Arabia Saudí: entrando de rebote

El papel de Arabia Saudí en los Mundiales nunca ha sido demasiado preponderante. Sus participaciones siempre han rondado la vigésima posición, pero el estar presente de forma regular es ya un gran mérito.

En esta ocasión su participación no la ganó en la pista. Su rendimiento en el Campeonato de Asia 2014 fue peor de lo esperado y terminaron lejos de los puestos que daban derecho a disputar el Mundial de Qatar.

Su sexta posición en el Campeonato de Asia les dejó en un principio fuera de Qatar 2015

La mala clasificación del vasto país árabe se gestó en la primera fase. Quedó encuadrado en un grupo con la anfitriona Bahréin, la Irán de Rafa Guijosa y Corea del Sur, como selecciones más importantes. Finalmente sólo pudieron ganar a las débiles China y Uzbekistan y sus enfrentamiento contra las primeras se saldaron con un empate ante los persas y dos derrotas ante las otras dos. El resultado fue un cuarto puesto en el grupo que les apartó de semifinales y les condenó a la lucha por la quinta posición. Toda vez que el Campeonato de Asia repartía tres plazas mundialistas, Arabia Saudí no obtendría una de ellas.

Al final fueron derrotados por Corea del Sur en el partido por la quinta posición y tuvieron que conformarse con el sexto lugar. De todas las ediciones en las que Arabia Saudí ha participado, solamente en las de 1977 y 1991 obtuvo una clasificación peor.

Pero por suerte para ellos, dos de las selecciones que les precedieron en el Campeonato de Asia, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, renunciaron al Mundial. La IHF se encargó entonces de otorgar dos invitaciones para completar un campeonato de 24 equipos, Arabia Saudí e Islandia fueron las agraciadas. La historia reciente de los dos equipos fue uno de los motivos por los que fueron elegidas.

Discreta historia

La vida de Arabia Saudí está marcada por dos aspectos fundamentales: el petróleo y la religión. Los dos lugares más sagrados del Islam, La Meca y Medina, son los lugares más emblemáticos del país y punto de peregrinación de millones de musulmanes. La política está supeditada a la religión y el país gira alrededor del Corán. El otro atributo fundamental de Arabia Saudí es el oro negro. Las ingentes reservas de hidrocarburo presentes bajo su tierra le convierten en el primer exportador de petróleo del mundo.

Con este panorama el deporte es uno de los entretenimientos preferidos de los sauditas. El fútbol es el deporte rey, los deportes de vela y las carreras de camellos también son muy seguidos y el balonmano siempre ha sido una de sus señas de identidad.

Sus equipos suelen plantarse en las rondas finales de la Liga Asiática de Clubes, sobre todo el Al Noor y el Mudhar, campeón en 2011. Estos dos equipos surten de jugadores al combinado nacional.

El nivel de Arabia Saudí está lejos del de los primeros equipos del mundo, pero en las últimas décadas se ha mantenido siempre entre los mejores conjuntos asiáticos. Desde que se disputa el Campeonato de Asia, de 1977 a esta parte, la selección de Arabia Saudí siempre ronda los puestos de medalla. En total ha conseguido tres bronces, en 2002, 2008 y 2012.

Han estado en seis de los últimos nueve Mundiales

Estos resultados le han permitido estar presente en seis de los nueve últimos Mundiales. Desde que debutara en Japón 1997 sólo se ha perdido las ediciones de Túnez 2005, Alemania 2007 y Suecia 2011. Ésta será su séptima participación.

Las seis anteriores ocasiones en las que disputaron el Campeonato del Mundo terminaron con resultados parecidos y cercanos a la última posición. La mejor clasificación fue el 19º lugar conseguido en Portugal 2003 y España 2013.

Excéntrico estilo

La selección de Arabia Saudí pondrá al campeonato un punto diferente, con un estilo de juego distinto al de todos los demás. Frente a los tradicionales sistemas defensivos zonales, el entrenador Goran Dzokic apuesta por una defensa individual a partir del centro del campo. El resultado es un balonmano diferente, sorprendente al ojo del aficionado acostumbrado al estilo europeo. Es un balonmano mucho más agresivo y ambicioso, pero muy difícil de llevar a cabo. Para realizarlo se necesita un físico privilegiado, puesto que los desplazamientos son mucho más amplios y se ha de cubrir mucha más cancha. Además, se generan muchos espacios y las ayudas son difíciles de ejecutar, hay que tener una visión marginal muy efectiva.

