Demetrio Lozano realizó su mejor partido de la temporada como jugador y anuló tácticamente, como entrenador, cualquier opción de un apático conjunto alcarreño, el entrenador-jugador alcalaíno ganó en todos los aspectos la partida al cordobés César Montes.

El inicio del partido de los aragoneses dejó muy claras sus intenciones, ganar el encuentro y sumar dos puntos que se presumían vitales para que los locales no quedaran descolgados en el pozo de la tabla. El ímpetu inicial de los locales desarboló a los alcarreños que se vieron incapaces de frenar la avalancha del juego maño.

César Montes, técnico alcarreño, se veía obligado a solicitar un tiempo muerto antes de llegar a los cinco minutos del partido. Receso que volvió a solicitar en el minuto 23 viendo la mala actuación de sus hombres. 

Si el ataque del BM. Aragón era una tromba, con Demetrio Lozano y Sorli imparables, la defensa era una muralla infranqueable para los hombres de César Montes. A esta férrea defensa se sumaba la gran actuación del reaparecido portero Julio Rodríguez.

El marcador reflejaba claramente lo visto sobre el parquet del Siglo XXI y mediada la primera parte, el conjunto local se colocaba con seis goles de diferencia en el luminoso y con la sensación de que la ventaja iría en aumento con el paso de los minutos.

La superioridad de los aragoneses quedó reflejada con un claro 19-9, marcador que dejaba constancia de la escasa capacidad goleadora del conjunto visitante.

BM Aragón supo dosificar la ventaja

Como era de preveer la reanudación del encuentro no deparó ninguna sorpresa y el juego transcurrió por los mismos derroteros de los primeros treinta minutos. La distancia en el luminoso fue aumentando y los de Lozano conseguían poner el marcador, en el minuto quince de la segunda mitad, en un contundente 28-17.

Los visitantes tan sólo fueron capaces de imponerse cuando el cuadro local comenzó a acusar el tremendo esfuerzo realizado y la clara diferencia en el marcador, lo que les hizo bajar notablemente la intensidad y permitir al conjunto alcarreño conseguir un parcial de 0-6, que les colocó a cinco puntos de sus rivales.

Demetrio Lozano, sabedor de la necesidad de conseguir los dos puntos a toda costa, solicitaba tiempo muerto a falta de nueve minutos para el final buscando una solución para evitar que la ventaja adquirida siguiera disminuyendo.

Los consejos del jugador-entrenador dieron su fruto y dejaron la reacción del conjunto morado en tan solo una anécdota consecuencia del cansancio y la confianza. Los jugadores aragoneses fueron conscientes de que administrando la diferencia conseguida podían llegar tranquilamente al final del encuentro, y así fue.

El partido llegó a su final con un 32-26 que reflejaba a la perfección lo visto sobre la pista, un conjunto con hambre de victoria y la necesidad de sumar contra un equipo, el morado, que es capaz de realidad excelentes encuentros o pasar por la pista sin pena, ni gloria.

Al finalizar el encuentro el técnico visitante hizo autocrítica con lo realizado por su equipo: “Hemos salido muy fríos al partido, nada acertados en defensa y con poca suerte en ataque”, declaraba César Montes. Preguntado por su rival reconocía la superioridad del conjunto aragonés afirmando que: “A pesar de haber recortado, no hemos tenido posibilidades reales de llevarnos el partido”.