Apenas días después de decir adiós a Europa la próxima temporada y ser espoliados en Logroño, el Villa de Aranda ha recibido un duro golpe que enciende las alarmas en el balonmano español. Según ha anunciado el club arando en un comunicado  de prensa, un grupo de jugadores de la plantilla ribereña ha interpuesto una denuncia al club por impagos. Para la directiva del Villa de Aranda, "es un paso normal" que no va a entrar a valorar,  pues "los jugadores están en su derecho de llevarlo a cabo".

Sin embargo, la entidad de Aranda de Duero ha querido hacer un llamamiento a la tranquilidad y ha asegurado que "se están efectuando las acciones necesarias para solucionar el problema y que todo llegue a buen término". Además, ha instado a sus socios a que participen en las actividades que se inscriben dentro de la campaña llamada 'Mes del balonmano', organizada por el club y cuyo fin es "solventar parte de los problemas por los que atraviesa el Club Balonmano Villa de Aranda". "Con la convicción de que los problemas pueden solucionarse y de que entre todos y todas se podrán superar los baches que hay en el camino, agradecemos enormemente a cada socio y socia su comprensión y apoyo", concluye el comunicado.

A pesar de las insistencias del club arandino, lo cierto es que la denuncia por impagos remite a la situación que otros tantos equipos atravesaron antes de desaparecer. El ejemplo más reciente es el del BM Aragón, que hasta hace pocas jornadas se encontraba disputando la Liga BAUHAUS ASOBAL y que tuvo que retirarse por la falta de apoyos económicos. Aun así, habrá que estar atentos a la evolución del conflicto arandino para determinar si el balonmano español aún no ha sido capaz de detener la hemorragia que tanto daño le ha hecho.

Actualmente, a falta de tres jornadas para el fin de la temporada, el Villa de Aranda ocupa la quinta posición sin opciones ya de obtener un pasaporte para jugar la Copa EHF el próximo año. En la próxima jornada, los burgaleses recibirán al todopoderoso FC Barcelona.