Tan solo tres días después de conquistar el David Santamaría de Guadalajara en la Liga BAUHAUS ASOBAL, el Naturhouse afrontará un partido trascedental de la VELUX EHF Champions League. Así se presenta esta edición de la competición europea, la más exigente hasta la fecha, más si cabe para los pequeños equipos que no disponen de amplias plantillas como es el caso del club riojano.

A pesar de que los de 'Jota' González tienen muy claro que su prioridad es la Liga BAUHAUS ASOBAL, la Champions League es mucho más que un simple premio para el equipo español. Poder disputarla, con el nivel que ha alcanzado gracias a la fuerte inversión que han realizado nuevas potencias europeas, obliga al Naturhouse a mostrar su mejor versión y a pelear por llegar lo más lejos posible. Precisamente por esa razón, el partido que enfrenta a los de La Rioja con el FC Porto cobra un carácter decisivo.

Los de Logroño se saben favoritos

Los riojanos vienen de ganar al BM Guadalajara de Hombrados en la cuarta jornada de la Liga BAUHAUS ASOBAL (29 a 35) en un partido que tuvieron controlado de principio a fin y en el que demostraron ser los favoritos para el partido europeo del sábado, a pesar de que en la primera jornada de la Champions el Naturhouse no pudo traerse ningún punto de Rusia, donde se enfrentaron al Chekhovskie Medvedi (27-26). Los pequeños detalles lapidaron a los de 'Jota', por lo que contra el Porto tratarán de imponer su ritmo de juego y mantener la tranquilidad en todo momento.

Por otro lado, el grupo C es uno de los más complicados en cuanto a desplazamientos se refiere. El 'Natur' viajará a Rusia, Eslovaquia, Serbia, Bielorrusia y Portugal, por lo que puntuar a domicilio se presenta una tarea muy difícil. Es por eso por lo que el Palacio de Deportes debe ser un fortín inexpugnable, y en eso la afición riojana tendrá la última palabra.

La lesión de Miguel Sánchez ha provocado que Ángel Velasco vuelva a vestirse de cortoPor último, 'Jota' González no podrá contar con los ya lesionados Pablo Cacheda y Stefan Terzic, a los que se ha sumado el ciudadrealeño Miguel Sánchez, que sufrió una rotura de fibras en el abductor del muslo izquierdo en el partido ante el Chekhovskie. Esta última será una baja muy notable, pues el extremo era muy importante en el esquema defensivo del entrenador vallisoletano. En cuanto a la faceta ofensiva, su lesión ha propiciado que el hasta ahora segundo entrenador Miguel Ángel Velasco vuelva a vestirse de corto tras más de una temporada retirado.

El lanzamiento exterior es la principal arma del Porto

Enfrente, el Naturhouse tendrá a un rival muy correoso. Tras cuatro jornadas disputadas, el FC Porto ya comanda la Liga Portuguesa con pleno de triunfos. En cuanto al primer partido de la fase de grupos de la Champions League, los lusos no pasaron muchos apuros para vencer al TATRAN Presov y en el comienzo de la segunda parte lograron sentenciar el encuentro, con un resultado final de 33 a 23.

Gilberto Duarte, que ocupa el lateral izquierdo, es su mejor jugador y destaca por tener un lanzamiento exterior muy poderoso que, junto con el del lateral derecho Morales, constituye la principal arma del equipo portugués. Otro de sus puntos fuertes es una defensa 6:0 secundada por el portero Quintana, que cuando está inspirado puede ser un auténtico muro. Los pilares de su defensa son los corpulentos Salinas y Borges. Este último también ocupa la posición de pivote en la tarea ofensiva y muchas veces oxigena a un ataque que no dispone de muchos recursos.

Por otro lado, cabe destacar la rapidez que intentan imprimir en las transiciones los de Ricardo Costa, a pesar del llamativo cambio ataque-defensa que utiliza el técnico luso: el de un defensor central por un extremo, dependiendo de la zona del campo que les toque.


El Porto tiene un banquillo muy cortoEn cuanto a sus puntos débiles, el más pronunciado es su escaso banquillo. En el primer partido de Champions, el Porto tan solo realizó un cambio en toda la primera parte y no repartió minutos hasta que sentenció el encuentro. Por lo tanto, el Naturhouse deberá tratar de imponer un ritmo de partido muy elevado para intentar cansar a su rival y pillar desordenada a una defensa que pierde mucho sin sus dos defensores centrales.