Los grandes imponen su ley en la ida del 'Last16'

La pugna por entrar en el grupo de los ocho mejores equipos del continente ya ha comenzado. Con el Barcelona y el Paris Saint-Germain esperando en cuartos, doce son los conjuntos que han de fajarse en una eliminatoria a ida y vuelta en la que no hay margen de error. Cada gol vale su peso en oro, y un despiste puede condenar a cualquier equipo.

Tan solo el 'Spanish' Pick Szeged de Juan Carlos Pastor consiguió que la victoria se quedase en casa, pues en el resto de partidos los visitantes han conseguido un marcador que les hace afrontar el choque de vuelta con cierta calma. Sin embargo, todas las eliminatorias continúan abiertas, si bien es cierto que Zaporozhye y Meskhov Brest tendrán muy difícil sorprender a Veszprém y Kielce a domicilio. La vuelta se jugará en cuestión de días, por lo que los equipos deben reponerse rápidamente y preparar sus armas para la batalla definitiva.

El equipo polaco tenía ganas de revancha después de que el Vardar fuera su verdugo en la misma fase la temporada pasada. Manolo Cadenas planteó un 6:0 que se le atragantó al conjunto macedonio en la primera parte, principalmente debido a la falta de lanzamiento exterior provocada por la baja de Sergei Gorbok. El gran trabajo defensivo sumado al acierto en la dirección de Marko Tarabochia hizo que los locales se colocasen cuatro arriba en los últimos minutos de la primera parte. Sin embargo, el Vardar fue capaz de reducir la diferencia y el resultado al descanso fue de 16 a 14.

En la segunda parte, tras un inicio desastroso del Wisla el equipo de Raúl González consiguió anotar un parcial de 2-6 con el que dio la vuelta al marcador. Sterbik se encargó de mantener la renta y el Vardar seguía cuatro arriba a falta de tres minutos para el final. Sin embargo, el Wisla Plock varió su defensa a 5:1 y el partido se volvió loco. Los polacos fueron capaces de empatar el partido tras un siete metros errado por Manaskov y un tanto en los últimos segundos del jugador del partido, el bosnio Tarabochia (30-30). Con este resultado, el Vardar es favorito para conseguir su pase a cuartos en Skopje.

Si el primer choque destacó por sus altos guarismos, en el partido del Zagreb Arena se impusieron las defensas. De hecho, en los primeros nueve minutos ambos equipos tan solo fueron capaces de anotar tres goles cada uno. Sin embargo, los alemanes comenzaron a despegar y poco a poco pusieron tierra de por medio, obligando a Vujovic a pedir su primer tiempo muerto. El parón surtió efecto y los croatas dieron la vuelta al partido, con un Stevanovic muy enchufado. Zlatko Horvat fue el encargado de anotar el último gol del primer tiempo, el cual terminó 12-10 para los locales.

Tras diez minutos disputados de la segunda parte, los leones ya volvían a mandar en el luminoso (17-16) gracias a su poderío ofensivo. Las defensas y los porteros comenzaron de nuevo a brillar y se llegó a los últimos instantes con todo por decidir. Al Rhein-Neckar le pesaban las piernas, pero varias pérdidas inexplicables de los locales le permitieron volver a Alemania con la victoria en el bolsillo.

El Flensburg sufrió más de la cuenta para llevarse a Alemania la victoria, sobre todo debido a un mal inicio en la primera parte. Los franceses aprovecharon el despiste de los germanos para imponer su ritmo en los primeros veinte minutos, pero una vez el equipo de Vranjes despertó, el Montpellier no pudo hacer nada para resistir el arreón alemán. Con un parcial de 5-1 liderado por Rasmus Lauge, el Flensburg le dio la vuelta al marcador y se marchó al descanso dos goles arriba (13-15).

