Europeo Polonia 2016. Grupo B, jornada 1: Islandia sufre y Croacia decide en la segunda parte

Siempre se dice que en el mundo del balonmano un Europeo es la competición más difícil de ganar, pues todos los partidos miden a rivales de gran nivel y no hay equipos más modestos, como sí ocurre en el Mundial y, en menor medida, en los Juegos Olímpicos. Islandia y Croacia lo han sufrido en sus propias carnes, trabajando de lo lindo para sacar adelante sus partidos contra Noruega y Bielorrusia, respectivamente.

Que una superestrella del nivel de Siarhei Rutenka no tenga equipo roza el esperpento, aunque es cierto que las circunstancias le han llevado a ello. Después de abandonar el Barça al poco de comenzar la temporada, su aventura asiática ha terminado antes de tiempo y tras este Europeo los principales clubes europeos se lo rifarán. Su partido contra Croacia atestigua su buena forma y mucha culpa ha tenido en que los de Zeljko Babic tuvieran que esperar al segundo tiempo para asegurar la victoria.

No fue un buen día en ataque para la gran referencia croata Domagoj Duvnjak, que se dedicó a repartir juego más que a lanzar. Para meter goles ya estaban los extremos y han sido los dos del Kielce, el izquierdo Manuel Strlek (perfecto desde los siete metros) y el derecho Ivan Cupic quienes han brillado con nueve y cinco goles. También ha sido determinante la aportación en el lanzamiento exterior del barcelonista Marko Kopljar, que también acabó con cinco goles. Por parte bielorrusa Rutenka y sus ocho dianas estuvieron algo solos, pues el que debía ser su gran socio, el central Nikulenkau, tuvo un mal día en el lanzamiento. Sí aportó el otro Siarhei, Shylovich, con siete goles desde el otro lateral.

Rutenka se convirtió en el protagonista de los primeros minutos y su brazo dio ventaja a una Bielorrusia que se vio tres goles por delante. La eficacia de Strlek desde los siete metros y la aparición de las contras croatas igualaron la contienda y con empate a 15 llegó el descanso.

La aportación en portería de Stevanovic fue decisiva

La segunda mitad fue muy distinta y el paso adelante de la defensa croata decantó la balanza. Mirko Alilovic no había estado a su habitual nivel en los primeros minutos de partido, pero la salida bajo palos de Ivan Stevanovic dio otro aire a la zaga. Croacia sólo anotó seis goles en el segundo tiempo y maniató a Rutenka. Solamente Shylovic encontró, a cuentagotas, el modo de anotar goles. Strlek y Cupic fueron los estiletes en el ataque croata y poco a poco la diferencia fue aumentando en el marcador hasta los seis goles finales.

El balonmano nórdico fue el protagonista en el segundo partido del grupo, con un precioso duelo que se decidió a última hora. El extremo del Barcelona Gudjon Valur Sigurdsson anotó el gol decisivo a diez segundos del final, pero Noruega todavía tuvo una última opción. Las dos estrellas internacionales de Islandia fueron las que marcaron la diferencia; Aron Palmarsson consiguió ocho goles y Sigurdsson hizo seis. El extremo Bjornsen fue el más acertado de los noruegos, con siete tantos.

El propio Bjornsen fue quien hizo que Noruega dominara en los primeros compases del partido. Islandia no logró ponerse por delante en el marcador hasta que, pasado el primer cuarto de hora, Sigurdsson anotó desde los siete metros. Sin embargo, la reaparición de Bjornsen en la faceta goleadora hizo que Noruega se marchara al descanso con una ligera ventaja en el marcador.

Sigurdsson anotó el gol decisivo a diez segundos del final

Tras el intermedio Islandia parecía despegar. Entre Palmarsson y Atlason lograron una ventaja de tres goles, pero el zurdo Tonnesen se echó a su selección a la espalda y volvió a igualar. En los últimos minutos el pivote Gunnarsson marcó la diferencia y dio renta de dos a su equipo, pero el noruego Reinkind respondió con dos goles y puso el empate a 25 goles con poco más de medio minuto por jugarse.

Con la tensión en todo lo alto, el entrenador Aron Kristjansson pidió tiempo muerto y preparó una jugada. El balón le llegó en el extremo a Sigurdsson, en una posición en la que es infalible y marcó gol con diez segundos por jugar. Noruega lo intentó y jugó ese tiempo con portero-jugador, pero el intento de Sagosen desde el extremo no terminó igual que el de su rival.