El momento esperado ha llegado. No hay lugar para más especulaciones, unas intentarán olvidar lo acaecido durante los últimos años mientras que otras buscarán con anhelo sensaciones positivas que les han llevado a Río de Janeiro. No estará la vigente campeona olímpica, tampoco la anfitriona, ni siquiera las guerreras hispanas, pero el atractivo del grupo B está fuera de duda.

Equipos de juego atractivo, con veloces extremos y capacidad para salir al contraataque, y sobre todo, con juventud y ansias de victorias. Se antoja realmente difícil hacer un pronóstico sobre el devenir del torneo. Encontrar la primera y segunda plaza será el anhelo para algunos, en aras de evitar a Noruega, máxima favorita en el grupo A, pero nadie puede dar por hecho su acceso a los cuartos de final. La tensión y emoción está servida.

Corea del Sur: máxima favorita

El miedo al gigante asiático es notable; después de su puesto de semifinalista en Londres 2012, su progresión parecía meteórica pero se ha visto cortada de freno tras la mala actuación en el Mundial 2015. Corea perdió contra Rusia en octavos de final, despertando algunas dudas acerca de si la falta de competitividad en Asia puede hacer que les cueste rendar ante los mejores del mundo.

Francia y Países Bajos: el poder de la novedad

Selecciones jóvenes, fruto de inversiones logísticas de relumbrón y el buen hacer técnico y táctico. Las galas ya dieron muestras de su poderío en Londres, pero la falta de experiencia les hizo claudicar sorprendentemente ante Montenegro en cuartos de final. Cuatro años después y con la vitola de haber eliminado a España en octavos de final del Mundial, las francesas quieren dar un salto de calidad.

Por su parte, Países Bajos acude con tendencia positiva tras acceder a la final del Mundial 2015. Sorprendió mucho su rendimiento basado en contraataques de gran velocidad y movimiento de balón constante por la línea de nueve metros. Sabia nueva en un equipo con muchas posibilidades.

Rusia, Suecia y Argentina: capaces de lo mejor y lo peor

Parten con opciones de clasificación y han de asumir que caminarán en el alambre. Con los otros tres equipos del grupo algo por encima pero sin que su dominio sea absoluto, tanto las europeas como las latinoamericanas pueden dar la campanada. Los duelos entre sí pueden marcar el devenir de su participación en el torneo, y buscarán la regularidad para poder ir creciendo poco a poco en el torneo.