Francia sigue recogiendo suculentos frutos de su arduo trabajo con la cantera. Mientras en lugares algo más cercanos se mira al futuro con apatía y preocupación, en la cuna de este deporte se sigue repuntando bajo un rico y cuidado sistema de competición, donde el producto nacional cobra prioridad. Esta vez, la última sensación viene de chez Bernaudeau y sólo tiene 21 años.

Bryan Coquard ha vencido hoy en la 75ª edición de la París-Camembert como mejor sabe: explotando su velocidad. Se ha impuesto a un selecto grupo de elegidos, la mayoría franceses, en la meta de Vimoutiers, corazón del célebre queso Camembert. 58 kilos de este manjar se llevará a casa, según dicta la tradición de esta histórica prueba, quinta parada de la Copa de Francia.

Son ya cinco las victorias de 'Coq', 'el gallo', todas conseguidas en territorio francés, algo que le hace liderar la general de la Copa. Su equipo trabajó duro en el quebrado circuito final de 29 km., al que había que pasar por meta en sentido inverso en las dos primeras vueltas. En la tercera, el trazado se dirigía hacia una nueva cota, incluida para seleccionar aún más la carrera: la Côte de la Cavée, a 7,5 km. del final.

En total, nueve pequeñas pero empinadas subidas aderezaban los últimos 85 km. de carrera, de un total de 210. Los primeros 125 km. fueron terreno para fugas. De Pauw (Topsport Vlaanderen-Baloise), Chinello (Area Zero Pro team), Blain (Team Raleigh), Vermeulen (Roubaix-Lille Métropole), Jakin (BigMat-Auber93) no tardaron demasiado en lanzarse a la aventura, 30 km. después de la neutralizada. Varios cortes en el pelotón aumentaron el nerviosismo e hicieron aumentar la renta de los fugados, que osciló alrededor de los cinco minutos.

El paso a Normandía trajo calma a la carrera y la ventaja de los escapados con respecto al gran grupo se mantuvo en torno a los 3:30. Jakin se descolgó de la cabeza en cuanto llegaron las primeras cotas, mientras que Cofidis y Ag2r tomaban las riendas del pelotón, con la intención de reducir distancias.

Justo antes del tercer paso por meta, en la cota de Canapville, a 37 km. para el final, el árbol comenzó a moverse. Alexandre Blain (Team Raleigh) saltó del grupo ante la inminente caza de los fugados, pero rápidamente Brice Feillu (Bretagne) cortó en seco su ataque. Todo se debería resolver en la última vuelta, jalonada por cuatro cotas, entre ellas el explosivo Mur de Champeaux, a 17 km.

Numerosos ataques, ninguno ganador

Pero 15 km antes la carrera ya había implosionado en la cota de Hunière. Cédric Pineau (FDJ) tomó la iniciativa, inaugurando un festival de demarrajes del que ningún equipo quiso hacerse cargo. Corredores como Bardet, Di Gregorio, Minard, Van Asbroeck o Delaplace formaron un corte cabecero, pero poco después fueron neutralizados por otro grupo secundario.

La carrera llegó rota a Champeaux. Pichon (FDJ) y Delaplace (Bretagne) se destacaron a la entrada de la subida. Pichot (Europcar) los perseguía a seis segundos y el pelotón, reducido a treinta hombres, aguardaba expectante a diez. Delaplace logró soltar a Pichon antes de coronar y echó el resto buscando el repecho de la Cavée.

Europcar, control efectivo

Fue entonces cuando Europcar asumió el mando para evitar más escaramuzas e impuso ritmo pensando en las opciones de Coquard, que ganaba enteros en este final tan selectivo. Esto hizo calmar los ánimos por un instante. Delaplace fue neutralizado antes de comenzar una cota final en la que, de no producirse ataques de calidad, serviría como lanzadera para el sprint definitivo.

El conjunto francés estuvo atento y no dejó que prosperara ningún ataque

Hubo varias aceleraciones, pero sin peligro para Europcar o FDJ, los mejor representados en el grupo. Todo estaba preparado para un sprint abierto, en unos metros finales que picaban hacia arriba y en el que los 210 km recorridos podía influir en la resolución. Finalmente, los de Bernaudeau justificaron su gran trabajo y llevaron en volandas a Coquard hacia un nuevo trofeo, el décimo de una corta y prometedora carrera profesional. Samuel Dumoulin, vigente vencedor de la Copa de Francia, fue segundo y la FDJ, muy activa en las cotas, se tuvo que contentar con el tercer lugar de Pichon.

Europcar ha encontrado un nuevo tesoro para el futuro, que deberán proteger con la mejor de sus llaves. Bernaudau y su staff están llevando al joven Coquard por el mejor de los caminos, liberándolo en escenarios poco sobrecargados, creciendo silencioso, bajo el parapeto de los más veteranos, como Kern o Voeckler. No obstante, este domingo, en Amstel Gold Race, tendrá la oportunidad de probarse ante los mejores, con la motivación extra de liderar el ránking de victorias de su equipo.

Clasificación

Fuente: Directvelo