Un equipo que depende de un jugador. Eso es la selección checa de balonmano. El equipo se encomienda a la capacidad de Filip Jicha y no tiene muchos más recursos. Más allá del jugador del Kiel, sólo el portero Petr Stochl y el lateral Pavel Horak han conseguido ganarse cierto prestigio a nivel internacional, ambos en el Fuchse de Berlín. Aparte de ellos, la afición checa tiene muchas esperanzas en el joven Michal Kasal, que la pasada temporada militó en el filial del Barça y que esta campaña ha dado el salto a un equipo de Champions como el Celje esloveno.

En el país centroeuropeo hubo una época de esplendor. Antes de que Checoslovaquia se dividiera el 1 de enero de 1993 era una de las potencias del balonmano, sobre todo en los años de juventud de este deporte. Una potencia que llegó a proclamarse campeona mundial en Suecia, en el año 1967. Una magnífica generación de jugadores entrenados por Bedrich Konig que puso a Checoslovaquia en el mapa deportivo.

La época dorada

El éxito de Checoslovaquia en 1967 no fue flor de un día. Fue un camino hacia la gloria en el que fueron creciendo poco a poco. Antes del oro de Suecia consiguieron cuatro medallas más: bronce en 1954, plata en 1958 y 1961 y de nuevo bronce en 1964.

Eran los albores del balonmano, una época en la que todo estaba por descubrir, y en la que los checoslovacos fueron unos de los más creativos, de los que mejor comprendieron el deporte.

En los albores del balonmano Checoslovaquia consiguió cinco medallas, una de oro

Los dos primeros éxitos tuvieron lugar bajo la batuta del entrenador Jan Vorreth. En 1954 Suecia les dejó fuera de la final, pero en la lucha por el tercer puesto vencieron con claridad a Suiza. Cuatro años después dieron un paso adelante y se plantaron en la final, pero de nuevo Suecia se cruzó en su camino, venciéndoles por un contundente 22-12.

A Vorreth le sucedió Karel Stmad, para intentar subir ese último escalón del podio en la edición de 1961. Su goleador Zdenek Rada les volvió a guiar a la final, con la satisfacción además de dejar por el camino a los suecos. Pero en la final se volvieron a encontrar con un equipo de leyenda, una Rumanía que conseguía el primero de sus cuatro campeonatos. Eran otros tiempos, de un balonmano distinto y con otros resultados. Rumanía venció por 9-8 tras una doble prórroga en un partido disputado en Dortmund.

Una nueva oportunidad llegó en 1964, además en casa. Como anfitriones volvieron a estar en los puestos de cabeza, pero Rumanía volvió a apartarles del sueño, al vencerles por 15-16 e impedirles entrar en la final. Pese a la decepción, consiguieron levantarse y ganarle el bronce a la República Federal Alemana.

Tras el disgusto llegó la gloria. En el Mundial de Suecia 1967 llegó por fin su momento. Era el primer Mundial que se disputaba en pista, toda una revolución. Por quinta vez consecutiva entraron en la lucha por las medallas, pero con las experiencias anteriores no se podían fiar de nadie. Se encontraron en semifinales con Rumanía, que había sucedido a los suecos como gran bestia negra de Checoslovaquia, pero esta vez la historia les sonreiría. Los pupilos de Bedrich Konig consiguieron deshacerse de los rumanos por 19-17 y llegaron a su tercera final, donde les esperaba Dinamarca. La ciudad de Vasteras acogió el partido y fue testigo de la gloria checoslovaca, al vencer a los daneses por 14-11. Tres de sus jugadores entraron en el siete ideal del campeonato: Frantisek Bruna, Vojtech Mares y Vaclav Duda.

La gloria llegó en Suecia 1967, donde vencieron a Dinamarca en la final

Tras tocar el cielo el balonmano checoslovaco se estancó y no volvió a tocar metal mundialista. Sí consiguió una plata en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, pero nada en un Mundial. Un séptimo puesto en 1970 y un sexto en 1974 dieron paso a tres Mundiales en los que no pasaron de la décima plaza. En 1990 el campeonato volvió a casa, pero no pudieron ser más que séptimos.

