Qatar y Alemania se medían en uno de los cuartos de final con mayor expectación. Los anfitriones llegaban metiendo un poquito de miedo, mientras que Alemania había mostrado un buen balonmano, pero aún le quedaba un puntito por terminar de cuajar.

Enseguida cada uno de los dos equipos demostraron sus intenciones. Los qataríes apostaban por los kilos, por el aspecto físico y por el ataque en 4:2, con dos pivotes (Borja Vidal y Benalí) en constante martilleo sobre la defensa germana. Por su parte, Alemania buscaba más la movilidad, el juego rápido con sus dos laterales: Drux y Weinhold.

Qatar Handball.

Los primeros minutos se resolvieron con un empate técnico. Los anfitriones golpeaban, pero en apenas unos segundos recibían la rápida respuesta de los alemanes. Hasta que dos pérdidas consecutivas de la primera línea germana permitieron a los hombres de Valero Rivera salir a la contra y anotar con facilidad. Qatar conseguía una renta de cuatro goles (9-5) que metía el miedo en el cuerpo a los invitados a este Mundial.

Pero llegó una doble superioridad para el equipo de Dagur Sigurdsson. Parecía que podía ser la oportunidad para acercarse en el marcador para los europeos. Sin embargo, no supieron aprovechar la oportunidad y, si no eran las pérdidas de balón en los pases, eran los lanzamientos detenidos por Daniel Saric.

Ahí pareció acabarse Alemania. La defensa en 5:1 era un auténtico coladero y los qataríes perforaban la zaga centroeuropea con suma facilidad. El ‘primer Hispano’, Borja Vidal dio todo un recital en la línea de seis metros, aunque el asturiano tampoco tuvo demasiadas dificultades para zafarse de unos defensores germanos que parecían superados en absolutamente todas las facetas.

El técnico de la selección alemana decidió hacer un cambio en la portería. Y la entrada de Silvio Heinevetter fue todo un revulsivo para Alemania, o, más que un revulsivo, el hombre que les mantuvo en la pomada pese al pésimo encuentro que estaban teniendo todos y cada uno de los germanos, salvo honrosas excepciones.

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La ventaja árabe, sin embargo, no se reducía. Ni siquiera con el cambio en el sistema defensivo, del 5:1 al 6:0. Los de Valero Rivera estaban muy cómodos, sobre el 40x20 y sólo hacían que aumentar la renta en el luminoso. Ventaja que llegó a ser de seis tantos, pero dos acciones consecutivas de los alemanes en el último minuto del primer tiempo les permitieron reducirla a cuatro goles (18-14). Y, sobre todo, les permitía soñar con la remontada y con el pase a semifinales.

Pero el inicio del segundo periodo de Alemania fue como toda su primera mitad: un auténtico desastre. Y a punto estuvieron de tirar por tierra el encuentro.

Consiguieron relajarse y templarse a tiempo los alemanes, Strobel se echó el equipo a la espalda en ataque y redujeron la distancia a tan solo dos tantos. Valero Rivera se veía obligado, entonces, a pedir un minuto de descanso.

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Ahora eran los qataríes los que tenían que atemperar sus nervios. Alemania había mejorado con creces su defensa y los de Valero Rivera no encontraban la tecla para perforar el 6:0 planteado por Sigurdsson en los segundos treinta minutos. Todo hasta que los grandes lanzadores exteriores del cuadro qatarí comenzaron a anotar.

Se entró, entonces, en una dinámica de intercambio de golpes que no beneficiaba a ninguno de los dos: a Alemania porque estaba por detrás, y a Qatar porque estaba errando demasiados lanzamientos y su rival había mejorado exponencialmente.

Pero volvieron las dudas al siete alemán. Se empezó a notar la juventud e inexperiencia de sus jugadores, en especial, en ataque, porque la defensa seguía funcionando. Pero tampoco funcionaban las cosas en el cuadro qatarí, que no terminó nunca de rematar el encuentro y dejó la continua posibilidad a Alemaniade acercarse en el marcador.

A falta de tres minutos para el final, los germanos tenían balón para colocarse a un solo gol, pero regresaron los nervios, los fallos en ataque y, sobre todo, apareció el guardameta del FC Barcelona, Daniel Saric, que con tres paradas desquició a los alemanes y les dejó sin su ansiada semifinal.

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Con esta victoria, Qatar se mete en una semifinal mundialista por primera vez en su historia y luchará por hacerse un hueco en la final frente a otra de las sorpresas de estos cuartos de final, Polonia, que derrotó por 22-24 a Croacia.

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