En esta nueva edición de la EHF Champions League, con el cambio de formato, la igualdad parece haberse convertido en la tónica general. Especialmente dura es la lucha en el grupo del Naturhouse La Rioja: seis equipos luchando por dos plazas con derecho a disputar los octavos de final hacen que cada cancha se convierta en un campo de batalla donde cada jornada se lucha por cualquier punto e, incluso, vencer por la mayor diferencia de goles posible. El 'golaveraje' aparece como un elemento más a tener en cuenta.

En este sentido el Naturhouse La Rioja ha dado un gran paso venciendo a un rival directo como el FC Porto, merced a un segundo tiempo casi perfecto en el que incluso han conseguido una renta final considerable (30-23). El portero Richard Kappelin ha sostenido al equipo logroñés en el primer tiempo y le ha lanzado hacia la victoria en la segunda parte, con una actuación para enmarcar. En el aspecto goleador Cristian Malmagro ha sido el protagonista con ocho tantos, mientras que el pivote Alberto Val ha aparecido en el segundo tiempo para convertirse en un dolor de muelas para la defensa lusa y terminar con cinco goles en su haber.

Por parte del FC Porto su estrella Gilberto Duarte ha sido el máximo goleador con cinco dianas, pero ha realizado un encuentro más flojo de lo esperado. La potencia física de sus jugadores les ha permitido irse al descanso con ventaja, pero en el segundo tiempo los visitantes no han estado a la altura y han desaparecido de la cancha.

Dos partes en una

Los primeros minutos del duelo fueron de claro protagonismo defensivo. El 6:0 portugués comenzó avisando de la dureza con la que se emplearía en todo el partido, mientras que 'Jota' González apostó la mayoría del partido por un 5:1 con Ángel Fernández en el avanzado, tratando de ralentizar el juego de la primera línea lusa.

Tuvieron que pasar casi cuatro minutos para que Philip Stenmalm inaugurara el marcador. El Porto respondió con dos goles rápidos y con la primera aparición de Gilberto Duarte, que dejó su sello con un potentísimo lanzamiento. Sin embargo, el Naturhouse aprovechó una superioridad numérica para empatar por mediación de Víctor Vigo y Albert Rocas, para más tarde ponerse de nuevo por delante tras un genial gol de Malmagro desde siete metros, con un fuerte-flojo de libro.

Los problemas de la defensa franjivino llegaron por la capacidad física de la primera línea rival. El zurdo Morales y el central Rui Silva volvieron a darle la vuelta al electrónico, y la diferencia no se disparó porque Richard Kappelin estaba enrachado bajo palos. El portero sueco impidió que el Porto consiguiera una diferencia importante en estos primeros minutos.

La lesión de Javi García Rubio parece seria

La peor noticia del partido fue la lesión de Javi García Rubio. El pivote manchego hizo saltar las alarmas cuando en un choque fortuito un jugador portugués cayó sobre su rodilla derecha. Se retiró de la cancha con claros gestos de dolor y, a falta de las pertinentes pruebas, las primeras informaciones apuntan por lo menos a un esguince de ligamento.

El encuentro continuó y tras varios minutos de sequía Rocas anotó y empató de nuevo el partido cuando se cumplía el primer tercio de juego. Pero entonces el duelo cambió totalmente de registro. Los ataques comenzaron a imponerse y las defensas se mostraron mucho más endebles, sobre todo la franjivino. Gustavo Moreira puso desde los siete metros el 6-8, por primera vez uno de los dos equipos conseguía una ventaja de dos goles.

A la cancha saltó entonces el gallego Pedro Rodríguez para revolucionar a su equipo y empatar de nuevo el encuentro en apenas unos segundos, primero colgándose del techo del pabellón para finalizar una colgada y después con una contra fulgurante. En un visto y no visto el equipo local había solucionado el entuerto.

