Rigoberto Urán se estrenará con su nuevo equipo, el Omega Pharma-Quick Step, el próximo domingo en la Challenge de Mallorca después de tres años en el Sky donde no se le ofrecieron los galones suficientes como para ser jefe de filas, rol que si podrá cumplir en la escuadra belga. El colombiano se marca como gran objetivo el Giro de Italia tras su magnífico segundo puesto en la edición del año pasado, en la que partía como gregario de lujo de un Bradley Wiggins que abandonó por problemas físicos. Para llegar en forma a la prueba transalpina, la nueva cara del equipo belga se pondrá a tono en el Tour de Omán (18-23 de febrero), la Tirreno-Adriático (12-18 de marzo) y la Volta a Catalunya (24-30 de marzo).

Urán vio confirmadas sus opciones reales de hacer grandes cosas en las carreras de tres semanas tras su gran actuación en la ronda italiana, pero este año asegura que va "con más presión, todo será más difícil". "Es un gran reto, ya que todo cambia, pues seré líder del equipo en el Giro, mi gran meta de este año", aseguró el bravo ciclista colombiano en el periódico El Tiempo.

"No quiero especular con nada, estoy contento con el reto", aseguró el fichaje estrella del Omega Pharma-Quick Step. "Ya conozco el Giro, fui segundo, solo falta estar adelante, pero decir que voy a ganar es complicado a esta altura de temporada", añadió Urán antes de emprender su viaje a Mallorca.

En la carrera italiana tendrá a un compatriota suyo como rival y máximo favorito, el ciclista del Movistar Nairo Quintana, del que reconoce ser "amigo".  "Sobre la bicicleta somos rivales, cuando nos bajamos de ella, somos amigos. En carrera cada uno irá a por lo suyo", sentenció Urán.

Para concluir, el colombiano aseguró que el Giro es una carrera "muy dura", pero no quiso compararla con el Tour, ya que son pruebas "muy distintas", especialmente este año en el que en la ronda gala habrá "pavé y una contrarreloj larga". "Si uno tiene piernas responde en cualquier recorrido que le pongan", finalizó el ciclista de la escuadra belga.