Han pasado ya siete años desde la última victoria de un ciclista italiano en Flandes. Ese honor recae sobre Alessandro Ballan. El ciclista de Castefranco Veneto ganó la edición del 2007 tras superar al sprint a uno de los ídolos locales, el belga Leif Hoste. Curiosamente, Luca Paolini completó el pódium tras superar a Karsten Kroon y Vladimir Gusev en la meta de Meerbeke.

Muchos años de espera para un país con gran tradición en la prueba. Con ciclistas que son auténticos mitos de las carreras belgas: Fiorenzo Magni, ganador de tres ediciones consecutivas, Moreno Argentin, Gianni Bugno, Michele Bartoli, Andrea Tafi...

Luca Paolini se presenta como una de las bazas más sólidas para los intereses italianos. El ciclista milanés sigue viviendo su segunda juventud en el equipo Katusha y ambiciona con poder dar la campanada el domingo: "Acudo a la carrera con la intención de ganar. Es una carrera para hombres  duros, una verdadera carrera a cara de perro, en la que tienes que tener muy buenas piernas y ser inteligente tácticamente".

"Han realizado modificaciones en los últimos kilómetros, acercando las cotas más duras entre ellas. Para ganar va a ser necesario adelantarse a Fabian Cancellara y a Peter Sagan. No estoy hablando de hacer un ataque muy lejano, pero sí de moverse en un punto donde no se lo esperen ", confesaba Paolini en una entrevista concedida aVelonews.

La veteranía es un grado, pero más aún la experiencia en este tipo de pruebas, por eso el ciclista italiano tiene claro que: "Hay puntos en la carrera en los que si no estás en cabeza corres el riesgo de quedarte en fuera del juego. Hay que correr al 100% desde la salida, no hay otra opción. Si te sabes más débil que tus rivales tienes que tratar de ser más inteligente que ellos".

Si Paolini lograse el triunfo en Flandes, se convertiría en el ciclista más veterano en conseguir semejante hazaña, y superaría a Andrei Tchmil que ganó la edición del año 2000 con 37 años y 2 meses.

La otra baza italiana es una incógnita

La otra gran esperanza italiana es, un año más, Filippo Pozzato. El talento distraído de Sandrigo, acude a la prueba siendo una auténtica incógnita. Su rendimiento en las carreras previas ha sido muy bajo: 30º en la Milán San Remo, 79º en la E3 Harelbeke y abandono en Gante-Wevelgem.

Habrá que ver qué versión nos muestra el italiano. Un ciclista capaz de lo mejor, como en 2012 cuando fue segundo detrás de Tom Boonen, y de lo peor. Lo que está claro es que con un Pozzato en forma y mentalizado ganamos todos.