Polonia dio un paso importante en el Mundial de balonmano de Qatar al imponerse hoy por 24-20 a la selección de Suecia, en un partido en el que el conjunto nórdico acusó en exceso la baja por lesión del lateral derecho Kim Andersson.

El equipo dirigido por Staffan Olsson y Ola Lindgren, que llegaba a la eliminatoria tras disputarle a Francia el primer puesto del grupo C en su último partido de la primera fase, mandó en el electrónico hasta el inicio del segundo tiempo (12-14, min.37), cuando sufrió un atasco monumental en el ataque posicional.

Polonia lo aprovechó para endosarle un parcial de cinco goles por solo uno de los suecos en apenas once minutos. Los suecos se mostraron incapaces de encontrar soluciones a sus problemas en la primera línea pese al tiempo muerto solicitado por su entrenador. Una y otra vez se empeñaron en entrar por el centro, la zona más fuerte de la defensa polaca.

El seleccionador sueco buscó alternativas con un cambio defensivo, situando a Jonas Kallman de avanzado en su sistema 5:1, pero dos exclusiones prácticamente consecutivas facilitaron el triunfo de los polacos, liderados por los hermanos Bartosz y Michal Jurecki.

A partir de aquí Polonia se dedicó a nadar y guardar la ropa, controlando el partido pese a los desesperados intentos de Suecia, que acusó enormemente la baja del lateral Andersson, una ausencia clave en el juego de los nórdicos.

Con esta victoria Polonia alcanza nuevamente unos cuartos de final, al igual que hiciera en los Mundiales de Alemania 2007 y Croacia 2009 donde llegó a la lucha por las medallas siendo plata y bronce, respectivamente.

Los polacos se medirán en cuartos de final a la selección de Croacia. El encuentro se disputará el miercoles 28 de enero a las 16:30 hora española en el Ali Bin Hamad Al-Attiyah, coincidiendo con el partido que enfrentará a los anfitriones con Alemania.

Kim Andersson deja la selección

Uno de los mejores laterales derechos de la historia ha dicho adiós a su selección con esta derrota. El zurdo Kim Andersson ha anunciado que a sus 32 años dejará el combinado sueco tras este Mundial para centrarse en sus últimos años como jugador de club.

Las lesiones han impedido al aficionado al balonmano disfrutar más de este extraordinario jugador. Después de cuajar un espectacular inicio de temporada con el KIF Kolding decidió acompañar a su selección una última vez. Pero de nuevo problemas físicos han hecho que se perdiera los últimos partidos y no pudiera despedirse en la cancha.

Suecia pierde a su jugador más importante y ahora deberá reinventarse mirando al futuro.