El dopaje sigue siendo noticia, desgraciadamente, en el mundo del ciclismo. Italia se ha visto este martes salpicada por un nuevo capítulo. Los medios del país transalpino aseguraron que Riccardo Riccò fue sorprendido por la policía local comprando sustancias dopantes a dos traficantes en un restaurante de Livorno. 

Tanto Riccò como su acompañante (otro ciclista de identidad desconocida) fueron arrestados. La bolsa que presuntamente pretendían adquirir los dos denunciados contenía 30 dosis de drogas y en la habitación de uno de los traficantes se encontraron 100 cajas de fármacos que contenían testosterona y eritropoyetina (EPO) con un valor total de unos 15.000 euros.

Riccò, envuelto en otros casos de dopaje, dio positivo en el Tour de Francia de 2008. Precisamente ese mismo año había ganado dos etapas en el Giro de Italia y había acabado segundo en la general. El Tribunal de Arbitraje Deportivo volvió a condenarlo por realizarse una transfusión de sangre en febrero de 2011, esta vez a 12 años, lo que supuso el final de su carrera profesional por razones de edad. 

Hace unos meses Riccò había asegurado que en julio se atrevería a escalar el Mont Ventoux para batir el récord de Chris Froome.