Lo más difícil en el deporte es levantarse después de un duro golpe. El que recibió la selección española júnior en su partido de cuartos de final del Mundial fue doloroso, sobre todo porque estuvieron muy cerca de la victoria y de conseguir luchar por las medallas. El equipo que dirige Isidoro Martínez no ha sido capaz de recuperarse de ese varapalo y ha competido muy por debajo de sus posibilidades. Bielorrusia, undécima del Europeo del pasado verano, ha dominado a su antojo durante todo el segundo tiempo y ha terminado venciendo por 34-36.

El equipo español funciona cuando lo hace su defensa y los tanteos son bajos. El elevado resultado final es una muestra del bajo nivel que ha demostrado el conjunto hispano en este partido. En un partido de ritmo vertiginoso, la defensa al pivote ha sido un verdadero problema. Los de Isidoro no han sido capaces de impedir la recepción a Artsem Karalek, que ha terminado con nueve goles. Por fuera, la gran amenaza ha sido el central Hleb Harbuz, autor de ocho tantos. Por parte española el ademarista Rodrigo Pérez Arce ha tenido mucho protagonismo ofensivo y ha conseguido nueve dianas.

El dato de las desigualdades numéricas también habla bien a las claras de la poca concentración y agresividad de España en el partido. Los bielorrusos han estado con un jugador menos durante 20 minutos en total, debido a que han sufrido diez exclusiones. De otra parte, España sólo ha estado en inferioridad durante dos minutos, por la descalificación de Abel Serdio. Ni por esas han conseguido los españoles contener a su rival.

Primera mitad igualada

El comienzo del partido ya daba muestras de que los dos equipos no estaban demasiado metidos en el partido y que las defensas no iban a poner toda la intensidad que serían capaces. España, jugando como es tradicional con tres diestros en la primera línea o con doble pivote muchos minutos, dirigió su ataque de izquierda a derecha, sobre su punto fuerte, apenas atacando por la izquierda.

España no vio la forma de parar el juego con el pivote Karalek

Los pivotes tuvieron mucho protagonismo en el inicio del partido. Diego Piñeiro y Nacho Plaza estuvieron acertados de cara a portería, mientras que por parte bielorrusa Karalek empezaba a hacer mucho daño al centro de la zaga hispana. El continuo intercambio rápido de goles duró hasta casi el ecuador del primer tiempo. El cuarto gol de Karalek había puesto el 7-9 en el marcador, pero en un abrir y cerrar de ojos un parcial de 3-0 de España gracias a un par de contras le dio la vuelta al luminoso.

Bielorrusia continuó confiando en el juego con su pivote y el extremo Yurynok le acompañó en la faceta goleadora. Por parte española las penetraciones de Rodrigo Pérez Arce se convirtieron en un arma recurrente y efectiva. El leonés anotó su sexto gol a un minuto del descanso para poner el 18-19, resultado con el que concluiría la primera media hora de juego.

Un parcial que vale un partido

Después del descanso los 'Hispanos Júnior' lograron empatar el partido por medio de una penetración de Jon Azkue. Pero entonces se torcerían las cosas. Un paupérrimo tramo de partido para España hizo que todo se complicara. La selección de Bielorrusia, liderada por Harbuz y un Vailupau infalible a la contra, consiguió un parcial de 1-7 y se despegó definitivamente en el marcador.

España logró empatar pero un parcial de 1-7 le golpeó en el alma

El duelo se le había puesto cuesta arriba a los españoles, pero los de Isidoro reaccionaron por medio de Álvaro del Valle y Javier Ariño. El extremo zaragozano consiguió en una contra anotar gol y de paso la exclusión de Kulesh, la tercera del partido y que por tanto implicaba la descalificación. Aprovechando el hombre de más España consiguió recortar la ventaja hasta el 23-26.

Todavía quedaba tiempo, pero para remontar era necesario dar un paso adelante en defensa. No sólo no ocurrió eso, sino que los errores de la primera mitad volvieron a aparecer y el pivote Karalek volvió a campar a sus anchas por los seis metros. De nuevo un frenético intercambio de goles hizo que la diferencia se estabilizara en tres goles durante casi diez minutos, hasta que una parada de Nacho Biosca y un contragolpe de Aleix Gómez puso el 28-30 en el electrónico.

España tuvo incluso la opción de ponerse a un gol de distancia, pero dejó escapar la oportunidad y entre Harbuz y Karalek volvieron a alejar a Bielorrusia a cuatro goles. Las prisas se apoderaron del equipo español, que por medio de Álvaro del Valle y Rodrigo Pérez Arce lo intentó a la desesperada con ataques rápidos. Tanto que el aragonés puso el resultado de 34-35 a falta de medio minuto para el final. Sin embargo, Hleb Harbuz sentenció el partido a 15 segundos del final.

A por el séptimo puesto

Tras esta derrota los 'Hispanos Júnior' pierden sus opciones de luchar por el quinto puesto. Los jugadores de Isidoro Martínez se jugarán la séptima posición del Mundial ante Rumanía, un equipo al que ya vencieron en la primera ronda y que llega tras perder ante Suecia.

Será una nueva oportunidad para demostrar que este grupo de jugadores es capaz de levantarse después de un mal resultado. Para la mayoría de ellos será su último partido en categorías inferiores y querrán despedirse con un buen sabor de boca.