Víctor Alonso es un ejemplo de superación personal y de pasión incondicional por el balonmano. A sus 25 años, su carrera profesional está plagada de lesiones, ha vivido la desaparición de dos clubes (Valladolid y Atlético de Madrid) y también ha sido cruelmente engañado.

A pesar de esto, su trayectoria en la ASOBAL es sorprendente. Tras formar parte del histórico Portland San Antonio con tan solo 17 años y debutar en la 'Champions League', Alonso pasó por el Oviedo para dar el salto un año después al Valladolid, lugar donde se consagró y explotó como jugador. Sin embargo, el club pucelano desapareció y el asturiano vio por primera vez el lado oscuro de este deporte. Gracias al nivel que mostró durante los tres años que estuvo en el equipo de Juan Carlos Pastor, no tardó en encontrar un hueco en un grande, el Atlético de Madrid. Víctor Alonso iba a volver a competir en la 'Champions League', pero poco después de ser presentado como nuevo jugador colchonero, sin poder disputar ni un solo minuto con el equipo de Talant Dujshebaev, la mala suerte se cebó con el extremo y el Atleti se vio también avocado a la desaparición. De nuevo libre en el mercado, recibió la oferta del Ademar de León, y no dudó en aprovecharla. En esa temporada, Alonso sufrió tres lesiones que no le privaron de firmar una campaña espectacular y de recibir la llamada de la Selección Nacional, debutando en la Swiss Cup de 2014.

El Ademar empezaba a notar la crisis económica que hacía temblar nuestro balonmano, y Víctor Alonso no vaciló a la hora de rechazar la oferta de renovación del club leonés huyendo de los fantasmas del pasado. Tras un verano frenético, el jugador recaló en las filas del Stiinta Dedeman Bacau rumano junto con Josep Masachs y bajo la dirección de Mateo Garralda. El proyecto prometía, pero poco tiempo después quedó en evidencia la inexperiencia y la falta de seriedad del club. Alonso volvió a caer lesionado y tuvo que regresar a España para pagarse de su bolsillo el tratamiento. Ante esta situación, intentó rescindir su contrato con el Stiinta Bacau, pero la entidad se negó a desprenderse de él a la vez que decidió dejar de pagarle. El asturiano denunció el caso ante la federación rumana y lo único que consiguió fue que esta obligara al club a pagarle dos de los cinco meses que se le debían, cantidad que aún no ha recibido. Tras medio año luchando, consiguió la carta de libertad el pasado abril, pero ya era tarde para encontrar un nuevo equipo.

Pregunta: ¿Cómo se encuentra de la lesión en el hombro que le ha impedido volver a jugar esta temporada?

Respuesta: Ya recuperado. No era una lesión grave, no se me llegó a salir del todo el hombro. Desde enero más o menos está olvidado y estoy con ganas de empezar ya a jugar al balonmano.

P: ¿Cree que la lesión se debió a la dureza del reglamento de la liga rumana?

R: La liga es muy dura, pero está claro que el problema es el arbitraje. Tú al final juegas al límite, hasta donde te deje el árbitro, y de hecho ese partido sancionaron al arbitraje con tres meses de inhabilitación. Llegaba un punto en que el balonmano no existía, eran hostias sin sentido. Fue uno de los motivos por los que se me salió el hombro.

P: ¿Veía venir que podría sufrir una situación tan desagradable con el club?

R: Cuando llegué allí sabía que era una liga que tenía que crecer. Mateo Garralda me dijo que el proyecto era interesante, pero una vez allí supe que no. El equipo no tenía unas expectativas altas, la liga era muy mala y el arbitraje permitía mucho contacto. Hay partidos en los que me reventaban la boca y me pitaban falta en ataque. Si estás viendo eso no lo permitas, porque lo único que vas a conseguir es que se convierta en una pelea y se olvide el balonmano. Es lo que se tiene que empezar a corregir desde abajo. Hay muchas más cosas, pero la base es que no permitan que el balonmano sea tan duro porque así no van a mejorar.

El club me hizo la vida imposible Cuando me lesioné me vine a España y les pedí la carta de libertad, que me pagasen hasta esa fecha y que se dejase arreglado. Ellos no quisieron y alargaron las cosas. Cada vez me han debido más dinero. Además, he tenido ofertas deportivas interesantes en España para seguir jugando, sobre todo la opción de Gijón, pero el club no me quiso soltar, me hizo la vida imposible. Me dio mucha rabia porque lo que yo más quería era jugar en el equipo de mi ciudad, disfrutar de lo poco que quedase de temporada e intentar salvarnos. Finalmente me dieron la carta de libertad en abril, pero ya era muy tarde.

P: ¿Es el fin a una pesadilla?

"La federación rumana no ciuda al jugador. Solo a sus amigos, los clubes"R: A día de hoy sigue siendo una pesadilla, porque todavía no me han pagado. Quieren darme dos meses de cinco, pero es que en teoría me tendrían que haber pagado hace dos meses y nada. La federación rumana no se lo exige y esto es un cachondeo. Hay tantas amistades, tantas manos por ahí...Es el mayor motivo por el que la liga está así. Con esta gente allí no va a crecer, es imposible. Fíjate en mi situación, la federación no ha actuado, no ha arbitrado el caso que es por lo que se le ha pagado, nos han tomado el pelo. No cuidan al jugador, solo cuidan a sus amigos, los clubes.

