La Paris - Roubaix puede que tenga algo especial. Quizá sea su viejo adoquín, que va desgastándose año a año, quizá su larga longitud (que ronda los 260 km), o quizás el polvo de la tierra que suelta el tramo de pavé al pasar la rueda de la bici por encima, lo que en días lluviosos provoca barro y hace a esta gran clásica aún más dura de lo que ya de por sí es. Sea por el motivo que sea, la carrera francesa tiene algo especial. Así lo debieron pensar los ciclistas belgas a principios del siglo XX para poner su nombre en cada una de las listas de inscritos de esta carrera francesa a lo largo de todas sus ediciones porque, desde su primera edición en 1896, que fue ganada por el ciclista del entonces Imperio Alemán Joseph Fisher, los ciclistas belgas han copado el primer lugar del pódium en 56 de las 111 ediciones disputadas (una gran efectividad del 50'4 %).

Y eso que empezaron ganando los franceses: los primeros años de "El infierno del Norte" fueron dominados por ciclistas galos, teniendo a grandes estrellas en su palmarés como Maurice Garin (el que en 1903 se convertiría en el primer ganador del Tour) o el primer triple vencedor de la carrera y cuyo récord tardaría en igualarse 24 años, Octave Lapize, que podría haber ganado alguna edición más de no ser por su muerte en las trincheras francesas de la I Guerra Mundial.

Octave Lapize, primer gran vencedor de la carrera francesa. (enciclika.com)

Y es a partir de la reanudación de la carrera en 1919, donde vemos ya lo que será el futuro dominio belga en las carreteras adoquinadas propias de esta carrera. El triunfo de Paul Deman en 1920 marca un inicio y un después en el devenir de la carrera, antes dominada por corredores locales, a partir de ahora, por ciclistas belgas. Una eficiencia en llegar en cabeza a la línea de meta del velódromo de la localidad de Roubaix que se muestra con el dato de que entre las 21 ediciones que se disputaron en el periodo de entreguerras, 15 de ellas fueron para corredores de Bélgica. Y aunque en alguna de esas ediciones no ganaran, siempre se veía a alguno de ellos ocupar algún lugar del pódium.

Con la reanudación de la carrera en una devastada Francia después de la II Guerra Mundial, se siguió básicamente con la misma tónica (e incluso más aún), solo interrumpida con la victoria de algún ídolo local (Andre Mahé, 1949 y Louison Bobet, 1956), y victorias de grandes corredores no belgas ( como la victoria de "Il Campionissimo" Fausto Coppi en 1950, Felice Gimondi en 1966 y el neerlandés Jan Janssen en 1967). Esta época fue la del dominio de los grandes clasicómanos belgas, gente como Rick Van Steenberguer, Rick Van Looy, Eddy Merckx y sobre todo Roger de Vlaeminck, apodado "Monsieur Paris Roubaix" por su friolera de 4 victorias (récord que duraría hasta 2012), 4 segundos puestos y un tercero, entre los años de 1970 y 1981.

Roger de Vlaeminck, primer cuádruple ganador en Roubaix. (theudericus.free.fr)

Y a partir de la última victoria de De Vlaeminck en el velódromo más famoso del ciclismo en 1977, los triunfos belgas pasaron a un segundo plano ante el resurgimiento de otros países, como Italia, Francia, Holanda e incluso Ucrania (con la victoria de Andrei Tchmil en 1994). Hasta que a finales de los noventa y principios de los 2000 llegaron "El León de Flandes" y "Tommeke". Johan Muuseuw, apodado como "El León de Flandes" (llamado así por su gran palmarés en De Ronde, donde consiguió ganar en 3 ocasiones, mismo número de triunfos que en "El Infierno del Norte"), comenzó en 1996 a devolver a Bélgica el prestigio perdido durante los ochenta y principios de los noventa por el resurgimiento de grandes clasicómanos extranjeros y la bajada de nivel de los propios belgas.

Actualmente, Tom Boonen (nacido en Mol en 1980) es la mayor baza belga para seguir con el brillante palmarés belga de esta gran clásica. Sus 4 victorias igualan el registro de De Vlaeminck, y que puede superar este año con la edición número 112, que arranca este 13 de Abril en Compiègne, ciudad situada a las afueras de Paris.

¿Será capaz Tom Boonen de ganar su 5º adoquín este domingo y superar a su compatriota? (juanseguidor.blogspot.com)