En la segunda parte el Montpellier fue a remolque. El equipo de Canayer lo intentó todo y el guardameta Siffert les permitió centrarse en el ataque, pero los alemanes no flaquearon. Jakobsson y Glandorf asumieron la responsabilidad y volvieron a poner tierra de por medio. Sin embargo, a pesar de la espectacular actuación de Mattias Andersson, la insistencia del Montpellier dio sus frutos y consiguieron empatar el partido. Con 27-27 en el marcador y a falta de tres segundos para el final, Jakobsson soltó el brazo y perforó la portería francesa tras un golpe franco para condenar al Montpellier, que tiene un pie y medio fuera de la Champions.

Los bielorrusos eran conscientes de la dificultad de la eliminatoria, y saltaron a la pista con la intención de no dejar que el Kielce se sintiera cómodo en ningún momento. Y lo consiguieron, al menos en la primera mitad. Su defensa carburó y Charapenka estaba entonado, mientras que Atman  y Stojkovic hicieron sangre en ataque. De esta manera, se llegó al descanso con un sorprendente 14-12 en el marcador.

En la segunda parte la dinámica fue completamente diferente. El Kielce se puso manos a la obra y la entrada de Marin Sego provocó una sequía goleadora que duró siete minutos en el Brest. Mientras tanto, Michal Jurecki y Bielecki aprovecharon para darle la vuelta al marcador, pero los bielorrusos aún no habían dicho su última palabra. El equipo de Bebeshko comenzó a remar y poco a poco se fue acercando a la orilla. El entrenador lo intentó todo -tiempos muertos, cambios de defensa, de portero y de jugadores de campo-, pero el Kielce mantuvo la calma y finalmente consiguió una renta de cuatro goles para defenderse en Polonia.

El Zaporozhye era el otro equipo que partía en clara desventaja en su eliminatoria y la lógica se impuso, aunque tardó en hacerlo. En la primera parte los ucranianos consiguieron mantenerse en el partido principalmente gracias a las paradas de Koshov y a la buena actuación tanto en defensa como en ataque de Kalarash. Cuando el Veszprém intentaba despegarse en el marcador, el Zaporozhye era capaz de subir el nivel y aguantar el arreón, de manera que llegaron al descanso empatados (12-12).

Pero en la segunda parte las ilusiones locales se disiparon. Los húngaros materializaron la diferencia de presupuesto y en la mitad del segundo tiempo ya ganaban de cinco goles. El equipo de Xavi Sabaté no sufrió mucho para mantener su renta, pues el Zaporozhye comenzó a acusar el esfuerzo de la primera mitad. Con el 24 a 29 final, el Veszprém ya asoma la cabeza en cuartos, mientras que el Zaporozhye quiere disfrutar de un partido de máximo nivel tras haber cumplido su objetivo.

Kiel y Szeged también se enfrentaron en el 'Last16' de la pasada Champions, pero con un escenario totalmente distinto. Aquella vez los alemanes eran claramente favoritos, pero en esta ocasión, tras haber sufrido varias bajas importantes, el equipo de Juan Carlos Pastor parecía tener ventaja. Los cebras comenzaron el partido muy enchufados gracias a la conexión Cañellas-Brozovic, pero el 5:1 húngaro no tardó en cortocircuitar su ataque, sobre todo su lanzamiento exterior -Vujin desapareció del partido-. Las paradas de Sierra y el brazo de Ancsin permitieron que el Szeged se marchara al descanso dos arriba (16-14).

En el segundo tiempo, la defensa germana consiguió ajustarse a la vez que Vujin comenzó a encontrar portería, obligando a Pastor a pedir tiempo muerto ante la remontada del Kiel. El partido entró en los últimos minutos con los alemanes por delante, pero entonces el Szeged metió una marcha más y con un parcial de 7-1 consiguió guardarse una renta de cuatro goles para su batalla en el Sparkassen Arena. El año pasado, la diferencia de dos tantos fue insuficiente, por lo que en la vuelta puede pasar cualquier cosa.