Alemania: a continuar con la transición generacional

Alemania es un país que vive el balonmano. Un país donde se llenan los pabellones semana tras semana y que cuenta en su liga con algunos de los equipos más potentes a nivel mundial. Una demostración de ello, es que la disputa de la Final Four de la VELUX Champions League de los últimos años ha sido en Colonia, debido a la cantidad de entradas demandadas por los aficionados alemanes para dicha fase final.

La Bundesliga, además puede ser considerada la mejor liga del mundo, debido a la gran cantidad de equipos que disputan la VELUX Champions League y que además llegan a las fases finales, como son el THW Kiel, Fuchse Berlin, Rhein-Neckar Lowen, SG Flensburg-Handewitt, etc.

Además el actual campeón de la máxima competición europea es un equipo alemán, el SG Flensburg-Handewitt, que contra todo pronóstico se llevó la Final Four la pasada temporada. El conjunto alemán derrotó a los dos grandes favoritos a ganar la competición, en la semifinal al FC Barcelona. En la final, el Flensburg derrotó al otro conjunto alemán de la Final Four, el THW Kiel.

A pesar de todos los éxitos de los clubs alemanes y de la gran afición a este deporte en ese país, los alemanes serán una selección imprevisible. Porque se presentan con una hornada de jugadores jóvenes y con poca experiencia con su selección, que actuarán con jugadores más experimentados como son Uwe Gensheimer y el portero Silvio Heinevetter, que militan en el Rhein-Neckar Lowen y el Fuchse Berlin respectivamente. A pesar de la juventud de muchos jugadores y de sus pocos partidos con la selección alemana, la mayoría de ellos cuentan ya con experiencia internacional en la VELUX Champions League y de muchos minutos con sus respectivos clubs.

El germano es uno de los equipos más laureados en este deporte y acumula numerosas medallas si sumamos las obtenidas antes y después de la caída del muro. Consiguieron alzarse con la corona mundial en el primer campeonato en Alemania, en el año 1938. Y cuentan en total con tres Campeonatos del Mundo en sus vitrinas.

Una historia envidiable

Alemania presume de ser uno de los países más laureados en balonmano. Fueron los organizadores del primer Mundial de este deporte en el año 1938, cuando aún se disputaban los partidos en campos de césped. Un campeonato que además de organizar, los alemanes consiguieron ganar y así proclamarse como los primeros campeones del mundo de balonmano. En dicho Mundial solamente participaron cuatro países: Dinamarca, que fue el último clasificado; Suecia, que se llevó la medalla de bronce; Austria, que fue subcampeona del mundo; y Alemania, que se llevó la victoria.

Un Mundial el de 1938 que se desarrolló con una única fase de grupos y sin fases eliminatorias, por lo que se decidió el podio mediante una fase de “liguilla” en la que los alemanes consiguieron la victoria en los tres partidos que disputaron.

El siguiente Mundial que se disputó fue el de 1954 en Suecia. En esta ocasión la selección germana se alzaría con el segundo puesto cayendo en la final frente a la anfitriona Suecia.

En el Mundial de 1958 que se disputó en la República Democrática de Alemania, los locales consiguieron un tercer puesto. Era además el primer Mundial que disputó la selección española.

El Mundial de 1970 sería el primero en el que RFA y RDA actuarían por separado

Tras unos años sin conseguir subir al podio, la selección de la República Democrática de Alemania consiguió dos subcampeonatos consecutivos en los Mundiales de 1970 y 1974 disputados en Francia y la República Democrática de Alemania. El de 1970 sería el primer Mundial donde competirían las dos selecciones alemanas separadas por el muro de Berlín, la República Federal de Alemania y la República Democrática de Alemania.

En 1978 sería la República Federal de Alemania la que conseguiría alzarse con el cetro mundial, en un campeonato que se disputó en Dinamarca, mientras que la República Democrática de Alemania se subiría al tercer escalón del podio.

El último Mundial en el que jugaron las dos selecciones alemanas y una de ellas consiguió colarse en el podio fue en el año 1986, un mundial disputado en Suiza y en el que la República Democrática de Alemania se alzó con el tercer puesto.

Tras la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, la selección de la República Federal de Alemania y la República Democrática de Alemania se unificaron pero tras la unión no consiguieron subir al podio en los primeros años, tuvieron que esperar hasta el Mundial de 2003 disputado en Portugal, donde los germanos consiguieron llegar a la final pero fueron derrotados por Croacia. Así, los alemanes sumaban un nuevo subcampeonato a sus vitrinas.

El último gran éxito mundial de la selección alemana fue en el Mundial de 2007 donde fueron los anfitriones y, con algo de polémica arbitral en muchas fases del campeonato, consiguieron alzarse con la victoria final a las órdenes del mítico entrenador Heiner Brand.

De esta forma, los germanos suman en total tres Campeonatos del Mundo, cuatro subcampeonatos del mundo y tres bronces mundiales. A todos estos éxitos hay que sumar un Campeonato de Europa, un subcampeonato de Europa y un bronce europeo, además de dos victorias en los Juegos Olímpicos y dos platas olímpicas.

