El Lusail Multipurpose Hall de Doha fue el escenario de una final de un Mundial de balonmano, inédita. Valero Rivera conseguía llevar por segunda vez consecutiva a una selección hasta la final de un Campeonato del Mundo y esta vez totalmente por sorpresa. Qatar no sólo consiguió su objetivo sino que superó con creces lo esperado antes de que comenzase el que ha sido ‘su’ Mundial. Polémicas sobre nacionalizaciones aparte, el conjunto qatarí alcanzaba de forma meritoria una final histórica para ellos.

El problema es que en frente se encontraban con, probablemente, la mejor selección de balonmano de todos los tiempos. ‘Les Experts’ fueron creciendo a lo largo del campeonato hasta dar una imagen de equipo compacto y brillante ante España en semifinales. Las actuaciones particulares de algunos de sus mejores jugadores como es el caso de Karabatic, Omeyer, Guigou, Narcisse o el acierto de Joli de cara a portería, sin dejar de lado a todos los demás, han llevado a los de Claude Onesta a conquistar su quinto Mundial.

Dominio galo

Francia afrontaba el último partido del campeonato con la baja por lesión de Mathieu Grebille, que fue sustituido por Samuel Honrubia, aunque el parisino no saltó al 40x20 finalmente. Por su parte Qatar también llegaba con un tocado, el lateral Rafael Capote tenía algunas molestias en la rodilla, lo que no le impidió ser de la partida y de hecho, acabó siendo, como lo había sido durante todo el campeonato, uno de los jugadores claves para el equipo.

Las porterías con Saric y Omeyer, fueron clave.

Empezó bien Qatar tras un primera fallo de Nyokas para los franceses, quien por otro lado estuvo muy activo durante el partido y anotando primero gracias al tanto de Benali. En la siguiente jugada  y por sorpresa, Stojanovic detenía un siete metros a Joli, algo harto complicado ya que el extremo zurdo es todo un experto y su porcentaje de acierto ha sido espectacular.

Desde un primer momento se vio que las porterías iban a ser clave en el partido. Daniel Saric, que sustituyó a Stojanovic bajo palos en los primeros minutos y Thierry Omeyer en la portería francesa, son dos de los mejores porteros del mundo hoy en día y en la final del mundial, como no podía ser de otra manera, así lo demostraron.

Qatar arrancó bien pero pronto empezaron los fallos y eso, para una cuatro veces campeona del mundo, es imperdonable. Los franceses apretaban en defensa y se encomendaron al siempre efectivo Nikola Karabatic, quien en la primera mitad estuvo especialmente enchufado. Los franceses corrían y lograban poner distancia en el marcador gracias a un contragolpe bien ejecutado. Detalles que marcan la diferencia entre los buenos y los mejores.

Les Bleus, acostumbrados a encontrarse escenarios como estos, no en vano disputaban su sexta final de un mundial, también tiraron de inteligencia y no dejaron de buscar las faltas del pivote Mabrouk, quien antes de cumplirse el primer cuarto de hora de partido, ya había visto la segunda exclusión.

Con la segunda para el jugador qatarí, los anfitriones se descentraron ligeramente y Capote también vio dos minutos tras una entrada a Narcisse, dejando por unos segundos a los suyos con cinco en pista. Fue uno de los peores momentos para los de Rivera en pista que tuvieron una serie de imprecisiones donde perdieron balones fácilmente y Francia no perdonaba.

El técnico español muy enfadado viendo la sangría que podían hacer los galos, solicitó un tiempo muerto para calmar a los suyos y corregir errores. Tras la charla de Valero y con la defensa francesa muy bien cerrada, Qatar vio la solución en lanzamientos de 9 y 10 metros gracias a los tiros exteriores, especialmente obra de Capote.

Los anfitriones supieron remar con la situación clara de desventaja y acercarse al marcador.

Tras unos minutos de zozobra, los anfitriones supieron remar con la situación clara de desventaja y se acercaron en el marcador. En pista ya no se les veía tan descolocados y se supieron sobreponer al huracán francés. Además, el principal valedor y hacedor da la mayoría de los goles franceses, Karabatic, fue excluido cundo la diferencia se había recortado a tres tantos.

En los últimos instantes de la primera mitad, Qatar fue capaz de anotar en el último instante tras una amenaza de pasivo gracias a otro de los jugadores más destacados del equipo, Markovic y en la siguiente jugada Saric detuvo el último lanzamiento galo antes de que el marcador señalara que se habían cumplido los primeros treinta minutos de encuentro. La diferencia en el marcador era de tres goles, 11-14 al descanso.

Presión qatarí

Qatar salió en la segunda mitad desatada. Dos goles rápidos y seguidos y una falta en ataque de los franceses, les dejaban a tan sólo un gol de diferencia. Pero la experiencia es un grado. Los de Onesta sólo necesitaban concentrarse en defensa, algo que les había costado nada más empezar y tras dos jugadas con intensidad defensiva pusieron de nuevo la diferencia en el marcador.

Qatar no terminaba de engancharse y Francia aumentaba la intensidad.

Las diferencias en el marcador se iban entre los tres goles de diferencia y uno tanto como mínimo, Qatar no terminaba de rematar su trabajo. Markovic mantenía a los suyos y uno de sus goles puso de nuevo la diferencia por la mínima. Además, los árbitros perdonaron la tercera exclusión al pivote Mabrouk tras un manotazo ostensible a Narcisse.

Cuando más cerca estaban, Francia sufrió la exclusión de Sorahindo. Pero Qatar no supo aprovechar la superioridad numérica. Qatar no terminaba de engancharse y Francia aumentaba la intensidad. Y como era de esperar, Omeyer volvió a aparecer.

Valentine Porte fue uno de los mejores, especialmente en la segunda mitad, cuando Karabatic se mostró más cansado y el equipo necesitaba que todos remasen. El extremo hizo mucho daño en el tramo final del partido, estuvo muy inspirado.

A falta de siete minutos Francia hizo un robo de balón con gol de Mahe para poner tres goles de diferencia de nuevo. Francia no perdonaba ningún error de Qatar, que tuvo que jugar concentrado al cien por cien para poder estar al nivel y aun así fue insuficiente.

Francia también contó con algo de suerte con un palo en un lanzamiento qatarí a falta de tres minutos para haberse puesto a un gol. Pero la suerte sonríe a quien la busca, y sobre todo al final la calidad sobresale por encima de cualquier tipo de suerte. Destacar el gran trabajo de Daniel Narcisse tanto en defensa como en ataque en un día crucial.

Francia se hace con la triple corona, Mundial, Olimpiadas y Europeo.

De este modo y con una victoria por 22-25, Francia se convierte en la única selección que suma cinco mundiales en su haber, Suecia y Rumanía suman cuatro. Además, ahora mismo Les Experts son actuales campeones del mundo, de Europa y Olímpicos. Dentro de dos años, el siguiente Mundial se disputará precisamente en Francia, donde defenderán su cetro como locales. La mejor selección de la historia intentará revalidar por sexta vez en su historia el campeonato.

Qatar termina su Mundial con una plata, algo que nadie podía ni imaginar hace apenas dos semanas. El trabajo de Valero Rivera con la selección asiática ha sido inconmensurable. Termina el vigésimo cuarto campeonato del mundo con Francia en lo alto del podio, Qatar como segunda mejor selección mundial y Polonia con un meritorio bronce. La siguiente cita en enero de 2017.