P: ¿Sería capaz de destacar algún aspecto positivo de su aventura por tierras rumanas?

R: Por desgracia, no. Es triste. Mucha gente me dice que lo veré a la larga y eso es lo que espero. Desde que llegué vi que todo eran cosas malas, el proyecto no era el que pensábamos y la liga es más una pelea que balonmano. Me lesioné y no se quisieron hacer cargo de mi lesión. No me pagaban, no me soltaban y la federación no actuaba...ahora mismo no veo nada positivo.

P: ¿Daría algún consejo a aquellos jugadores españoles que buscan en el extranjero la estabilidad económica que no les ofrece la ASOBAL?

"Irte a ligas como la rumana es jugártela a cara o cruz"R: Al final irte a ligas como la rumana es un poco jugársela a cara o cruz. A mí me ha ido mal, pero hay muchos jugadores a los que sí les ha ido bien, como a los que están en Polonia. Yo pensaba que el balonmano en Rumanía estaba bien y ha sido un chasco. No era lo que yo pensaba, me equivoqué. En España al final está el Barça, el Naturhouse y el Granollers, no hay un nivel óptimo de balonmano, lo que te obliga a arriesgarte a irte fuera. Siempre digo que siendo joven hay que arriesgarse y hay que probar experiencias nuevas, porque luego con 30 años probablemente no te vayas.

P: A sus 25 años ha vivido la desaparición de dos equipos, numerosas lesiones, engaños...¿Le compensa dedicarse profesionalmente al balonmano?

R: Mucha gente me dice que habré ganado mucho dinero, pero yo solo he ganado deudas, dinero que me deben en Valladolid y en Rumanía, y poco más. Yo disfruto, porque esto es mi hobby, no mi trabajo, y me compensa. Para mí no hay nada como el balonmano. Pero sí que es verdad que hoy en día en España y en muchos sitios no te compensa, es muy complicado dedicarse cien por cien al balonmano. Te juegas lesiones, estás fuera de tu casa...y por desgracia no te da. Espero que con el tiempo la situación mejore, que vuelva a ser la ASOBAL de antes.

P: ¿Nunca ha pensado en dejarlo?

R: No, la verdad que no. No me veo sin balonmano, es imposible. Al final ha podido más lo que he disfrutado, los momentos que he vivido y la gente que he conocido gracias al balonmano. Además soy una persona joven. He vivido cosas feas del balonmano como son desapariciones de clubes históricos, pero personalmente me compensa porque es mi pasión y es con lo que me siento feliz.

P: Después de ocho meses alegado de las pistas, ha fichado por el US Créteil HB. ¿Qué espera de la liga francesa?

"La LHN está al nivel de la Bundesliga"R: Voy con mucha ilusión. He tenido ofertas en España y hasta una en la Bundesliga, pero decidí irme a Francia porque Créteil es un club histórico que ya lleva muchos años jugando en la liga, con mucho nombre y el equipo tiene un proyecto bastante competitivo. Me ha gustado. Tiene bastantes jugadores internacionales y creemos que ahí puedo dar un paso deportivo adelante después de todo lo vivido. Pienso que Francia está al nivel de Alemania.

P: ¿Ha sido difícil encontrar equipo?

R: La verdad es que sí. Este año no me esperaba tener las ofertas que he tenido después de tanto tiempo sin jugar y tengo que estar contento, es algo que me devuelve la ilusión. Estoy muy agradecido porque hoy en día es muy difícil encontrar un equipo y más para los extremos, porque muchos clubes tiran de gente de la cantera y no te queda otra que probar suerte fuera. Es complicado. El año pasado me pasó algo parecido y estuve cerca del Kolding (danés) y del Balingen (alemán). Este año por suerte ha habido bastantes clubes.

P: ¿Cree que podrá convencer a Manolo Cadenas para el Europeo de Polonia 2016?

"Albert Rocas siempre ha sido mi ídolo"R: Está difícil sustituir a Albert Rocas, que siempre ha sido mi ídolo, o a Víctor Tomás. Sé que está muy complicado. Además hay gente de mi generación que está apretando fuerte. Quiero demostrar que estoy ahí aunque no esté en mis mejores condiciones. Han pasado ocho meses y estoy lejos de mi nivel, pero no he perdido mucha forma. El objetivo es trabajar para ver si Manolo vuelve a confiar en mí.

Foto: balonmano.mforos.com.

P: ¿Cree que volverá a la ASOBAL?

R: He tenido ofertas y una de ellas era ilusionante, pero me llamaba más la atención Francia, una liga de mucho nivel. Espero volver algún día porque no hay nada mejor que estar jugando en tu país, y más con el nivel y calidad de vida que hay en España. Estoy seguro de que la Liga ASOBAL volverá a su nivel. Estamos en el buen camino. Necesitan pasar tres o cuatro para que lo consigan y yo ahora mismo estoy en una edad con la que no puedo estar esperando a ver lo que viene, tengo que aprovechar el momento. Tengo 25 años y si no aprovecho ahora luego me quedo atrás.