Un equipo en transición

La selección alemana siempre es temible en un gran campeonato debido a todos los éxitos cosechados a lo largo de su historia pero son ya ocho años desde que consiguiera su último éxito en un Campeonato Mundial y los aficionados germanos comienzan a estar impacientes por conseguir un nuevo logro.

Pero la selección germana no pasa por su mejor momento, ya que se encuentra en un proceso de transición donde los jugadores más veteranos y que han dado muchos éxitos a su país han dejado paso a otros más jóvenes, y es por eso que no se les puede exigir los mismos objetivos que en años anteriores.

La selección alemana se presenta al Mundial de Qatar con una mezcla de jugadores jóvenes e inexpertos en estos campeonatos junto con algunos (pocos) con cierta experiencia. Una transición entre generaciones que está siendo un tanto traumática para los alemanes porque no están consiguiendo ningún triunfo en los años finales de la anterior generación ni en el proceso de transición.

A pesar de que la Bundesliga es la mejor liga del mundo y que cuenta con muchos de los mejores jugadores del mundo, la nueva hornada de jugadores alemanes no termina de explotar y es por ello que este Mundial se antoja complicado que la selección alemana pueda subir al podio, aunque como siempre serán una selección correosa y temible.

Los alemanes basarán su juego en el mismo sistema que lo han hecho en los últimos años: una defensa 6:0 intensa, dura y en ocasiones rozando el límite para poder provocar pérdidas en sus rivales y salir al contragolpe aprovechando la velocidad de sus extremos, en especial de Uwe Gensheimer. En el ataque posicional los alemanes basarán su sitema de juego en la búsqueda de los extremos para que estos definan y en el lanzamiento exterior.

En busca de la fase final

Una selección alemana de balonmano siempre tendrá como objetivo llegar a la fase final de un Campeonato del Mundo por todos los éxitos que han cosechado a lo largo de su historia. Es por ello, que a pesar de todos los problemas que puedan tener y la falta de experiencia de sus jugadores tendrán una clara exigencia, pasar la primera fase de grupos y en función del rival en octavos de final, clasificarse también para los cuartos de final como mínimo.

Alemania se enfrentará a Polonia, la que en un principio les dejó fuera de este Mundial

Los germanos se encuentran en un grupo complicado en la fase de grupos, ya que tendrán que verse las caras con: Dinamarca, los claros favoritos al oro; Polonia, una selección que ya les derrotó en la eliminatoria de clasificación para este Mundial; Rusia, otra selección, como Alemania, que siempre es difícil a pesar de sus problemas; Arabia Saudí, que a priori es la selección más floja del grupo; Argentina, un equipo en crecimiento que irá a por la clasificación a toda costa.

Los alemanes además están encuadrados en un grupo con el rival que les apeó de la clasificación para este Mundial, que fue Polonia en un duelo a doble partido en el que la selección polaca se impuso en ambos partidos por un solo gol, 25-24 y 28-29. Tras esta eliminación la decepción fue muy grande para los jugadores, técnicos y afición alemana. Pero tras unos meses, la IHF comunicó una polémica decisión en la que invitaba al Mundial de Qatar a la selección alemana en detrimento de la selección australiana, que se había ganado en la pista el derecho a disputar dicho Mundial.

Con esta inesperada sorpresa, los alemanes llegan al Mundial de Qatar con esperanza de llegar lejos a pesar de la juventud e inexperiencia de sus jugadores.

El entrenador: Dagur Sigurdsson

El nuevo seleccionador alemán tendrá la difícil tarea de gestionar un grupo joven e inexperto tras llegar al cargo el 6 de agosto de 2014 para sustituir a Martin Heuberger. Heuberger fue seleccionador durante tres años y, excepto el quinto puesto en el pasado Mundial de España en 2013, ha fracasado en todos los torneos con Alemania, ya que no logró la clasificación para los Juegos Olímpicos de 2012, ni para el Campeonato de Europa de Dinamarca en 2014 ni para este Mundial de Qatar, cuando tras dicha eliminación frente a Polonia se le comunicó la no renovación de su contrato.

En esta ocasión, la Federación Alemana de Balonmano ha decidido darle la responsabilidad de dirigir a la selección alemana a un técnico extranjero, el islandés Dagur Sigurdsson.

El técnico islandés, de 41 años, tiene un gran historial, a pesar de ser un entrenador joven. Fue un buen jugador, internacional con su país y campeón de la liga islandesa en cinco ocasiones. También jugó en la liga alemana y en la japonesa en la recta final de su carrera como jugador, donde acabó como jugador-entrenador. Pero sus mejores logros los ha obtenido en el banquillo.

Comenzó su carrera como entrenador en Japón y luego pasó a la liga austríaca, donde ganó cuatro campeonatos ligueros y dos coperos con el A1 Bregenz.

Luego pasó por el equipo nacional de Austria durante dos años, por lo que esta no será su primera experiencia internacional. Aunque como seleccionador de la selección austríaca no consiguió ningún logro a destacar.

