Sagan gana hasta sin querer. Es el comentario más leído y escuchado tras la victoria del campeón eslovaco en la primera etapa de los Tres Días de La Panne. El líder se tornó gregario para ayudar a ganar a uno de sus lugartenientes en clásicas, Oscar Gatto, fichado por Cannondale con ese mismo propósito. Pero Sagan frenó tarde su sprint final y rebasó por centímetros al italiano.

Los dos discutieron su doblete en la zona de prensa, antes de subir al podio: “El plan era trabajar para Gatto”, explica Sagan. En un primer momento, el eslovaco creía que era su compañero el que le había rebasado, pero un visionado rápido de la photo finish cambió por completo su semblante alegre, que trasladó serio al podio.

“La forma en la que estaba me dio seguridad y me vi bien situado delante”, detalla Gatto. “La estrategia era intentar ganar al final, pero las cosas han salido así y hay que estar contentos igualmente. Hemos trabajado bien y las sensaciones son buenas de cara a la gran carrera del domingo”, añade, aludiendo al Tour de Flandes.

"Las sensaciones son buenas de cara al domingo", explica Oscar Gatto 

Ese gran trabajo de Cannondale se inició en los últimos 20 km de la etapa, jalonada de muros adoquinados y sectores muy técnicos. El propio Sagan aceleró en la penúltima de las cotas, Eikenmolen, llevándose tras de sí a Gatto y Terpstra, entre otros. Poco después, se dejaron caer a mitad del grupo aprovechándose del trabajo de los Omega, que tiraban pensando más en la general y lanzaron el sprint final.

Con este triunfo 'no deseado', Sagan suma ya cuatro victorias en lo que va de 2014 y la tercera de su carrera en los Tres Días de La Panne. El corredor cada vez se está mostrando más sólido debido a la cercanía de Flandes Roubaix, sus dos próximos objetivos.