La carretera comienza a coger pendiente, con una única cima: el cajón más alto del Giro de Italia. Hoy, en el Giro del Trentino, donde en los últimos años se ha comenzado a ganar la primera gran ronda del año, la alta montaña se ha presentado con una de sus más crueles y místicas caras, la de la lluvia. De ella ha aparecido otro joven italiano, uno de tantos, que parecen emerger desde su anonimato en cuanto las carreteras alpinas comienzan a florecer. Hablamos de Edoardo Zardini.

Este semidesconocido valor de 24 años, enrolado en el Bardiani-CSF, ha sorprendido con gran convencimiento en la segunda etapa, con meta tras la subida a San Giacomo di Brentonico. Zardini tomó la iniciativa, junto a su compañero Stefano Pirazzi, a 9 km del final, una vez que el líder, Daniel Oss (BMC) había perdido contacto con el grupo. A ellos se unieron Mikel Landa (Astana) y Janse van Rensburg (MTN-Qhubeka), pero pronto se demostró quién andaba verdaderamente con piernas.

El terceto, ya que Rensburg perdió contacto al poco tiempo, abrió camino en un pelotón que contemporizó demasiado al ritmo de Ag2r y Sky. Zardini dejó atrás a sus compañeros de aventura en cuanto se llegó a las duras rampas intermedias del 11%, a 5 km. de meta. El puerto, de 15 km. al 7% de pendiente media, no causó demasiados estragos, a pesar de lo duro de las condiciones climatológicas y del terreno previo, con dos ascensiones por vertientes diferentes al Vigolo Vattaro, de segunda categoría.

Zardini demarró junto a Pirazzi y Landa a 9 km. del final, para poco después marcharse en solitario

La resolución de la etapa estuvo enmarcada en el arco de un minuto. Zardini seguía a lo suyo, aprovechándose de los marcajes entre los favoritos, con una veintena de segundos sobre sus perseguidores. Landa aguantó en una posición intermedia entre el italiano y el grupo, donde Wiggins y Basso comenzaban a descolgarse.

Fue entonces cuando Astana, con Scarponi y Aru como referencias, asumió el mando e inició la persecución de Zardini, aunque era ya demasiado tarde. La diferencia rondaba los 40 segundos cuando los azules neutralizaron a su compañero Landa, a 3 km. del final. Se llegó un punto de no retorno y los capos estuvieron obligados a dar la cara.

Fabio Aru se dejó ver por primera vez este año seleccionando el paquete. Se formó una avanzadilla con el joven sardo, Pozzovivo, Duarte, Niemiec y Evans, que mostraron ser, en 2 km., los hombres más fuertes de cara a la general. Hombres como Pellizotti o Scarponi se quedaron en una segunda fila de hombres, 20 segundos por detrás.

Astana basó su estrategia ofensiva en los jóvenes Landa y Aru

Pero en este primer episodio alpino el protagonismo recayó en un hombre de la casa Reberveri, un Bardiani que comienza a quemar carbonilla para encender, con nuevas flamas, las montañas italianas. Hoy Zardini se presentó en sociedad, adelantando el papel que llevará a cabo su equipo en los próximos días y semanas. En su segunda temporada como profesional ya ha estrenado su lista de victorias, mostrando solidez y carácter de buen escalador.

19 segundos después de Zardini entraron Niemiec, Duarte y Evans. El cuarto puesto obtenido le vale al incombustible aussie para vestirse con el maillot fucsia de líder, aunque sólo con 9 y 17 segundos de renta sobre el de Bardiani y Niemiec, segundo y tercero de la general, respectivamente.

Un muro como colofón

La primera jornada del vertiginoso tríptico ha servido como primera criba, pero mañana la situación deberá tomar otro cariz. Los 184 km. entre Mori y Roncone acogen cinco dificultades montañosas, tres de ellas puntuables. El guion de hoy, acotado a la subida final, tiene visos de repetirse, debido a la presencia de un imponente muro a 2,5 km. de meta, con rampas del 15%. No obstante, siempre habrá opción para que triunfe alguna apuesta más arriesgada, debido al paso por el Durone (7 km. al 8.3%), a 41 km. para el final.

Clasificaciones