En 2009 fichaba por los 'zorros' de Berlín, el Fuchse Berlín, con el que logró sus mayores éxitos como entrenador. En la temporada 2011/2012 llegó a la Final Four de la VELUX Champions League con los 'zorros', aunque cayó en la semifinal con el THW Kiel. En la temporada 2013/2014 consiguió llegar a la Final Four de la Copa EHF, donde fueron los anfitriones, pero volvieron a caer en semifinales frente al Pick Szeged, pero en la lucha por el tercer puesto consiguieron vencer al HCM Constanta. En 2014 consiguió alzarse con la victoria en la Copa de Alemania.

En los 'zorros' ya ha dirigido a varios jugadores que también estarán en la selección alemana durante el Mundial de Qatar como son Silvio Heinevetter y Paul Drux.

Sigurdsson tendrá la difícil misión de hacer la transición generacional alemana y además de hacer funcionar los engranajes de esta selección durante esa transición para seguir estando en la élite mundial.

La estrella: Uwe Gensheimer

La selección alemana no tiene un claro líder para este Campeonato del Mundo debido a la transición generacional y a que se presentan como un bloque, un equipo compacto en el que no hay jugadores que sobresalgan con claridad.

Pero si hay que destacar a un jugador como estrella del equipo, ese es Uwe Gensheimer. Un jugador que ha dado un salto de calidad en los últimos años y que se ha convertido en uno de los líderes de ésta selección y de su actual club, el Rhein-Neckar Lowen.

Gensheimer es un jugador de mucho talento en el extremo, aunque ocasionalmente también puede jugar en la posición de lateral debido a su estatura, 188 centímetros que lo convierten en un extremo muy alto y poderoso.

Uwe es un jugador que define con mucha calidad y eficacia desde el extremo y que puede defender en el avanzado si su equipo lo necesita, incomodando mucho los ataques rivales y corriendo el contraataque como buen extremo. Es muy rápido y aprovecha la mínima oportunidad para lanzarse al contragolpe. Además es un excelente lanzador de siete metros, donde demuestra su gran repertorio de lanzamientos cuando tiene frente a frente a un arquero. Es uno de esos jugadores que hace con la muñeca cosas que parecen imposibles y que hacen dudar al portero rival, que no sabe por dónde le va a salir el jugador.

Como buen alemán es un jugador de carácter, de los que piden el balón en los momentos decisivos para jugarse el lanzamiento final. De hecho, su especial actitud ha provocado que el seleccionador haya prescindido de él en algún campeonato.

A nivel colectivo no ha conseguido grandes logros, ya que siempre ha jugado en su actual club, el Rhein-Neckar Lowen, en el que milita desde la temporada 2003 y en el que aún no ha conseguido ganar ningún título, aunque ha sido subcampeón de la Copa de Alemania en tres ocasiones, 2006, 2007 y 2010. Además consiguió llegar a la Final Four de la VELUX Champions League en la temporada 2008/2009 y en la 2010/2011. A pesar de no haber logrado ningún título aún, cada vez está más cerca de lograrlo, ya que cada año están más cerca de conseguir la victoria en la Bundesliga y también llegan más lejos en la Champions.

En cambio, a título individual sí ha conseguido más distinciones. En 2007 fue nombrado MVP del Campeonato de Europa Júnior, pero fue en el año 2011 cuando llegaron sus mayores éxitos personales, siendo el máximo goleador de la Champions League y además fue nombrado como mejor jugador de la temporada en la Bundesliga.

Sin duda, Uwe Gensheimer es uno de los jugadores que debe llevar el mando en el equipo alemán.

Jugadores clave: Steffen Weinhold y Silvio Heinevetter

Además de Uwe Gensheimer, otros dos jugadores claves para el juego alemán deben ser el lateral Steffen Weinhold y el portero Silvio Heinevetter, que son de los jugadores más expertos de la selección alemana.

El zurdo Weinhold debe ser el desatascador de los alemanes. Un jugador que para la posición de lateral no es excesivamente alto (191 cm), pero que suple su 'carencia' de altura con gran habilidad para hacer penetraciones sobre la defensa y también para encontrar el hueco entre las manos de los defensa cuando realiza un lanzamiento exterior. Además es un lateral con una gran capacidad de visión de juego y que pasa con calidad a los extremos para que estos puedan lanzar.

Otra pieza clave para los alemanes será la portería. La defensa alemana siempre ha sido una de las más duras y agresivas del panorama internacional y si en este campeonato siguen al mismo nivel, necesitarán una buena respuesta en la portería para poder correr al contraataque, ese estilo de juego que tanto les gusta. Para ello necesitarán la mejor versión de Silvio Heinevetter, un portero de altibajos y algo excéntrico. Es capaz de lo mejor pero también de lo peor. Un portero que no se esconde en los momentos importantes siempre y cuando las cosas le estén saliendo bien, pero que tiende a salirse de los partidos por su alocada actitud.

Calendario primera fase

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