Tras formar parte de Euskaltel y ser su cabeza visible fuera de la carretera, Miguel Madariaga afronta, 19 años después (ya sin el patrocinio de la empresa de telefonía), una 'vuelta', si es que alguna vez se dejó de lado, a la captación y formación de los ciclistas de Euskadi, Navarra y la zona vasco-francesa, y continuar así, aunque fuera del profesionalismo, con la filosofía con la que creó la Fundación Euskadi, en el año 1994.

Pregunta: Lo primero, me gustaría saber cómo ha vivido todo el proceso de cambio durante el invierno. ¿Ha sido una época dura?

Miguel Madariaga: El proceso ha sido durísimo, no por los hechos, pero sí por las formas. Ahora mismo no me esperaba esto, pero me he repuesto y sigo con el proyecto adelante, que ahora mismo es lo más importante que puede haber para el ciclismo de Euskadi en particular y para el propio ciclismo en general.

P: ¿Ha sido traumática la ruptura con Euskaltel?

M.M: Absolutamente, sí.

P: ¿Cómo es su relación actual con Igor González de Galdeano?

M.M: Normal. Él tiene su trabajo y yo el mío. Ahora mismo no está en una situación ni yo de pedirle cosas, ni él de pedirme cosas. Es una situación normal, nada más.

P: ¿Cree que se ha optado por la decisión correcta al anteponer los puntos UCI a la filosofía?

M.M: Yo es una cosa que no te la pudo contestar porque yo sigo con la filosofía actual, que es la filosofía de Euskadi. Pienso que hemos estado en el World Tour desde su nacimiento, pero desconozco si está es la decisión correcta o no.

"Ha habido mucho egoísmo por parte de Euskaltel, la empresa podía haber invertido más dinero"

P: ¿Piensas que Euskaltel podría haber sido viable fuera del WT, pero manteniendo la filosofía?

M.M: Eso depende de la empresa, de lo que quiere y de cómo quiere hacer las cosas. Éso ha sido un estudio que ha tenido que hacer la empresa. Yo ya lo he dicho, con esta filosofía hemos estado en el WT, lo que no sé es si ha habido demasiado egoísmo, el dinero que ponía Euskaltel lo recibía multiplicado por mucho. Si Euskaltel ponía tres millones de euros, y teníamos una repercusión publicitaria de ciento diez millones, pues tú mismo saca las cuentas. Euskaltel podría haber invertido más dinero.

P: ¿Siente que el cambio no es solo una traición a la propia filosofía, sino también el trabajo realizado por usted en el pasado?

M.M: No me he puesto a pensar en eso, como ya se veía todo por dónde iba, el empezar a pensar en esas cosas lo único que te hacía era, por decirlo de alguna forma, ponerte enfermo. Lo hecho, hecho está y ahora lo importante es seguir adelante.

P: ¿Usted intuía años atrás que esto podría suceder?

M.M: Sinceramente no lo esperaba, no.

P: ¿Trató de evitar de algún modo que se llevase a cabo esta decisión?

M.M: No. Yo he reconocido públicamente que cuando vi el cambio que quería llevar Euskaltel, la única persona que podía llevar el proyecto adelante era Igor.  

P: ¿Cree que es posible que un futuro cercano Euskaltel vuelva a retomar su filosofía?

M.M: (Suspira) Yo creo que no, la cosa está muy complicada.

P: ¿Cuál es el mejor momento que ha vivido como director el ‘conjunto naranja’? ¿Y el peor?

M.M: El mejor, la medalla olímpica de Samuel, el liderato de la Vuelta de Igor, las etapas del Tour, por ese orden. Ha habido momentos muy buenos, pero el estar soñando siempre con una medalla olímpica y que la haya logrado un corredor que hemos tenido nosotros ha hecho que ése sea el mejor momento. Y el peor, sin lugar a dudas, la muerte de Víctor Cabedo y de Iñaki Lejarreta.

P: ¿Se arrepiente de algo realizado, o no realizado, a lo largo de su gestión?

M.M: Si me tuviese que arrepentir de algo, me tendría que arrepentir de todo. Como no me voy a arrepentir de todo, no me arrepiento de nada.  

P: Finalmente ha decidido iniciar una nueva etapa en el mundo del ciclismo con el equipo de la Fundación, ¿qué objetivos se marca con este nuevo proyecto?

