25 para el cuadro parisino que le coloca primero del grupo A en solitario con 6 puntos, mientras que los riojanos continúan cuartos, empatados a 2 puntos con el Meshkov Brest.