Con la temporada prácticamente en sus inicios, Bradley Wiggins ya ha sembrado polémica. El corredor británico ha asegurado en Mallorca, lugar donde se encuentra haciendo su pretemporada, que el Tour de Francia es una carrera con ganadores poco limpios. Concretamente, el ganador del Tour de 2012 ha asegurado que los ganadores limpios son casi la excepción.

Para más inri, considera que entre ese grupo se encuentra él mismo: "No hay muchos ganadores en la historia del Tour que fuesen limpios. Se podrían contar con los dedos de una mano. Muchos de los vencedores de la década pasada tomaron sustancias prohibidas para hacerse con el maillot amarillo".

Tras analizar los casos recientes del ciclismo moderno, con el estadounidense Lance Armstrong despojado de sus siete títulos por dopaje y el español Alberto Contador privado del Tour 2010 por un positivo por clembuterol, el campeón inglés admitió que estos hechos le aportan responsabilidad: "Me encuentro en un muy pequeño club, y esto aporta responsabilidad porque hay que dar ejemplo predicar al mundo, credibilidad para que la gente no vea que hay esqueletos en el armario".

Wiggins, que buscará olvidar 2013, ha confirmado ya su presencia en la París-Roubaix y en el Tour de California, así como estar totalmente dispuesto a ayudar a Froome a revalidar el título en el Tour de Francia.