Lejos quedan ya los tiempos en los que la selección española de balonmano sufría para clasificarse para los grandes campeonatos internacionales. El nivel de este deporte en España ha alcanzado unas cotas tales que la presencia de los ahora apodados 'Hispanos' en Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos es una garantía. La victoria ante Alemania en el Palacio de los Deportes de León prácticamente asegura la clasificación del equipo de Manolo Cadenas para el Europeo de Polonia del próximo año.

Hace cuatro días, el mismo enfrentamiento en tierras germanas terminó con una victoria 'in extremis' para Alemania. Esta vez, con el empuje de los aficionados españoles, los 'Hispanos' han demostrado que el balonmano español está uno o dos peldaños por encima del alemán, siempre y cuando se hable de selecciones nacionales.

La vuelta a la convocatoria del pivote Julen Aginagalde ha tenido mucho que ver con la mejora del equipo español. Aunque el sevillano Juan Andreu siempre es un peligro y cumple partido tras partido, contar con el mejor pivote del mundo en ataque añade un plus al equipo.

Pero no fue el pivote la posición más decisiva en este duelo, sino la portería. Arpad Sterbik ha realizado su enésima exhibición bajo palos y ha desquiciado a los jugadores alemanes; bien ayudado, eso sí, por una magnífica defensa española. En ataque, jungo a Aginagalde ha brillado de nuevo la mejor muñeca del balonmano español, la de Valero Rivera Folch. El extremo catalán ha castigado a Alemania con seis goles.

'Déjà vu'

El comienzo del encuentro fue prácticamente calcado al del pasado miércoles en Mannheim. Las defensas, sólidas desde el principio, trabaron los ataques de los dos equipos.

España empezó a encontrar la forma con las combinaciones con Julen Aginagalde. Aunque los jugadores de primera línea a veces se obsesionaron con los pases al pivote, cada bola que llegó al irundarra terminó en gol o siete metros con sanción de dos minutos.

En defensa la presión del 6:0 planteado por Manolo Cadenas obligaba a los alemanes a buscar lanzamientos muy lejanos, nada peligrosos cuando defiende la meta Arpad Sterbik. Los primeros minutos del portero de origen serbio son para poner en todas las escuelas.

Las contras permitieron a Alemania ponerse por delante por 5-7

Como hace unos días, aunque la sensación de superioridad de España era manifiesta, no se reflejó en el marcador. Sobre todo porque el ataque no fue fluido. Tanto fue así que las pérdidas de balón españolas permitieron a los pupilos de Dagur Sigurdsson correr a la contra y de esta forma dar la vuelta al marcador.

El atasco era monumental, pues en el minuto 17 España tan sólo había sido capaz de anotar cuatro goles. Aprovechando una superioridad numérica Alemania, de la mano de los rápidos extremos Gensheimer y Groetzki, pusieron el 5-7 en el marcador.

Reacciona España

El tanteo no se correspondía con los méritos de unos y otros, y en cuanto España consiguió más situaciones claras en ataque le dio la vuelta al partido. La aparición de Ruesga fue clave, pero el asturiano, que volvía a la que fue su casa durante tres temporadas, se lesionó la rodilla en una acción fea, preocupante a menos de un mes para la Final Four en la que jugará con el Veszprem.

En el tramo final del primer tiempo España cogió carrerilla y endosó al rival un parcial de 6-1. Con un gran lanzamiento exterior Joan Cañellas batió a Wolff, que estaba realizando un gran partido, y con 11-8 se llegó al descanso. La defensa y Sterbik, las claves del partido en esos primeros 30 minutos.

Y tras el descanso la receta fue la misma. Arpad Sterbik demostró que no se había enfriado y su zaga le acompañaba, llevando a Alemania hasta el pasivo. El extremo Víctor Tomás puso el marcador en 13-9 y el duelo amenazaba con romperse.

España, de nuevo, gestionó mal las superioridades

Sin embargo, la mala gestión de una superioridad numérica perjudicó a España. Es un defecto que viene arrastrando el equipo de Cadenas desde hace tiempo y cuando lo resuelva ganará muchos enteros. Lo cierto es que Alemania recortó distancias hasta el 14-12 y tuvo que aparecer de nuevo Cañellas para calmar los ánimos con un potente lanzamiento.

Cuando la defensa de los 'Hispanos' volvió a dar un paso al frente todo volvió a la normalidad. Dos goles consecutivos de Valero Rivera volvieron a elevar la ventaja local a los cuatro goles y tras una contra finalizada por Viran Morros el resultado subió hasta el 20-14.

Amago de remontada

Todo parecía decidido, pero los laterales alemanes no opinaban así. El jovencísimo Paul Drux y el talentoso Weinhold aprovecharon una superioridad numérica para volver a acercar a su equipo a tres goles y obligar a Manolo Cadenas a pedir tiempo muerto.

Entonces apareció el quereño Jorge Maqueda para, con una buena trayectoria larga, penetrar en la defensa alemana y frenar el parcial en contra de los españoles. La defensa volvió a ponerse las pilas y obligó a los teutones a realizar lanzamientos exteriores, que Arpad Sterbik se encargó de detener con una suficiencia que casi parecía arrogante. La muñequita de seda de Valero Rivera volvió a dejarse notar para decidir el encuentro.

La clasificación para Polonia 2016 es prácticamente un hecho después de esta victoria española. Los de Cadenas vuelven a alzarse como primeros de grupo, empatados con Alemania con seis puntos pero con el 'gol average' ganado. Quedan los partidos contra Austria (10 de junio) y Finlandia (13 de junio) para certificar la presencia 'hispana' en un nuevo campeonato continental. Desde los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 el combinado de España no se pierde una gran cita internacional.