El grupo B compuesto por Croacia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Austria, Túnez e Irán, un grupo marcado por las selecciones balcánicas, nada menos que tres de ellas son de los Balcanes, y por la igualdad que, a priori, se presenta, salvo el caso de los croatas.

Las selecciones

Croacia no conquista el título mundial desde el 2003, pese a ello siempre es un conjunto a tener en cuenta y la gran favorita de este grupo. Un candidato fijo en cualquier campeonato, aunque no sea un conjunto que cuente en los últimos tiempos con una estabilidad por parte de su cuerpo técnico, con un peculiar Slavko Goluza que en su particular fase de rejuvenecimiento de los suyos ha llegado a prescindir en los últimos años de uno de los mejores jugadores del mundo, Ivano Balic.

Con 'Maravilla' Balic fuera de la selección, su testigo lo ha cogido con éxito el talentoso Domagoj Duvnjak, elegido mejor jugador del año 2013 para la IHF.

Bosnia-Herzegovina se estrena en un Mundial, tras conseguir su plaza en la eliminatoria contra Islandia. Es un conjunto, por otra parte, que está muy lejos del nivel del balonmano de los demás conjuntos balcánicos. Dragan Markovic contará con una selección donde Mirsad Terzic será el hombre más experimentado.

Será la tercera participación en un Mundial para Macedonia. El equipo ha mejorado bastante en los últimos tiempos y está plagado de jugadores del HC Matalurg, que forman la columna vertebral del equipo. Pero su estrella es, sin duda alguna, el barcelonista Kiril Lazarov. Los de Ivica Obvran deberían hacerse con una de las cuatro primeras plazas de este grupo y avanzar a los octavos de final.

Difícil será el papel de Austria en este campeonato, pues todos esperan que aprovechen el flojo grupo en el que han sido encuadrados para avanzar en el torneo. Pero el equipo centroeuropeo no tiene un nivel preponderante, sólo sus extremos Robert Weber y Raul Santos son jugadores de primera fila. Su defensa, muchas veces por encima del reglamento, será clave para el devenir austriaco en su quinto Mundial.

Túnez se ha convertido en un asiduo de los Mundiales, debido a su potencial en el Campeonato Africano, en el que desde el año 1974 no ha bajado del pódium. Pese a ello, su nivel aún se encuentra lejos del de las selecciones europeas, aunque no debemos olvidar la sorpresa que dio en el Mundial de 2005, conquistando la cuarta plaza en su casa. Un equipo luchador y muy físico, que vuelve a ser dirigido por Sead Hasanefendic, entrenador del Túnez de 2005 que causó sensación, y donde destaca la figura del culé Wael Jallouz.

Por primera vez en la historia de este deporte, la selección nacional iraní ha conseguido su pase para participar en el Campeonato Mundial de Balonmano Masculino, tras conseguir la tercera plaza del Campeonato Asiático. Pese a que fue el madrileño Rafa Guijosa quien consiguió tal proeza desde el banquillo, finalmente rompió su unión con la federación iraní y será el esloveno Borut Macek quien dirija a Irán en esta primera experiencia.

Aun así, Irán tendrá muy complicado siquiera puntuar, por lo que es candidata número uno a no pasar a octavos. Presumiblemente le acompañará a la Copa Presidente la selección de Bosnia-Herzegovina, muy inexperta, pero Túnez, Austria o Macedonia no podrán confiarse en ningún momento.

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Sobre el autor
Judit Blanco Manresa
Periodismo y Comunicación Audiovisual. Entrenadora y Jugadora de Balonmano.