Contra todo pronóstico, el THW Kiel queda eliminado de la Final Four antes de llegar a la gran final. Los alemanes, que partían como favoritos para alzarse con la victoria, no supieron rebasar el primer escollo del fin de semana. El Veszprem húngaro dio una gran lección de balonmano en el 40x20. El equipo que dirige el español Antonio Carlos Ortega ha firmado sobre el pabellón de Colonia un gran partido que le da el derecho a jugar la esperada final de la EHF Champions League.

El responsable de ello ha sido el portero croata Mirko Alilovic. El veterano guardameta se lució ante los más de 10.000 espectadores durante la segunda mitad, imposibilitando cualquier opción de remontada a un Kiel que, un año más, se queda sin ganar el ansiado título.

 Durante los primeros sesenta minutos del partido, el encuentro fue dominado por el THW Kiel. Los alemanes, equipo más sólido y con más calidad individualmente, encontraba fáciles lanzamientos a la contra. En defensa, las paradas del guardameta, Andreas Palicka, auguraban un partido fácil para el equipo que dirige Gislason. Pero el Vezsprem no iba a vender su piel tan fácilmente.

La rigurosidad que marcaron los árbitros desde el inicio del partido condicionó el juego defensivo de ambos conjuntos. Pero el mayor beneficiado fue el equipo magiar. El Veszprem aprovecharía los precipitados pases de Jicha, Duvnjak y compañía para anotar fácil a la contra. Las arrancadas del ex jugador del FC Barcelona y capitán de los hungaros, Laszlo Nagy, mantenían a flote a los rojos.

A pesar de la primera ventaja tomada por el Kiel en los primeros 10 minutos de juego -donde los cebras se fueron de tres goles de diferencia-, el Veszprem supo cómo darle la vuelta al marcador, con paciencia y  aprovechando las superioridades numéricas. Esto obligó a Gislason a solicitar un tiempo muerto en mitad de la primera parte. Tras la interrupción, la igualdad marcó el juego de ambos conjuntos. Al final, se llegaría al descanso con empate en el luminoso (13-13).

Alilovic se convierte en héroe

Tras el paso por los vestuarios, el conjunto magiar se impuso sobre los alemanes. Los cebras salieron más dormidos que su rival y encajaron un 3-0 de salida. Además, Mirko Alilovic comenzó su recital de paradas, que no terminó hasta el final.

En ataque, el MKB Veszprem seguía en buena racha. Andreas Palicka dejó de estar inspirado y la primera línea hungara -Lazslo Nagy y Momir Ilic- aprovecharon el mal momento del guardameta sueco.

Pero a pesar de la gran ventaja que atesoraba el equipo de Antonio Carlos Ortega -dirigido en el campo por el internacional español Chema Rodríguez-, no fue hasta los minutos finales cuando sentenciasen el encuentro.

Momir Ilic anotaría un lanzamiento desde 9 metros cuando los colegiados estaban a punto de señalar un pasivo que podría haberles condenado. En la siguiente jugada, Domagoj Duvnjak -también bajo la amenaza de pasivo- erró su lanzamiento, imposibilitando cualquier posibilidad de remontada.

Al final, el Veszprem se convierte en el justo vencedor de la segunda semifinal. El domingo, se jugarán ante el FC Barcelona la posibilidad de ganar su primera EHF Champions League. En los últimos años, el conjunto magiar ha ido avisando de la gran calidad de sus jugadores. Al final, el gran esfuerzo que han realizado los jugadores ha dado sus frutos y el premio está mas cerca que nunca. El Barça aguarda ansioso después de vencer en su compromiso -de manera solvente- contra el Kielce.

Por su parte, el THW Kiel vuelve a decepcionar -un año más- en la Final Four de Colonia ante su afición. A pesar de tener grandes jugadores de mucho talento, como Palmarsson, Vujin o Cañellas, los alemanes deberán esperar un año más para volver a luchar por el máximo título de balonmano en Europa.

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