Un premio, eso es lo que era esta eliminatoria de la Copa del Rey para un equipo con tan solo tres años de vida, el BM Alarcos. Un conjunto de ASOBAL volvía al que en su tiempo fuera la fortaleza más temida de toda Europa, pero el escenario era muy distinto. Esta vez, los locales eran netamente inferiores y su principal cometido era disfrutar del partido. Sin embargo, las ganas y la ilusión que los alarquistas derrocharon sobre el parqué propició que en algunos minutos la victoria pareciese estar al alcance de su mano.

El partido se puso cuesta arriba para el BM Alarcos desde los primeros compases de la primera parte. El Bada Huesca pronto impuso su ley y cobró una renta de 6 goles, lo que obligó a los alarquistas a ir a remolque durante el resto de la primera parte. Sin embargo, la paciencia dio sus frutos y los locales consiguieron marcharse al descanso tan solo un gol abajo, dejando abierta la eliminatoria. En la segunda mitad, de nuevo, los oscenses lograron poner tierra de por medio, pero cuando todo parecía visto para sentencia, el Alarcos, en un alarde de pasión, puso contra las cuerdas a su rival. Finalmente, el Huesca tiró de experiencia y abandonó el Quijote sano y salvo (27-31).

El Alarcos, en su misión de recoger el testigo del extinto BM Ciudad Real, está disputando por primera vez en su historia tras dos ascensos la División de Honor Plata. El principal objetivo de la escuadra ciudadrealeña es conseguir la permanencia, pero tras siete jornadas disputadas ocupan la novena plaza, una posición que les permite soñar. En cuanto a la Copa del Rey, el Alarcos la afrontaba como una recompensa al esfuerzo de un club con una trayectoria muy humilde. En la primera ronda, el apoyo del Quijote Arena llevó a los suyos a doblegar al Academia Octavio por 24 a 23 tras un encuentro vibrante. Sin embargo, en esta ocasión, avanzar en la competición parecía una misión imposible, ya que el Bada Huesca -décimo en la Liga BAUHAUS ASOBAL- era un rival de mucho renombre para un equipo que acaba de empezar.

El BM Alarcos no se achantó

El encuentro no pudo comenzar peor para los ciudadrealeños, que saltaron a la pista esperando a ver dónde ponía el listón el Bada Huesca. Tal fue el desorden del Alarcos que su técnico, Javier Márquez, paró el partido a los seis minutos de juego (1-3). Sin embargo, el tiempo muerto cayó en saco roto y el Huesca siguió con su dinámica arrolladora, dejando noqueado a su rival (min.7, 3-8).

Los de Huesca siempre se mostraron superiores, pero no terminaban de despegarEl partido comenzaba a perder la emoción, pero entonces, una exclusión oscense dio alas a los manchegos, que poco a poco fueron remontando guiados por 'Toni' Fernández hasta igualar a su contrincante en el marcador (min.16, 9-9).

El Alarcos había entrado de lleno en el partido y estaba jugándole de tú a tú a un Huesca que, aunque seguía anotando con cierta facilidad, era incapaz de contener el ataque de su rival. El partido se estabilizó y el tramo final de la primera mitad estuvo marcado por la igualdad, llegando al descanso con un ajustado 15 a 16.

La calma del Huesca decantó el encuentro

Tras el parón, el equipo de José Francisco Nolasco quiso sentenciar el partido, que estaba estaba entrando en una dinámica muy peligrosa para sus aspiraciones. Después de un nuevo gran inicio, el equipo de ASOBAL volvió a dar otro acelerón gracias a los goles de Víctor Sánchez (min.40, 18-23) y puso los pies del Alarcos sobre la tierra.

El Alarcos no tiró la toalla y volvió a creer en sus posibilidadesLos alarquistas estaban al borde del precipicio y el margen de error cada vez era más pequeño. Entonces, el veterano Nelson Espino, de cuyo potencial ya había advertido el técnico del Bada, se echó el equipo a la espalda y a base de latigazos devolvió la esperanza a los suyos (min.22, 24-25). La reacción local provocó el tiempo muerto de Nolasco, que veía como la amenaza del Alarcos cada vez se hacía mayor.

El partido entró en los últimos minutos y ahí la tranquilidad del Huesca jugó un papel protagonista. Los visitantes tiraron de experiencia para decantar un encuentro que se les había complicado en exceso y supieron administrar las últimas jugadas para conquistar un Quijote Arena que volvió a brindar un ambiente mágico. Finalmente, el choque terminó 27 a 31.