Manolo Cadenas puso en pista desde el pitido inicial toda su artillería, conocedor de que el partido de hoy no era uno más. Enfrente, la selección de Qatar, anfitriona de este campeonato y entrenada por el anterior seleccionador nacional de España, Valero Rivera, gran sabedor del juego de los 'Hispanos'.

Sierra, Rivera, Cañellas, Victor Tomás, Aginagalde, Entrerríos y Maqueda eran los elegidos para iniciar el encuentro bajo la atenta mirada de unas gradas más llenas que de costumbre y en las que España contaba con el apoyo de los liberados animadores de la Furia Conquense.

El destino quiso que los tres primeros goles marcados por los de Cadenas a la selección de Rivera fuesen conseguidos por el extremo izquierdo Valero Rivera, hijo del técnico qatarí.

Durante los primeros quince minutos de la primera mitad el encuentro fue controlado por la campeona del mundo, que a pesar de ello no conseguía distanciarse en el marcador con un tanteo que se antojaba bastante corto debido a las escasas opciones de las que gozaba la primera línea y a los continuos fallos en el juego de ataque.

Las acciones individuales en el ataque de ambas selecciones se imponían al juego colectivo, que se trababa una y otra vez, sin conseguir apenas realizar jugadas con los pivotes, que se encontraban perdidos en las defensas rivales.

Cadenas: "Necesitamos ser mas fluidos en ataque. En defensa hemos dado un gran paso adelante, pero necesitamos algo más de lanzamiento"

La selección qatarí aprovechaba los errores del juego español y las pérdidas para hacerse con las riendas del encuentro y sorprendía a una desconcertada selección española, que se veía incapaz de contener el ímpetu de los locales, quienes se adelantaban en el luminoso y conseguían llegar al descanso con dos goles de diferencia (10-8).

El ataque español se había embarullado demasiado y los lanzamientos se estrellaban en el portero Stojanovic.

España contra las cuerdas

Valero Rivera supo ajustar el juego de los suyos en el inicio de la segunda mitad, dando mayor movilidad al ataque ante la estática defensa española, que permitía los durísimos lanzamientos exteriores de Capote y Markovic, que batían a un poco inspirado Sierra.

El juego de los 'Hispanos' no acababa de explotar. Los balones no llegaban a Julen Aginagalde y tan solo los lanzamientos exteriores de Maqueda y Cañellas, junto a las entradas de Rivera desde el extremo, impedían a los asiáticos aumentar la ventaja. El intercambio de golpes beneficiaba a los qataríes, que veían pasar los minutos a su favor y empezaban a creer en el milagro.             

Cadenas: "Estábamos defendiendo bien en 6:0 pero tuvimos que cambiar al 5:1 para recuperar balones y jugar más al contraataque"                          

Finalmente llegó el momento clave del partido, Gonzalo Pérez de Vargas entraba para intentar revolucionar el juego desde la portería, Valero Rivera conseguía poner las tablas en el marcador y Manolo Cadenas solicitaba tiempo muerto para pedir a sus hombres propiciar más situaciones de contraataque. Además, cambió la defensa a 5:1, sistema que anuló los lanzamientos exteriores y complicó las jugadas del ataque de Qatar, dejando la responsabilidad de la finalización de las jugadas en un inspirado Markovic.

Y apareció Aginagalde

Se llegaba a los cinco últimos minutos de partido con un 24-24 que llenaba de incertidumbre el resultado final. Pero si hasta ese momento no se había disfrutado del mejor pivote del mundo, a partir de ese entonces se vio la mejor versión de Julen Aginagalde, que jugada tras jugada fue aumentando la renta hispana.

Si el ataque español había mejorado, bajo palos la presencia de Gonzalo Pérez de Vargas elevaba el nivel de la portería con varias intervenciones de gran mérito.

El partido entraba en sus dos últimos minutos con ventaja de dos goles para los de Cadenas. Valero Rivera se veía obligado a solicitar tiempo muerto en un intento desesperado de contrarrestar los dos goles de diferencia, pero volvía a aparecer 'Gonchi' en la portería española y mataba las ilusiones qataríes. Fue entonces Manolo Cadenas quien solicitó tiempo muerto para realizar una última jugada y pedir a sus hombres un gol más. Una vez más fue Aginagalde, autor de los cuatro últimos goles, quien puso el punto y final a un emocionante encuentro en el que Qatar sorprendió y España no acabó de despejar las dudas.

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Sobre el autor
Judit Blanco Manresa
Periodismo y Comunicación Audiovisual. Entrenadora y Jugadora de Balonmano.