El F. C. Barcelona sigue intratable un año más. Ni la mejor versión del Fraikin Granollers -que no se despegó en el marcador hasta los últimos cinco minutos- ha podido con el equipo blaugrana. El partido fue una de las finales más disputadas de los últimos años donde el Fraikin Granoller llegó a mandar en el marcador en momentos avanzados de la segunda parte. Un tiempo muerto solicitado por Carlos Viver -técnico del Granollers- y la aparición de Raúl Entrerríos que estuvo desaparecido durante casi todo el partido, decantaron la balanza a favor del Barça.

Con este triunfo, el F.C. Barcelona comienza con buen pie la defensa de los siete títulos conseguidos la temporada pasada. Por su parte, el Fraikin Granollers ha sido un gran adversario que ha hecho dudar al equipo que ha monopolizado todos los títulos a nivel nacional los últimos cuatro años.

La Supercopa BAUHAUS ASOBAL estuvo muy disputada durante los primeros minutos. Los dos equipos eran conscientes de que el primer título del año estaba en juego y lucharon por él con la máxima intensidad.

El primero en golpear fue el Fraikin Granollers. El equipo vallesano, con un ataque estático muy elaborado, encontraba la portería de Gonzalo Pérez de Vargas. En defensa, 'Bombom' Almeida se estrenaba con su nuevo equipo deteniendo un lanzamiento de la temible primera línea que presentaba el F.C. Barcelona Lassa.

Pero poco tardó en despertar la bestia. Al igual que sucedía la temporada pasada, el Barça supo aprovechar los errores en ataque de su contrincante. A la contra, los de Xavi Pascual - a través de Víctor Tomás- empataron el encuentro. Además, en ataque, los azulgranas no encontraban apuros para lograr una buena posición de lanzamiento. Kiril Lazarov y Wael Jallouz -que formó parte del siete inicial- perforaron la portería de Almeida desde los nueve metros.

En cambio, el Fraikin Granollers no pudo seguir el ritmo de su adversario. A pesar de la exclusión de Viran Morros, los vallesanos no lograban disparos fáciles. Y cuando lo conseguían, se topaban con un gran Gonzalo Pérez de Vargas, que acabó la primera parte con un 40% de paradas. El F.C. Barcelona Lassa, con tres goles de ventaja, disfrutó de una superioridad para dejar encarrilado el encuentro. Pero no lo hizo.

Entonces volvió la intensidad de Fraikin Granollers en defensa que, con el paso de los minutos, fue recortando la pequeña ventaja de los azulgranas. Una buena jugada, en los últimos segundos del primer periodo, en la que Granollers encontró al pivote Porras, ponía el 13-12 con el que se llegaba al descanso. El partido estaba abierto.

Partido loco

En la segunda parte, el equipo que dirige Carlos Viver le mostró a su rival que iba a vender muy cara su piel. Los vallesanos apenas tardaron en empatar el partido. Xavi Pascual tenía claro que el mayor peligro provenía de los lanzamientos de Toledo, por lo que no tardó en dar salida a Aitor Ariño para que realizase la mixta sobre el lateral.

En este momento, comenzó un recital de paradas en ambas porterías. Gonzalo Pérez de Vargas y Cesar Almeida dieron emoción a esta final impidiendo que ningún equipo se marchase en el marcador. Los dos guardametas se mostraron soberbios. Los atacantes acabaron desconcertados mientras el público disfrutaba del espectáculo que ofrecían los equipos catalanes.

En plena locura, el tiempo muerto solicitado por Carlos Viver sería el punto de reflexión e inflexión para el Barça. El cansancio hizo mella en los jugadores del Fraikin Granollers. Los errores cometidos en ataque no serían perdonados por los jugadores del F.C. Barcelona Lassa, que mataba el partido a la contra.

Al final, el 26-23 era demasiado castigo para un Fraikin Granollers que no se dio por vencido hasta el último segundo. Pero la calidad ofrecida por los azulgranas hace hincapié en la superioridad de los de Xavi Pascual a nivel nacional. El Barça es, un año más, merecido campeón de la Supercopa BAUHAUS ASOBAL.