M.M: Formar corredores. Por todos los años que he estado, sé de sobra lo que hace falta en el profesionalismo mundial y de lo que carece el ciclismo en Euskadi.

P: Pasa de dirigir una escuadra de categoría WT para tratar con jóvenes en plena formación, ¿cómo afronta usted personalmente este cambio?

M.M: Toda la vida he hecho eso, lo que pasa es que no he dedicado tanto tiempo como ahora a ello. Por las circunstancias en las que estoy, jubilado, que he cumplido los 65 años, quizás mi meta sea esta, la de formar chavales, estar más cerca de casa y viajar menos.

"La Fundación está igual que cuando se creó, ¡sin un duro!"

P: ¿Existen diferencias entre la fundación que se creó en ‘los noventa’ y la de la actualidad?

M.M: No, porque la filosofía es la misma. Lo único que hemos cambiado es la experiencia. Hace veinte años no tenía la experiencia que tenemos hoy y económicamente estamos igual, ¡sin un duro!

P: ¿Qué plazos se marca con el nuevo proyecto?

M.M: Sí yo tengo algo que ver en todo esto, y se me va a escuchar, sinceramente no aconsejo para nada trabajar y llevar el proyecto a la UCI World Tour.

"Pienso estar en el ciclismo hasta que mi salud me lo permita"

P: ¿Y usted, personalmente, hasta cuándo piensa estar en el mundo de ciclismo?

M.M: Hasta que mí salud me lo permita. Ahora mismo me encuentro bien y el trabajo realizado durante veinte años está ahí, un trabajo que ha sido admirable.  

P: Además del equipo Euskadi, la Fundación también se encarga del Naturgas. ¿Qué importancia tiene para el proyecto tener un equipo Sub 23?

M.M: Mucho. En un proyecto como éste, tener un equipo Sub 23 controlado como el Naturgas, quiere decir que sabes cómo tienes el trabajo hecho en casa.

"Vamos a traer corredores becados para luego formarlos aquí, como hicimos con Samuel"

P: El proyecto se va a centrar en buscar a los mejores ciclistas de la zona del País Vasco y Navarra, ¿cómo calificaría el estado de la cantera en esas zonas?

M.M: La situación ahora mismo no es la mejor. Cantera hay, pero no es la mejor. Para el equipo vamos a traer corredores becados para luego formarlos aquí, como hicimos con Samuel.

P: ¿Qué labores se deben realizar con los jóvenes de cara a una buena formación ciclista de los mismos?

M.M: Lo primero, se les tiene que hacer saber que se van a encontrar en la vida. Lo más importante y primordial es que solucionen su porvenir personal y luego el deportivo.

P: ¿Qué valores se van a intentar transmitir con este nuevo proyecto?

M.M: Los valores son los que siempre ha tenido este equipo: trabajo en equipo y unión, para poder así sacar adelante el proyecto entre todos.

¿Tiene el equipo un calendario ya estipulado?

M.M: ¿Sabes lo que pasa? Que tenemos que andar tocando puertas, todas las carreras cuestan mucho dinero, pagamos por participar y lo que estamos intentando es pagar lo menos posible.

P: Recientemente hemos visto a su equipo en la Challenge de Mallorca ¿Qué sensaciones extrae de esa participación?

M.M: Muy buenas. Los corredores han llevado la lección muy aprendida y saben que estar presentes en la carrera es lo que les puede abrir los caminos para los equipos de arriba.

Aritz Bagües, uno de los integrantes del equipo Euskadi, escapado en la pasada Challenge de Mallorca. Foto: Andrés Jiménez.

P: ¿Qué corredor crees que es el más prometedor de la actual estructura?

M.M: Todos son chavales que no están catalogados, pero hay ciclistas como Barbero y Mikel Aristi que están con la cabeza muy bien amueblada, se les ve potencial.

P: Todo proyecto necesita un sustento económico, ¿Sin Orbea en la financiación, cómo se plantea la situación económica del proyecto?

M.M: Mal. En estos momentos estamos bajo mínimos, estamos a la caza de un sponsor y si este no aparece en los seis primeros meses, el equipo tendrá que desaparecer.  Hemos tirado por todas las partes que se puede tirar y la contestación siempre ha sido la misma, que  la situación en la que estamos no les permite invertir en ningún proyecto.

P: ¿Y por qué le cuesta tanto a las empresas invertir en ciclismo?

