No pensaba el FC Barcelona Lassa cuando celebraba antes del partido el récord de 73 victorias consecutivas en Liga BAUHAUS ASOBAL que su duelo contra el Villa de Aranda iba a convertirse en uno de los partidos más difíciles de la temporada. El resultado final de 38-26 no tiene nada que ver con lo que ha sucedido en el 40x20 durante gran parte del partido, ya que los arandinos han mandado en el marcador durante más tiempo que el Barça.

El Villa de Aranda ha hecho historia propia y por primera vez ha conseguido irse al descanso de un partido venciendo al FC Barcelona. Lo ha conseguido nada más y nada menos que en el Palau Blaugrana, en un partido raro en el que a los de Pascual les costó meterse 'en faena'. En el segundo tiempo el Barça fue el Barça y no dio opción a un equipo, el arandino, que ya había empezado a soñar con lograr una heroicidad.

Es la primera vez desde octubre de 2014 que el Barcelona llega al descanso de un partido de Liga BAUHAUS ASOBAL por detrás en el marcador. La última vez había sido en Benidorm, pero a diferencia de aquella ocasión en el segundo tiempo no han tardado en darle la vuelta y marcharse en el luminoso.

El jugador de moda Wael Jallouz no estuvo al brillante nivel de los últimos partidos (falló siete de sus nueve intentos) y en general el lanzamiento exterior azulgrana no surtió efecto. Por contra, la segunda línea del equipo llevó la voz cantante del ataque. Gudjon Valur Sigurdsson logró ocho goles, por seis de Víctor Tomás, cinco de Kamil Syprzak y cuatro de Aitor Ariño y Eduardo Gurbindo. Por parte del Villa de Aranda los extremos Roberto Sánchez 'Bicho' y Javi Muñoz también fueron los más acertados de cara a la meta rival.

Vuelve Saric

La mayor noticia de los primeros minutos fue la presencia de nuevo de Danjel Saric en la portería del FC Barcelona Lassa. El bosnio con pasaporte catarí solventó en apenas un par de minutos cualquier tipo de duda sobre su estado de forma después del intenso Preolímpico disputado. Realizó cinco auténticos paradones de todos los colores, un lanzamiento exterior, dos de contraataque, un siete metros y uno de seis metros, con los que saludó de nuevo a la afición culé, escasa por otra parte en una fría tarde en el Palau.

Las otras dos novedades de los azulgranas fueron la titularidad de un Carlos Ruesga que poco a poco coge ritmo y los inusuales fallos de Wael Jallouz. El portero brasileño Rangel Luan da Rosa parecía aceptar el reto de Saric y también comenzó espectacular para el Villa de Aranda. Tanto que al Barça le costaba sobremanera batirle y llegado el octavo minuto de juego sólo había anotado un gol. Para entonces ‘Bicho’ ya había transformado una contra en el 1-2 que daba ventaja a los amarillos.

El Villa de Aranda hace de Barça

El contraataque empezó a darle frutos al equipo ribereño y ‘Bicho’ llevó la ventaja visitante hasta el 3-6 pasado el minuto 10. El Barça acumulaba seis pérdidas de balón por ninguna del rival y además Rangel seguía infranqueable.

Xavi Pascual  decidió realizar cambios y sacó a Raúl Entrerríos en la dirección del ataque y a Víctor Tomás en el extremo. El cuadro azulgrana empezó a rodar y Aitor Ariño rompió el parcial de 0-4 que había conseguido el Villa de Aranda. Entre Ariño y Tomás lograron cuatro goles consecutivos con el que el Barcelona volvió a acercarse en el marcador, pero en ataque los burgaleses seguían sintiéndose cómodos y Moreira y Canyigueral se unieron a la fiesta del gol. Al llegar el minuto 20 el Villa de Aranda mantenía dos goles de renta.

Desde octubre de 2014, contra el BM Benidorm, el Barça no llegaba perdiendo al descanso

Finalmente ‘Pasqui’ tuvo que pedir tiempo muerto para solucionar los problemas defensivos y a la vuelta al juego Entrerríos logró empatar el partido. Una superioridad numérica arandina permitió al equipo de Jacobo Cuétara distanciarse de nuevo por dos goles, pero en un abrir y cerrar de ojos los catalanes volvieron a igualar el marcador y el técnico asturiano paró el duelo. Sin embargo, el Barça había engrasado ya la maquinaria y Syprzak consiguió el 12-11 con el que adelantó a los suyos muchos minutos después (sólo habían estado por delante con el 1-0).

En unos últimos minutos el Villa de Aranda volvió a dar un vuelco al marcador y con afortunados lanzamientos de sus laterales Oswaldo y Juanlu Moyano logró marcharse al descanso venciendo por 13-14. Desde que la temporada pasada el BM Benidorm lo lograse en el Palau d’Esports L’Illa, ningún equipo español había conseguido superar al Barça al descanso de un partido de la Liga BAUHAUS ASOBAL. Los siete contraataques anotados por los arandinos eran la clave para que eso ocurriera, los ribereños se habían vestido con los ropajes del campeón y a base de defensa y contraataque, puro estilo Barça, se habían impuesto en treinta minutos históricos.

El Barça 'se enfada' y remonta el partido

En los primeros minutos del segundo tiempo Gonzalo Pérez de Vargas salió a pista para poner las cosas en su sitio. Algunas paradas del toledano y pérdidas de balón del Villa de Aranda, unidos al buen juego catalán con el pivote, hicieron que el Barça remontara y Cuétara pidiera tiempo muerto apenas tres minutos después de empezar.

Ante el mal día del lanzamiento exterior local, la primera línea comandada por Entrerríos decidió buscar la superioridad física en el pivote de Kamil Syprzak, que además de lograr goles consiguió forzar alguna exclusión. Con un parcial de 6-0 protagonizado por el polaco y Sigurdsson el FC Barcelona se escapó hasta el 19-15, consiguiendo su máxima ventaja del partido.

Con un parcial de 16-3 el Barça arregló el entuerto

Aunque el ataque azulgrana se atascó, Gonzalo Pérez de Vargas impidió que el Villa de Aranda volviera a acercarse peligrosamente en el electrónico. Los visitantes perdonaban y eso ante el Barça es poco menos que un suicidio. Cuétara pidió su último tiempo muerto pero ya era tarde, el temible monstruo culé había despertado y volaba sin remedio a base de contras hacia la victoria. Casi sin que ninguno de los presentes se diese cuenta el Barcelona se había escapado hasta el 29-18. Las piernas de los defensores catalanes estaban mucho más flexionadas, la actitud era muy distinta y la sociedad limitada Gonzalo-Sigurdsson empezó a hacer las delicias del público.

En cinco minutos el equipo de Pascual había conseguido que un partido que pintaba negro se decidiera completamente en su favor. El último cuarto de partido fue el tradicional en los partidos disputados en el Palau, con minutos para los jóvenes de uno y otro equipo, pero lo que había ocurrido en los primeros 45 minutos había sido muy distinto.

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