Una genialidad de Crisitan Malmagro hizo que la desventaja al descanso fuera de dos goles

Tuvo el Natur una superioridad numérica para ponerse por delante, pero los errores de lanzamiento de Malmagro -por dos veces- y Ángel Fernández permitieron que el Porto volviera a poner tierra de por medio. El cubano Salina a la contra dio a su equipo tres goles de ventaja, la máxima hasta ese momento.

Parecía que el encuentro llegaría al descanso con 9-12 en el marcador, pero Cristian Malmagro frotó la lámpara y salió el genio. Con el tiempo cumplido anotó un golpe franco directo con un gran lanzamiento en rectificado e hizo que su equipo marchara a vestuarios con una desventaja de dos goles. Del mal el menos, pensaba la parroquia logroñesa.

Arrasando desde la defensa

La acción que cerró la primera parte marcó el partido. El FC Porto no fue el mismo en la segunda mitad y prácticamente entregó el partido. Ángel Fernández fue el protagonista en la reanudación. Falló el primer lanzamiento, pero anotó los dos siguientes para empatar el partido. El sueco Richard Kappelin se convirtió en la pesadilla del ataque portugués y mejoró en la segunda mitad la gran actuación que había tenido en los primeros treinta minutos.

Cristian Malmagro reapareció para, con un zambombazo, poner de nuevo por delante al equipo local, y Rocas y Vigo aumentaron la renta y obligaron al técnico Ricardo Costa a pedir tiempo muerto. El preparador luso se había visto ganando por 9-12 y ahora miraba al marcador y observaba un preocupante 16-12 para su equipo.

El Naturhouse protagonizó un parcial de 8-0 que rompió el encuentro

Tras el tiempo muerto llegó el momento de Alberto Val. Ausente en la primera mitad, en la segunda se convirtió en una incógnita para el centro de la defensa del Porto, que no supo cómo impedir que recibiera con opción de lanzamiento. El pivote remató un parcial abierto de 8-0 con el que el Naturhouse tomaba ventaja de cinco goles.

Su equipo naufragaba y tuvo que llegar Gilberto Duarte al rescate, para anotar dos goles consecutivos que les acercaban a tres. Pero su zaga tenía problemas para frenar a la segunda línea franjivino y entre Rocas y Val volvieron a aumentar la renta.

El conjunto portugués tenía que reaccionar rápido y en inferioridad se la jugó con portero-jugador. En esta situación perdieron el balón dos veces en ataque. Rocas falló la primera, pero a la segunda Ángel Fernández anotó desde su propio medio campo sin portero.

Un invitado inesperado

Pablo Cacheda debutó por fin tras la lesión que se produjo en pretemporada

La diferencia se estabilizó en cinco tantos, hasta que Albeto Val consiguió aumentarla a seis por primera vez en el encuentro. Una exclusión de Garabaya hizo que el Porto se acercara a cuatro goles, pero en los últimos minutos apareció alguien a quien no se esperaba. El joven central Pablo Cacheda reaparecía tras varias semanas alejado de las canchas por una lesión en la mano. Fue salir y dejar en bandeja un gol a Alberto Val y anotar otro con el que ponía renta de siete goles a siete minutos para la conclusión.

Un Richard Kappelin excelso hizo que la ventaja siguiera en aumento hasta que Cristian Malmagro puso el 30-21 a minuto y medio para el final. En el tramo final el Porto no pudo más que maquillar el resultado y terminar con 30-23 el duelo.

La interesante diferencia de goles que ha conseguido el Naturhouse en este partido hace que el equipo franjivino se aúpe a la segunda plaza del grupo. Hasta ahora el Meshkov Brest es el único que ha ganado los dos partidos, mientras que Naturhouse, Porto, Chekhovskie y Vojvodina le siguen en la clasificación con dos puntos.

El próximo partido del Naturhouse será el día 3 de octubre, también en casa, y tendrá como rival al único equipo del grupo que todavía no ha podido puntuar, el TATRAN Presov eslovaco. La victoria es obligada para el conjunto español si quiere empezar a situarse entre los favoritos a hacerse con una de las dos primeras plazas del grupo.