La defensa individual de Arabia Saudí pondrá al Mundial la chispa diferente

Lo que busca este tipo de defensa es dificultar la circulación del balón y mantener el esférico lejos de la portería propia. Además, arriesgan mucho intentando robar balones y cuando lo consiguen generan contragolpes sencillos. Cuando no lo logran, sin embargo, es el rival el que encuentra un lanzamiento relativamente fácil desde seis metros.

Sus jugadores no destacan en la élite del balonmano. Su gran goleador histórico, el lateral Mustafa Alhabib, no estará en este Mundial para liderar a los suyos. Esa responsabilidad recaerá en su sucesor en la posición de lateral derecho, Hisham Alobaidi. La fuerza de la primera línea se completará con el eléctrico Mohammed Alzaer y el joven Mahdi Alsalem. El extremo zurdo Ahmad Alabdulali será el otro puntal ofensivo.

Con una defensa tan arriesgada, la actuación del portero Mohammad Alsalem será clave. Tendrá una tarea difícil, pues seguramente la mayoría de los tiros que reciba llegarán desde la línea de seis metros.

Evitar la última plaza

La invitación a jugar este Mundial convierte su participación en un regalo mayor del que podían esperar. Su nivel de balonmano le convierte en una de las cenicientas del campeonato. Además, la polémica decisión de la IHF de dejar fuera a Australia hace que desaparezca uno de los rivales a los que podría haber dado un susto.

Arabia Saudí lo tendrá complicado para puntuar en la primera fase

Así las cosas, el único objetivo de Arabia Saudí deberá ser el de evitar la última posición. Antes de empezar el campeonato es el favorito número uno a ocupar el farolillo rojo.

Por si fuera poco, su grupo puede ser el más fuerte del torneo, con selecciones de primerísimo nivel como Dinamarca o Polonia y otras que son aspirantes como Alemania o Rusia. Ni siquiera parece probable que puedan generar muchos problemas a la selección de Argentina.

La 19ª plaza del Mundial de España parece ahora una quimera. Sólo una actuación por encima de lo esperado en la Copa Presidente les libraría de cerrar la clasificación.

El entrenador: Goran Dzokic

El seleccionador saudí es un viejo conocido de la Liga ASOBAL y un hombre muy querido en los pabellones españoles. Su hijo Marko nació en Lalín cuando su padre era jugador. El serbio llegó a España a finales de los ochenta y se consagró como un gran goleador. Militó siete temporadas en ASOBAL y algunas más en División de Honor B. Jugó en equipos como el San Antonio de Pamplona, Ademar León, Valencia, Cangas, Teucro y en la Sociedad Conquense.

Posteriormente hizo carrera como entrenador. De nuevo Cuenca fue uno de sus destinos, pues entrenó al Ciudad Encantada entre 2007 y 2010. En su primera temporada consiguió el ascenso a la Liga ASOBAL y en las dos siguientes temporadas mantuvo al equipo en la máxima competición española. Tras salir del equipo por desavenencias con la directiva, entrenó al Puerto Sagunto, también en ASOBAL.

Afronta ahora su segundo año como seleccionador de Arabia Saudí y tiene la difícil misión de guiar a uno de los equipos más débiles del Mundial.

La estrella: Hisham Alobaidi

El lateral es el mejor goleador del equipo. Es un jugador polivalente que, a pesar de ser diestro, suele jugar en la derecha. No es alto y su peligro viene de su velocidad. Es complicado frenarle en carrera y tiene buena finta. Además, pese a sus 185 cm de altura es capaz de lanzar desde fuera en salto o de cadera.

A sus 26 años debe ser el líder de su selección, después de que Mustafa Alhabib haya dejado el combinado nacional. Tiene experiencia de internacional y realizó buenos partidos en el pasado Mundial, sobre todo ante Eslovenia y Argelia.

Jugadores clave: Mahdi Alsalem y Mohammad Alsalem

Mahdi Alsalem es el central que maneja el ritmo de juego. Es un jugador que ronda el 1,90 que no se lo piensa a la hora de buscar portería. Tiene un buen lanzamiento de cadera, aunque en ocasiones abusa de él y falla muchos tiros. El día que está inspirado es un peligro para el equipo rival. Con apenas 22 años ya lideró el ataque saudí en el Mundial de España. Dos años después, su papel debe ser todavía más preponderante.

El portero Mohammad Alsalem ha cogido el testigo de Manaf Alseed. Es un meta parecido a su antecesor, de 189 cm de altura y muy corpulento. No es elástico ni rápido, pero sí ocupa mucho espacio y para muchos balones por colocación.

La especial defensa que llevará a cabo su equipo le convertirá en uno de los porteros con mayor número de lanzamientos recibidos. Además, la mayoría de ellos serán desde seis metros, por lo que será difícil que consiga buenos porcentajes.

Calendario primera fase

Lista de convocados