En 1993 Checoslovaquia se dividió, y ya como República Checa consiguieron participar en diversos Mundiales. En 1995 fueron séptimos, en 1997 undécimos, en 2001 decimoctavos y décimos en 2005. Su última participación fue en Alemania 2007, donde lograron acabar en duodécima posición. El Mundial de Qatar será su vuelta al primer plano, después de tres ausencias.

‘Jichadependientes’

Seguramente sean los checos los que más dependen de un solo jugador. Filip Jicha es el faro que todos buscan, el que tira de los demás y les hace parecer mejores de lo que son. Es un jugador polivalente, que puede jugar de lateral izquierdo o de central, según se requiera. Cuando actúa junto a Pavel Horak lo hace en el centro del ataque, mientras que si está Roman Becvar en pista, se desplaza a la izquierda. No es raro tampoco verle desdoblarse a doble pivote, donde también sabe jugar aprovechando su corpulencia.

Kasal es el futuro. Foto: Germán Parga (FCB).

En la primera línea, los mencionados Horak y Becvar suelen repartirse minutos e importancia. El primero tiene más capacidad de lanzamiento y el segundo distribuye juego para sus compañeros. Mientras, se espera que el joven lateral izquierdo Michal Kasal de 20 años y 209 cm de altura adquiera mayor protagonismo. También se tiene mucha fe en el central Tomas Babak, de un año más.

El lateral derecho solía ser ocupado por el jugador del Saint-Raphael francés Jan Stehlik. Pero el zurdo no acudirá al Mundial, por lo que muy probablemente la República Checa presente una primera línea completamente formada por jugadores diestros, obligando a alguno a jugar a mano cambiada.

Los extremos son parte importante de la ofensiva checa. El izquierdo es cosa de Jiri Moti y Jakub Hrstka, mientras que en la derecha suele actuar Miroslav Jurka, que tiene su recambio en la figura de Jan Sobol, un buen especialista en lanzamientos de siete metros.

El sistema defensivo no suele variar, confían en un 6:0 de muchos kilos

En el pivote Jakub Sindelar se encarga de pelear en los seis metros con las defensas rivales, aunque el joven Petrovsky es la opción con más futuro en la posición.

En defensa no suelen variar su sistema 6:0, donde hasta el pasado año cobraba protagonismo el especialista Daniel Kubes en el centro de la zaga. Ahora Kubes ha pasado al banquillo y serán otros los que deban sucederle. Los hombres más corpulentos y con buen desplazamiento lateral –Jicha y Horak– serán en principio quienes cumplan esa función. En la portería el guardameta que más confianza transmite es Petr Stochl, compañero de Horak en el Fuchse de Berlín (no confundir con el eslovaco Richard Stochl, también portero).

Con la vista puesta en octavos

Los objetivos del combinado checo no son demasiado ambiciosos. El sorteo les ha colocado al lado de dos selecciones netamente superiores como Francia y Suecia. Además, tuvieron la mala suerte de que Emiratos Árabes Unidos, a priori un rival asequible, renunció a su plaza. En su lugar la IHF escogió a Islandia, un equipo mucho más poderoso y al que la República Checa tendrá complicado batir.

Islandia sustituyó a Emiratos Árabes Unidos, por lo que el nivel del grupo es más alto de lo esperado

Por tanto, los pronósticos colocan a los checos luchando con Argelia y Egipto por la cuarta plaza del grupo, la última que daría el pase a la ronda de octavos de final. No será una empresa fácil, pero está al alcance del grupo que entrenan Jan Filip y Daniel Kubes.

Mirar más allá sería una osadía y una irresponsabilidad, pues en el hipotético caso de pasar como cuarta selección del grupo se enfrentaría al ganador del grupo D, que presumiblemente sería Dinamarca o en todo caso Polonia, selecciones ambas muy por encima de la checa. Sólo una actuación estratosférica de Filip Jicha les permitiría lograr lo que sería una proeza de dimensiones casi bíblicas.

Los entrenadores: Jan Filip y Daniel Kubes

Los buenos resultados de los últimos años (entendiendo por buenos conseguir clasificarse para los grandes campeonatos) han llegado de la mano del veterano Vladimir Haber. Este antiguo jugador formó parte del equipo checoslovaco que se volvió a casa con la plata olímpica en Múnich 1972.

