Ian Stannard (Sky) se llevó la primera Clásica flamenca con pavé, el Omloop Het Nieuwsblad venciendo al sprint al belga Greg Van Avermaet (BMC), su compañero de fuga en los últimos 16 kilómetros. Los Sky, encabezados por el británico y Boasson-Hagen, superaron tácticamente con claridad a los Omega Pharma, que pese a llevar toda la artillería pesada para el empedrado, con Boonen, Stybar, Vanderbergh y Terpstra, no lograron los resultados esperados y su mejor hombre fue el holandés Terpstra, quinto.

La carrera comenzó con un escapada de ocho hombres que probaron suerte sobre el adoquín flamenco, formada por Steels (Topsport Vlaanderen), Kuschynski (Katusha), Sinkeldam (Giant-Shimano), Lemoine (Cofidis), Vuechelen (Waty Group Gobern), Paterski (CCC), Laborie (Bretagne Seche Environnement) y Schillinger (Team NetApp Endura). Este grupo, pese a organizarse bien y dar buenos relevos, logró una renta máxima poco superior a los cuatro minutos que, a la postre, sería insuficiente.

La lluvia hizo acto de presencia desde el inicio de la prueba y dejó el asfalto belga muy resbaladizo. Muchos corredores se cayeron, y a falta de 100 kilómetros Hushovdfue el mayor damnificado, ya que el noruego del BMC tuvo que retirarse con un golpe en todo el costado izquierdo, aunque parecía que el hombro era la parte más dañada. Durante los tres primeros cuartos de carrera Omega Pharma encabezó el pelotón, imponiendo un ritmo duro y colocando a sus mejores hombres en la parte delantera para evitar problemas.

Todo cambió con el pinchazo de Keisse (Omega Pharma) a 78 kilómetros para meta, ya que sus compañeros ralentizaron el ritmo esperando a que se reintegrara, pero llegó el Kruisberg. En este punto, además de caídas por la lluvia, un Lotto y un Garmin aumentaron el ritmo y los Roelandts, Bak, Nuyens, Phinney, etc. se pusieron en cabeza.

Con el paso de los kilómetros otros equipos pasaron a liderar el pelotón mientras la diferencia de los escapados se reducía cuantiosamente hasta ser neutralizados a falta de 50 kilómetros para meta. Tras varios intentos de ataques de los hombres más fuertes del pelotón, Terpstra, Boom (Belkin) y Boasson Hagen (Sky) conformaron la nueva cabeza de carrera a falta de 30 kilómetros con unos cuarenta segundos de renta con Demaré (FDJ) y Vanbilsen (Topsport Vlaanderen) les perseguían entre la cabeza de carrera y el grupo de favoritos. El holandés Boom tuvo la mala suerte de sufrir un pinchazo que le hizo descolgarse para reparar la avería y reintegrarse en el grupo de favoritos, mientras que los perseguidores fueron neutralizados.

Terpstra y Boasson Hagen peleaban entre ellos, con constantes aceleraciones, especialmente del noruego, al que se veía más fuerte. El más duro fue en el último tramo de pavé, Longe Munte, pero Terpstra aguantó y contraatacó. Estas estrategias no funcionaron y a 16 kilómetros para meta fueron neutralizados. Acto seguido se lanzaron en busca de la victoria Van Avermaet (BMC) y Stannard (Sky), que fueron haciendo camino manteniendo una distancia de unos veinte segundos con sus contrincantes. En su persecución salieron Vanmarcke (Belkin), Terpstra y Boasson Hagen, que se establecieron a unos diez segundos de la cabeza de carrera, mientras que el grupo principal cada vez estaba más y más lejos.

El esfuerzo de los perseguidores era muy grande para tratar de enlazar con la cabeza de carrera, mientras que por delante Stannard dejó la responsabilidad del dueto líder a Van Avermaet, ya que por detrás llegaba su compañero Boasson Hagen. A falta de 2 kilómetros la victoria estaba entre ellos dos y Stannard aceleró sin éxito, fórmula que repitió el belga. Ambos llegaron a meta juntos y venció el británico al sprint ya que, pese a ser menos velocista que su rival de BMC, realizó menos desgaste en una buena labor táctica de los de Brailsford.

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