Historia de los Mundiales (III): la tiranía de Rumanía (1961-1974)

En las primeras décadas de Campeonatos del Mundo Suecia y Alemania habían sido las grandes dominadoras. Pero en los años sesenta, cuando el deporte empezaba a consolidarse, Rumanía se subió al trono y miró a todos por encima del hombro. Durante casi 15 años dominaron sin paliativos y demostraron que el mejor balonmano del mundo se jugaba en Europa del Este. De los cinco Mundiales que se disputaron entre 1961 y 1974, Rumanía ganó cuatro y el otro fue a las vitrinas de la escindida Checoslovaquia.

El balonmano al aire libre daba sus últimos coletazos y poco a poco el balonmano a siete se imponía. El Mundial bajo techo empezaba a ser más prestigioso que el disputado al aire libre. Tanto que en 1966 se disputó el último campeonato sobre hierba.

República Federal Alemana 1961

Poco a poco el balonmano se abría al mundo, pero los Mundiales seguían disputándose en tierras germanas. El primero tuvo lugar en la Alemania nazi, el segundo se había disputado en Suecia y el tercero, en Alemania del Este. Este cuarto Mundial tendría lugar en la otra parte, en Alemania Occidental.

Contrariamente a lo previsible, este cuarto Campeonato del Mundo tuvo menos representantes que el anterior. Doce selecciones se dieron cita en la primera fase, dividida en cuatro grupos de tres equipos. España no estaba entre las participantes. La nota de color la ponía esta vez Japón, como única selección no europea.

Los combinados de Suecia y Alemania -que volvía a acudir con una selección conjunta de RDA y RFA-, dominadores históricos, mandaron en el grupo A y B, respectivamente, y se clasificaron para la segunda fase junto a Noruega y Francia.

En el grupo C cayeron los dos equipos que a la postre se jugarían el campeonato, Checoslovaquia y Rumanía. Los checoslovacos vencieron en el partido que les enfrentó y consiguieron la primera posición del grupo, pero Rumanía también pasó a la siguiente fase al ganar con facilidad a Japón. En el grupo D fueron Dinamarca e Islandia quienes pasaron de fase, dejando en la estacada a Suiza.

La segunda fase se dividió en dos grupos, cuyos ganadores se enfrentarían en la final y los segundos lucharían por el bronce. Todos esperaban de nuevo a Suecia y Alemania en la final, pero había llegado el momento del cambio.

En el grupo 1 Checoslovaquia y Suecia ganaron sus dos primeros partidos y se jugaron el pase a la final en la última jornada. En ella se produjo la sorpresa y Suecia cayó por un contundente 15-10. Checoslovaquia se había cargado a la campeona.

Suecia y Alemania volvieron a enfrentarse, pero esta vez por la medalla de bronce

El grupo 2 tuvo un desarrollo similar. Todas las miradas estaban puestas en la anfitriona Alemania, pero Rumanía hizo saltar la banca al ganar a los teutones por 9-12.

Habría enfrentamiento entre Suecia y Alemania, sí, pero sería por la medalla de bronce. La vigente campeona Suecia se haría con el último metal al ganar por 17-14.

Rumanía necesitó dos prórrogas para vencer a Checoslovaquia en la final

En la gran final se repetía el enfrentamiento de la primera fase, pero esta vez sería distinto. El partido fue muy igualado, tanto que llegó a la prórroga con resultado de 7-7. En los primeros minutos de tempo extra nadie consiguió marcar, por lo que fue necesaria una segunda prórroga para decidir al nuevo campeón. Fue finalmente Rumanía la que consiguió hacerse con la victoria por 9-8 y empezar una historia de tiranía.

Petre Ivanescu fue el jugador más destacado de Rumanía en su primer cetro mundial. Él y el checoslovaco Zdenek Rada fueron los máximos goleadores del campeonato con 24 dianas cada uno.

Checoslovaquia 1964

Tres años después el campeonato llegaba a casa del último finalista. Checoslovaquia había aparecido como un equipo al alza. Bronce y plata en los últimos dos campeonatos, acogía la quinta edición del Mundial con la intención de subir un nuevo escalón y convertirse la nueva campeona.

Pero debía hacer frente a Rumanía y Suecia, las últimas campeonas. Alemania, por su parte, acudió por primera vez con dos selecciones separadas, un equipo de la República Democrática y otro de la República Federal.

Alemania acudió por primera vez separada en RFA y RDA

El Mundial volvió a contar con 16 equipos. A Japón se le unieron los combinados de Estados Unidos y Egipto como representantes del balonmano fuera de Europa. Además, la Unión Soviética acudía por primera vez a un Mundial con un equipo de balonmano.