Posteriormente, como entrenador, dirigió a la selección de su país en tres etapas distintas. La primera fue a mediados de los años ’90, y la siguiente entre 2000 y 2002. En esta segunda época llevó al combinado nacional al decimoctavo puesto en el Mundial de Francia 2001 y a la octava plaza europea en Suecia un año después.

En octubre de 2012 volvió a coger las riendas del equipo de balonmano de la República Checa. Consiguió clasificar al equipo para el Europeo de Dinamarca 2014, donde concluyó en decimoquinta posición.

Pese al gran trabajo de Haber en los últimos años, la República Checa ha apostado por Jan Filip y Daniel Kubes

El gran logro llegó después, cuando consiguió la clasificación para el Mundial de Qatar. En el ‘playoff’ se vio las caras con una selección potente como Serbia y lograron un inesperado triunfo, sobre todo por la forma en que se produjo. En el partido de ida no pudieron contar con su estrella Filip Jicha y perdieron en Nis por un contundente 23-15. Con ocho goles de ventaja, la eliminatoria parecía decidida del lado balcánico, pero en el partido de vuelta disputado en Brno volvió Jicha y lideró a su equipo a una apoteósica victoria por 33-21, con una actuación extraordinaria de los extremos Moti y Jurka, autores de nueve goles cada uno. Esta sorprendente victoria es el mayor aval de los checos en este Campeonato del Mundo.

Pero tras el éxito la federación decidió romper el dúo que formaba con Jaroslav Hudecek, su hombre de confianza, y dar paso a una pareja más joven. De esta forma, los preparadores del combinado checo en Qatar serán Jan Filip y Daniel Kubes. Los dos fueron grandes jugadores, pero su facilidad para ver balonmano ha hecho que con 41 y 36 años, respectivamente, hayan confiado en ellos.

Filip hizo carrera en la Bundesliga alemana. Jugaba de extremo derecho y era un excelente goleador. Fue el máximo goleador del Europeo de Italia en 1998, con apenas 24 años. Posteriormente llegó al HSG Nordhorn, donde estuvo ocho temporadas en las que consiguió ser segundo máximo goleador de la Bundesliga en 2004 y tercero en 2005, además de ganar una Copa EHF.

Su buena labor le hizo firmar por un club que crecía a pasos agigantados, el Rhein-Neckar Lowen. En la única temporada que militó en Mannheim ayudó con 75 goles a que los leones accedieran nada menos que a las semifinales de la Champions. Posteriormente se fue a Suiza y en 2011 firmó como jugador-entrenador en el TSV St. Otmar St. Gallen helvético.

Su compañero será Daniel Kubes, un hombre mucho más orientado hacia la defensa. Completó también el grueso de su carrera en la Bundesliga, en equipos de prestigio como Grosswalstadt, Nordhorn (donde coincidió con Filip), Lemgo y sobre todo Kiel, donde militó entre 2010 y 2012 y con quienes ganó una Champions.

La pasada temporada fue su última como jugador profesional y nada más retirarse aceptó el cargo como técnico en el TV Emsdetten de la segunda división alemana.

La estrella: Filip Jicha

Foto: Dalibor Gluck.

El omnipotente lateral izquierdo y capitán del Kiel es el clavo ardiendo al que se agarra todo un país. Con un físico privilegiado, su potencia y su destreza son sus mejores virtudes. Es uno de esos jugadores que se mueven de forma más ágil de la que se esperaría por su talla y su peso. Tiene un lanzamiento muy fuerte y es hábil con la muñeca.

Jicha se ha perdido el primer tramo de temporada por una lesión de tobillo

Las dudas llegan por su estado físico. Jicha se ha perdido el tramo inicial de la temporada con su equipo por culpa de una lesión de tobillo que le hizo pasar por el quirófano. La inactividad puede suponer un problema, puesto que se prevé que el genial jugador esté lejos de su mejor forma. Viéndolo desde una perspectiva distinta, puede que la lesión le haya servido para llegar más fresco a la cita mundialista, puesto que no ha tenido que soportar el cargado calendario que han seguido el resto de estrellas mundiales. Sólo la competición permitirá resolver esta cuestión.

