Día de San Patricio en Nueva York, el verde inunda la ciudad y también el Madison Square Garden, donde en la pasada madrugada se celebraba el espectáculo perfecto para cerrar la jornada. El campeón británico Matthew Macklin tenía la oportunidad de destronar al rey sin corona de la categoría de los pesos medios, el argentino Sergio Maravilla Martínez.

Con las apuestas 10 a 1 para La Maravilla, la aspiración verde tenía más de sueño que de realidad, y pese al coraje y el buen combate del británico, Martínez acabó imponiendo su ley tumbando a su rival dos veces durante el asalto número once, provocando la retirada de Macklin antes del último round.

No fueron pocos los problemas de Martínez, que tuvo que sacar a relucir todo su boxeo tras una primera mitad del combate en la que las cartulinas eran ligeramente favorables para el inglés. El peor momento del campeón llegó en el séptimo asalto, cuando un gancho de derecha de Macklin provocara que Martínez se apoyara en la lona con su guante para superar el mal balance, lo que el árbitro interpretó como caída.

Pero ese momento despertó a Maravilla, que se recompuso y comenzó a esgrimir sus mejores golpes, movimientos quirúrgicos que destrozaban la defensa del aguerrido británico, al que comenzaba a descomponer a base de amagos y golpes rápidos. Con su habitual guardia baja, Martínez empezó a encontrar espacios, haciendo de la movilidad un estado, y comenzando a dejar la marca de su boxeo en el rostro de Macklin.

Con el escenario previsible ya dispuesto, el undécimo round fue la puntilla para Macklin que cayó a la lona en dos ocasiones merced de dos grandes izquierdas de Martínez. La campana sonaría para que el árbitro continuara el conteo durante el descanso, momento en el que la esquina de Macklin decidiera poner fin al combate tirando la toalla.

La victoria por retirada de Martínez deja su récord en 49 victorias, 2 derrotas y 2 empates, y cierra el círculo planteando por el Consejo Mundial de Boxeo para que Chávez Jr. y Martínez se vean las caras en uno de los combates más deseados por los aficionados y más rechazado por los promotores del mexicano.