La primera fase volvió a disputarse a modo de liguilla de cuatro grupos, de cada cual saldrían dos clasificadas para la siguiente ronda. En el grupo A habían quedado encuadradas las dos selecciones de Alemania. El cuadro de la RFA consigiuó clasificarse, pero Alemania Oriental fue eliminada a manos de Yugoslavia. En los otros grupos se clasificaron, respectivamente, Suecia y Hungría, Checoslovaquia y Dinamarca, y Rumanía y la Unión Soviética.

En la segunda fase Suecia dominó el grupo 1. Tras ganar sus dos primeros partidos, perdió contra Alemania Occidental cuando ya tenía asegurado el pasaporte para la final. De nuevo, seis años después, lucharían por el oro.

En el otro grupo Rumanía y Checoslovaquia hicieron sus deberes y se jugarían en la última jornada la clasificación para la final. Se repetía la última final, esta vez con un premio distinto. Y como tres años atrás, el partido volvió a ser muy igualado. Checoslovaquia se apoyó en su gente para poner contra las cuerdas a la campeona, pero finalmente Rumanía volvió a imponerse, de nuevo por un solo gol (16-15).

Checoslovaquia tuvo que conformarse con repetir presencia en el podio por tercer Mundial consecutivo, tras vencer a la RFA en la lucha por el bronce.

Rumanía conseguía su segundo título y empataba con Suecia en el medallero histórico

El oro se lo jugaron Suecia y Rumanía, ganadoras de las tres últimas ediciones. La victoria cayó del lado rumano por 25-22, en un partido que suponía su segundo título, con lo que empataba a la propia Suecia en el medallero histórico.

La evolución del balonmano quedó patente en este Mundial. Cada vez se anotaban más goles por encuentro y los máximos realizadores del campeonato marcaron 32 goles cada uno. Fueron el rumano Ioan Moser, el yugoslavo Josip Milkovic y el húngaro Andras Fenyo.

Suecia 1967

Por segunda vez el Mundial visitaba el escandinavo país de Suecia. El balonmano en hierba había vivido ya su fin y los mejores jugadores ya se centraban en la práctica del siete contra siete.

De nuevo fueron 16 los equipos que acudieron en busca del laurel de campeón. Canadá fue esta vez el representante americano y Túnez sustituyó a Egipto como único equipo de África.

El sistema de competición cambió. La primera fase volvió a consistir en cuatro grupos de cuatro equipos, pero esta vez los dos primeros de cada grupo accederían a las eliminatorias de cuartos de final.

Por primera vez se incluyeron eliminatorias de cuartos de final y semifinales

En el grupo A la selección de Yugoslavia dio la sorpresa y se clasificó primera de grupo, dejando a Suecia como segunda clasificada. Alemania Occidental y Hungría fueron los clasificados del grupo B, Rumanía y la URSS hicieron lo propio en el grupo C y Checoslovaquia y Dinamarca comandaron el grupo D.

En la ronda de cuartos de final hubo resultados sorprendentes. Dinamarca eliminó por la mínima a una Yugoslavia que no pudo rematar su gran primera fase. La Unión Soviética se impuso a la República Federal Alemana, clasificándose por primera vez entre los cuatro primeros. Checoslovaquia se impuso a Suecia en el encuentro más interesante. Por primera vez, Suecia no estaría en el podio del Mundial, además en una edición que se jugaba en su territorio. La decepción fue máxima. Por último, la vigente campeona Rumanía sufrió de lo lindo para deshacerse de Hungría.

En semifinales volvieron a encontrarse Checoslovaquia y Rumanía, las nuevas potencias del balonmano. En los dos últimos Mundiales los rumanos habían terminado imponiéndose de forma ajustada y habían apartado a su rival del título. Pero esta vez la historia sería distinta y Checoslovaquia se tomó cumplida venganza, ganando el partido por 19-17.

Checoslovaquia ganó por fin a Rumanía y en la final venció a Dinamarca

Su rival en la final sería Dinamarca, que en la otra semifinal había vencido con claridad a la Unión Soviética. Había estado rondando la victoria en los últimos cuatro Mundiales, así que la historia le debía un triunfo a Checoslovaquia. Y llegó en Suecia, después de la victoria en la final por 14-11.

El bronce fue para Rumanía, que ganó en la prórroga a la URSS. La doble campeona tuvo además otra pequeña alegría, la de ver a su jugador Gheorghe Gruia como máximo goleador. Por primera vez, además, se eligió un equipo ideal del campeonato. Estaba integrado por el portero danés Erik Holst, el rumano Gruia, el alemán Paul Tiedemann, el soviético Yuriy Solomko y los checoslovacos Frantisek Bruna, Vojtech Mares y Vaclav Duda.