M.M: De encontrar patrocinador nuestro proyecto sería de los más bonitos, pero la situación económica y el follón que se está montando con el doping y el no doping, no favorece a nadie.

"Espero mucho de Igor Antón para este año"

P: Hablemos ahora de dos corredores que usted conoce bien. El primero es Igor Antón. Tras un 2010 espectacular, el de Galdakao no ha mostrado su mejor nivel en 2011 y en 2012. ¿Piensas que en 2013 puede volver al nivel mostrado en la Vuelta de hace tres años? 

M.M: Creo y espero, Igor tiene mucho ciclismo dentro y lo tiene que demostrar. Yo espero mucho de Igor este año.

P: El otro es una de las grandes promesas del ciclismo español, no es otro que Mikel Landa. ¿Qué podemos esperar de él para este 2013?

M.M: De Mikel Landa tenemos que esperar mucho, pero no sólo de él que es una joya, también hay que esperar mucho de los hermanos Izagirre, sobre todo Ion, que sabe moverse muy bien en el pelotón, Romain Sicard, que vuelve tras su lesión y Pello Bilbao, que es un corredor muy bueno. De ese ramillete de ciclistas puede salir una cosa muy bonita.

P: El mundo del ciclismo está siendo salpicado por numerosos escándalos, uno de ellos es el juicio de la Operación Puerto. ¿Qué le está pareciendo hasta el momento ese juicio? ¿Es de lo que piensa que se debe llegar al final, caiga quien caiga?

M.M: Soy de los que piensa, como todos, que sería bueno para el ciclismo seguir hasta el final caiga quien caiga, si no hacen eso, el ciclismo español va a quedar maltrecho y entonces sí que no tendrá solución. En cuanto a la valoración de lo acontecido hasta el momento, el juicio no está demostrando nada, se están las cosas muy a la ligera y si todo lo que ha salido en la prensa es verdad, como yo creo, mal camino lleva.

"Con la Operación Puerto hay que llegar hasta el final, si no el ciclismo español va a quedar maltrecho"

P: Otro escándalo es el tema Armstrong. El texano dijo que cuando ganó los siete Tours no tenía a su alcance cosas que no tuvieran los demás ciclistas, cosa que se interpreta como una clara acusación al resto de corredores y escuadras. ¿Cómo máximo dirigente del Euskaltel en ese época, qué tiene que decir al respecto de esas declaraciones?

M.M: Esas declaraciones ha sido él quien las ha hecho y él es el que tendrá que responder a ellas. Lo que yo te puedo decir es que Armstrong ha sido acusado, precisamente porque a él le han acusado. Eso tiene dos formas de mirar las cosas, yo pienso que no es una acusación nueva sino que es una acusación bien pensada por él, ya que él nunca ha dado positivo, si se le han quitado los siete Tours que ganó ha sido por cuatro o cinco chivatos.

P: Más allá de los escándalos, el mundo del ciclismo también se está viendo sacudido por las muertes de gente que monta en bici. Recientemente le vimos en la explanada del Guggenheim de Bilbao, en la concentración en honor a Iñaki Lejarreta, ¿qué está fallando para que pasen situaciones como esta?

M.M: El lugar donde te encuentras (refiriéndose a la sede de la Fundación Euskadi) es un buen sitio para buscar soluciones, esto es un aula pedagógica donde pasan 3600 niños y niñas, donde se les da a todos lo que es la educación vial. Cuando les pregunto a los niños, ¿queréis conducir? Todos me contestan que sí, todos no van a andar en bici, pero sí van a conducir, pero lo que les enseñamos nosotros para la conducción también les va a valer. Hay dos cosas que pueden salvarnos, el respeto, que no hay, y una buena educación vial. Pero para ello, es necesario que los estamentos públicos y jurídicos tomen cartas en el asunto.

"¿Tú ves que en la sociedad nos respetamos los unos a los otros? en el ciclismo pasa lo mismo"

P: ¿Entonces, la solución que propones va por la vía de la formación,  ya que una buena educación incluye el respeto?

El respeto viene no solamente de la formación, el respeto viene de la sociedad. ¿Tú ves que en la sociedad nos respetamos los unos a otros? Pues en el ciclismo pasa lo mismo. Hay muchos ciclistas que salen a la carretera para soltar su adrenalina, lo he visto y lo he vivido. Con esto no digo que no sea lo principal. Pero luego, tú vas un verano, ves los vehículos que van a la playa... ¡Eso sí que es una conducción temeraria!