La capacidad de Jicha para liderar un grupo está fuera de toda duda. Aterrizó en la potente liga alemana con apenas 23 años y se convirtió en el mejor jugador del Lemgo. En sus filas levantó el trofeo de la Copa EHF y llamó la atención de los grandes equipos. Recibió elogios de muchos equipos hasta que en 2007 dio el salto al Kiel.

Sus años en el cuadro del Norte de Alemania son la mejor prueba de que es un auténtico guía. Tras la salida de Karabatic del equipo ‘zebra’ el checo asumió los galones y consiguió que la ausencia del francés no restara competitividad a su escuadra. Con los alemanes ha ganado dos Champions, tres Bundesligas, dos Copas de Alemania, dos Supercopas de Alemania y una Supercopa de Europa.

A Jicha le sobran distinciones individuales

Por si fuera poco, las menciones individuales también adornan su palmarés. Su distinción como jugador del año 2010 para la IHF es su mayor éxito, un año en el que también fue nombrado mejor jugador de la Champions League, del Europeo de selecciones y de la Bundesliga, título que también había conseguido un año antes. Además, su capacidad goleadora se demuestra con los récords de máximo goleador de la Champions en 2009 y en 2010 y del Europeo de 2010.

Es un privilegiado, un hombre elegido para triunfar jugando al balonmano, que ahora permite soñar a la República Checa con realizar un buen papel en el Mundial.

Jugadores clave: Petr Stochl y Pavel Horat

Los dos jugadores del Fuchse de Berlín son los que más cerca se encuentran de la élite mundial.

El veterano portero Stochl ha hecho carrera en los ‘zorros’ de Berlín. Allí llegó en 2006 y lleva ya muchos años siendo el escudero fiel del excéntrico Heinevetter. Nacido en Pilsen hace 38 años, el meta es uno de los favoritos de la afición checa. La curiosidad llega por su habilidad fuera de la cancha, puesto que una de las grandes pasiones es la poesía. Algunos de sus poemas han sido publicados en los periódicos de su país.

Foto: Reuters.

Por su parte, el lateral izquierdo Pavel Horat es un jugador de un perfil parecido a Jicha, salvando las distancias. Mide 198 cm, es corpulento y tiene buen lanzamiento exterior, aunque no es tan rápido y habilidoso como la estrella de su selección. Su aportación en el Fuchse es limitada, pero en el combinado checo debe asumir galones y ser uno de los jugadores importantes tanto en ataque como en defensa.

Calendario primera fase

Día Hora Oponente
16 de enero 19:00 Francia
18 de enero 19:00 Suecia
20 de enero 17:00 Egipto
22 de enero 19:00 Islandia
24 de enero 19:00 Argelia

Lista de convocados

Nombre Posición Equipo Talla Peso Nacimiento Partidos Goles
Tomas Babak Central TSV St.Otmar St.Gallen 186 82 28/12/1993 14 16
Roman Becvar Central HC Empor Rostock 191 84 18/04/1989 52 134
Martin Galia Portero TSV St.Otmar St.Gallen 189 94 12/04/1979 143 3
Tomas Hes Extremo derecho HK Lovosice 175 80 26/01/1989 0 0
Pavel Horak Lateral izquierdo Fuchse Berlin 198 113 28/11/1982 77 257
Jakub Hrstka Extremo izquierdo Tatran Presov 186 90 17/03/1990 47 135
Filip Jicha Lateral izquierdo THW Kiel 201 105 19/04/1982 148 816
Miroslav Jurka Extremo derecho Saint Raphael 189 83 7/06/1987 36 73
Michal Kasal Lateral izquierdo RK Celje Pivovarna Lasko 209 98 3/04/1994 16 14
Jiri Moti Extremo izquierdo HK Lovosice 184 84 29/09/1984 74 142
Leos Petrovsky Pivote SSK Talent 90 Plzen 202 128 5/01/1993 5 11
Jakub Szymanski Central TSV St.Otmar St.Gallen 198 95 9/02/1983 41 52
Jakub Sindelar Pivote SSK Talent 90 Plzen 195 100 20/11/1986 17 6
Jan Sobol Extremo derecho Azoty Pulawy 188 86 22/05/1984 101 274
Petr Stochl Portero Fuchse Berlin 193 100 24/04/1976 182 2
Ondrej Zdrahala Central ASV Hamm-Westfalen 187 83 10/07/1983 66 157