Así jugaba el rumano Gruia, una de las primeras estrellas

Francia 1970

Tres años después el Mundial llegaba a tierras galas. Se repetía el mismo formato de la última edición y Estados Unidos volvía a tomar parte en un gran campeonato. La selección de Japón volvía a representar a Asia, mientras que ningún equipo africano acudió al Mundial esta vez.

En la primera fase hubo un grupo muy interesante, el grupo A. En él se midieron Suecia, Alemania Oriental, Unión Soviética y Noruega. Se produjo un triple empate en cabeza, pero el 'gol average' dictó sentencia. Suecia y la RDA pasaban de ronda, mientras la URSS, semifinalista en 1967, quedaba eliminada. En los demás grupos no hubo sorpresas y las favoritas se clasificaron para cuartos de final: Checoslovaquia, Alemania Occidental y Hungría como primeras de grupo y Yugoslavia, Rumanía y Dinamarca como segundas.

Las dos Alemanias se midieron en un duelo que necesitó prórroga

En cuartos de final hubo emparejamientos muy duros. Rumanía venció a Suecia por un ajustado 15-13, dejando por segundo Mundial seguido a los escandinavos lejos de las medallas.

Las dos Alemanias se midieron en duelo fratricida que tuvo que resolverse en la prórroga. Alemania del Este se había mostrado más débil que su 'enemistada hermana' en los últimos campeonatos, pero en esta ocasión consiguieron hacerse con la victoria y entrar por primera vez entre los cuatro mejores.

La campeona, Checoslovaquia, dio la sorpresa negativa al caer tempranamente, en esta ronda de cuartos. Su verdugo fue Dinamarca, la selección a la que ganó la final tres años antes. Por último, Yugoslavia venció en un duro duelo a Hungría por la mínima.

Las semifinales tuvieron menos historia. Rumanía y Alemania del Este vencieron a Dinamarca y Yugoslavia, respectivamente, y se citaron en el partido por el oro.

Rumanía necesitó otra vez una doble prórroga, pero se hizo con su tercer oro

El reinado rumano había sufrido un impasse con la victoria de Checoslovaquia en 1967, pero en Francia volverían a lo más alto. De nuevo necesitaron una doble prórroga para vencer a su rival, como en su primer título, pero finalmente se impusieron por 13-12. Rumanía conseguía así ser la primera selección con tres oros mundiales.

Así fue la prórroga que decidió la final

Yugoslavia se hizo con su primera medalla, al ganar el bronce a Dinamarca. El máximo goleador del campeonato fue uno de los primeros mitos de este deporte, el soviético Vladimir Maksimov, quien tantos años después llevó a Rusia a dominar en balonmano desde el banquillo.

República Democrática Alemana 1974

Hubo que esperar cuatro años para volver a disfrutar del Mundial, que esta vez volvería a tener lugar en la Alemania Oriental. Volvía España a un gran campeonato y Argelia entraba por primera vez como representante africano.

La nueva jerarquía mundial siguió imponiéndose. Alemania Occidental y Suecia confirmaron que su mejor momento era cosa del pasado y quedaron eliminadas en primera ronda, así como España, que solamente fue capaz de ganar un partido, a la propia selección sueca.

Se volvió al formato antiguo, disputándose una segunda fase dividida en dos grupos de cuatro. En el primero se batieron Rumanía, Checoslovaquia, Dinamarca y Polonia. A pesar del gran nivel del grupo, Rumanía dio toda una lección de poderío y se clasificó como primera de grupo al vencer todos los partidos con suma autoridad. De nuevo estarían en la final. El segundo puesto del grupo fue para Polonia, que sorprendió a sus rivales y se clasificó para la lucha por el bronce.

En el segundo grupo se jugaron el primer puesto la República Democrática Alemana y Yugoslavia, con victoria germana. Los balcánicos quedaron para el bronce mientras la URSS y Hungría quedaron fuera de la lucha por las medallas.

Por segundo Mundial consecutivo la selección de Yugoslavia se colgó el bronce, tras deshacerse de una Polonia menos experimentada y que por primera vez asomaba la cabeza en los primeros puestos.

La final era la misma que en la última edición. Rumanía y la RDA protagonizaron un partido de alternativas, en el que los alemanes comenzaron dominando. En la segunda parte Rumanía consumó la remontada y consiguió su cuarto título, firmando el último episodio de su dictadura. Su cañonero Stefan Birtalan, que podía jugar de central o de lateral, fue el líder del equipo y terminó como máximo goleador, con 43 tantos.

El cañonero Birtalan lideró a Rumanía