El éxodo de jugadores españoles al extranjero ha sobrepasado las fronteras de lo profesional e incluso la cantera empieza a sufrir importantes bajas, como la de 'Roly' Uríos. El cubano, que vino con tres años a España, es el heredero del que es considerado el mejor pivote de todos los tiempos, pues además de su imponente físico (mide 1'92 y pesa 104 kilos), juega en la misma demarcación que su padre: el pivote.

Hasta la fecha, 'Roly' militaba en la cantera del BM Alarcos, el club que junto con el BM Caserío recogió el testigo del extinto BM Ciudad Real. Además, la selección española en categoría promesas vigila atentamente sus pasos y el año pasado ya le incluyó en una convocatoria. Ahora, con tan solo 16 años, ha despertado el interés de varios grandes de Europa, y es que el Barcelona y el Naturhouse -quien además le ofrecía un contrato profesional como tercer pivote del primer equipo- también han intentado hacerse con los servicios del prometedor jugador. Sin embargo, ha sido el Füchse Berlin quien ha convencido no solo a la joven estrella, sino también a su padre, quien sigue muy de cerca su evolución. El club alemán intentó que toda la familia Uríos viajara con él, ofreciéndoles trabajo a sus padres y estudios a su hermana, pero finalmente 'Roly' afrontará esta aventura en solitario.

El jugador nos ha reconocido que lo que les ha hecho decidirse por el equipo teutón, además de las condiciones que se le proponían (estudios y alojamiento pagados, más una cantidad al mes para sus gastos), ha sido la idea de que en Alemania no solo progresaría en su carrera como jugador, sino que el conocimiento de un nuevo idioma le abriría puertas en un futuro no muy lejano. Tanto él como su familia son conscientes de que lo único que tiene asegurado en el Füchse es formar parte de su equipo juvenil durante los tres años que se ha comprometido, por lo que quieren mirar más allá de lo deportivo.

De esta manera, 'Roly' ha dado un paso de gigante en el recorrido que le debe llevar hasta la cima del balonmano mundial, pues está llamado a ser de nuevo el dueño de los seis metros que durante tanto tiempo tuvieron nombre y apellidos: Rolando Uríos Fonseca.

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Sobre el autor
Álvaro Merino
Periodismo en la UMA.