Los buenos estudiantes trabajan para ir poco a poco asumiendo lo que no saben y se van haciendo pruebas para saber en qué tienen que mejorar. Eso es lo que el FC Barcelona Lassa está haciendo en este comienzo de temporada. Poco a poco está mejorando, puliendo fallos y explotando sus fortalezas, mostrándose cada vez más sólido y recordando al campeón de Europa que es.

El partido ante el Montpellier ha sido uno de los más completos de lo que va de curso. Aunque ha encajado 27 goles, ello se debe al ritmo alto que ha tenido el duelo y no a una mala defensa, todo lo contrario. El ataque ha sido además mucho más fluido que en partidos referentes y el contraataque ha funcionado en momentos puntuales.

Dos nombres han destacado sobre los demás. Gonzalo Pérez de Vargas necesitaba un partido de calidad para explotar y volver a demostrar la confianza del año pasado. La cara del toledano y sus gestos durante todo el encuentro han sido de mucha más seguridad que en partidos anteriores. En ese mundo especial y propio en el que viven los porteros, un partido concreto en el que las cosas salen bien suele suponer un 'click' en la mente del guardameta y el comienzo de una racha de inspiración. Eso puede haber sido este partido para Gonzalo.

En ataque el protagonista ha sido el macedonio Kiril Lazarov. Autor de 12 goles sin fallo, ha disputado sólo la primera mitad, en la que ha guiado a su equipo. En el segundo acto sólo ha saltado a pista para convertir en gol los lanzamientos de siete metros; ha logrado un meritorio siete de siete desde la distancia.

El Montpellier ha aguantado sólo el inicio del partido, gracias a la calidad de Gajic y Dolenec, pero poco a poco se ha ido diluyendo. En el segundo tiempo el iraní Allahkaram Esteki ha sostenido a los suyos en los primeros minutos, pero al final han vuelto a ceder y la ventaja ha aumentado hasta los diez goles finales.

Comienzo frenético

Los primeros minutos fueron premonitorios, avisaron del alto ritmo que iba a llevar el partido. El esloveno Dragan Gajic demostró su velocidad con un par de contras fulminantes y su compatriota Mackovsek definía en el ataque estático. El Barça respondía por medio de Lazarov, muy entonado. Llegado el minuto cuatro ambos equipos llevaban ya cuatro goles cada uno.

Gonzalo y Lazarov dieron la primera ventaja importante al Barça

Los extremos Sigurdsson y Gajic empezaron a hacerse daño mutuamente, demostrando su potencial ofensivo pero, a su vez, dejando en evidencia al otro en defensa. Las primeras intervenciones de Gonzalo Pérez de Vargas y los goles de Lazarov hicieron que la ventaja culé subiera por primera vez de los dos tantos y el resultado se fuera a 9-6.

Incluso con uno menos el Barça continuó haciendo daño al rival. Como es usual en esos casos, los extremos azulgranas buscaron las circulaciones por seis metros con éxito por parte de Sigurdsson. El primer tanto de Syprzak puso el 11-7 en el luminoso y Patrice Canayer pidió su primer tiempo muerto.

La reacción, un espejismo

Los zurdos del Montpellier aparecieron de nuevo en escena y el equipo galo recuperó la mitad del terreno perdido. Pero no fue más que un pequeño tropiezo del Barcelona, que con la aparición de Jallouz y la conexión de la primera línea con Syprak solucionó el problema. Los errores de Felipe Borges ayudaron a que el equipo catalán consiguiera cinco goles de ventaja.

Los tunecinos Toumi y Jallouz, uno de cada equipo, fueron excluidos en el tramo final del primer tiempo. En el juego de cinco para cinco el Barça fue superior y Víctor Tomás apareció fugaz a la contra para anotar el 19-12 con el que terminó el primer tiempo.

Esteki apareció en la segunda mitad y puso al Montpellier a cinco

Tras el descanso, el duelo se reinició como había terminado, con el capitán del Barça aumentando la ventaja. A él se unió el croata Marko Kopljar, que sustituyó a Lazarov en el segundo tiempo y que desde el principio dejó su sello con lanzamientos exteriores. La movilidad de Dolenec y los siete metros de Gajic mantuvieron al Montpellier en ataque.

Las exclusiones en uno y otro equipo no permitieron que hubiera demasiada continuidad en el juego y el partido perdió en calidad durante unos minutos. El lateral Esteki consiguió reducir la desventaja de su equipo hasta los cinco goles. El iraní tomó la responsabilidad y con sus latigazos consiguió responder al juego de la segunda línea culé. Kamil Syprzak desde el puesto específico y los extremos Tomás y Sigurdsson con las circulaciones a doble pivote hicieron mucho daño a la defensa gala y desesperaron a Canayer, que pidió de nuevo tiempo muerto para ordenar la defensa sobre estos tres jugadores.

Gonzalo decide

El Montpellier pudo haberse acercado más en el marcador, puesto que disfrutó de una nueva superioridad numérica, pero Gonzalo sostuvo a su equipo con tres paradas consecutivas. El chicle volvió a estirarse a favor del Barça y Sorhaindo anotó en contraataque para volver a poner la máxima ventaja del partido (28-20).

El ataque francés se había atascado y sólo Esteki ponía algo de luz entre tanta oscuridad, bien mediante el lanzamiento exterior o haciendo el último pase. Pero en defensa sufrió ante un Kopljar que le buscó y se destapó con cuatro goles sin fallo.

El Barça volvió a apretar en el tramo final y remató un partido muy completo

Los últimos minutos fueron de duelo táctico y de protagonismo de los banquillos. Patrice Canayer decidió cambiar la defensa a un 4:2 con Borges y Toumi de avanzados. Inmediatamente Xavi Pascual pidió tiempo muerto para dar instrucciones tácticas ante el nuevo sistema. Con más espacio Cedric Sorhaindo retomó el protagonismo en los seis metros y el 4:2 no terminó de hacer daño al Barça.

Con el partido decidido el Barça dio un último arreón. Filip Jicha dejó su rosca diaria y Lazarov salió a pista para seguir anotando desde los siete metros para aumentar el colchón a los dos dígitos. La renta local llegó a los 11 goles, pero Borut Mackovsek anotó en el último segundo y con 37-27 finalizó el encuentro.

Con esta nueva victoria el Barcelona se coloca en la segunda posición del grupo, merced a sus seis puntos en las cuatro jornadas disputadas. La próxima jornada se medirá al Kielce de Talant Dujshebaev en Polonia, en lo que será uno de los partidos más difíciles de la fase de grupos. El Montpellier queda en la parte baja de la clasificación con sólo dos puntos.