s el momento de hablar de ese papel, poco agradecido, lejos de los grandes focos aunque con cada vez más valor en este nuevo ciclismo moderno, táctico, de los directores más que de los ciclistas que viven pegados al pinganillo. Esos ciclistas conocidos como gregarios han sido los encargados tanto de ayudar a su líder a lograr ciertos objetivos como a la hora de dinamitar las carreras, como ocurría en la Vuelta a España 2012, cuando Contador ganaba en Fuente Dé con un auténtico zafarrancho o como ocurría en el Dauphiné, cuando los gregarios de Froome dinamitaban la carrera. Eso no le sirvió al británico pero el intento fue forjado en el esfuerzo de sus compañeros. Esos que se llaman gregarios.

En los últimos años los gregarios y los líderes tienen una relación cada vez más cercana, en muchas ocasiones de amistad. No hay más que ver casos como el de Joaquim Rodríguez y Dani Moreno o Richie Porte y Chris Froome, o incluso aquel Tour 2013 en el que Kreuziger se quedaba en cada puerto a esperar a Contador. Echando la vista atrás, en este sentido, muchos han sido los casos en que estos ciclistas han tenido que renunciar a sus objetivos personales por el bien del equipo. Le pasó al propio Froome con Wiggins en 2012 o a David de la Fuente en la Vuelta a España 2011, cuando esperó a su compañero y amigo Juanjo Cobo, que acabó llevándose la carrera. 

Es por ello, que estos ciclistas a los que venimos llamando gregarios son los auténticos héroes silenciosos del ciclismo. Cada vez más reconocidos aunque son los líderes, los capos los que se llevan las palmadas en la espalda en público. Estos héroes merecen protagonismo pues su fidelidad y esfuerzo por el bien común es digno de alabar.

En la presente edición del líder habrá gregarios para todos los gustos. Pero los que ayudarán a sus líderes en busca de la victoria final serán los Porte, Roche, Nieve, López, Jose Iván Gutiérrez, Majka, Rogers, Intxausti, Burghardt, Elmiger, Valls... Esos intentarán llevar cómodos a sus líderes hasta el fragor de la batalla. Hasta los últimos kilómetros de las ascensiones en los que se deciden las grandes vueltas. Ellos son los héroes invisibles: fieles, cercanos y generosos.

Team Sky: el treno de Brailsford

Sin duda, el equipo Sky es uno de los más potentes del Tour, sino el que más. Y no solo porque cuentan con el principal favorito sino con una nómina de gregarios increible. Un equipo de ensueño, de potencia, de apoyo y con calidad tanto en el llano como en la montaña. Dejando de lado el trabajo en el llano y puertos menores de hombres como Geraint Thomas o Bernard Eisel, será Vasil Kiryenka quien comience a llevar el ritmo en el puerto, tal y como hemos visto en el pasado Dauphiné. La potencia bielorrusa pondrá una marcha más en los puertos largos iniciando un festival de armonía, cadencia, consonancia, musicalidad... La música clásica del ciclismo.

Una vez Kiryenka acabe su labor entrará el bloque final, el de la agilidad, el del movimiento, los últimos vagones del treno que tan bien ha diseñado Dave Brailsford. David López entraría el primero, con fuerza, con astucia y marcando un ritmo que venga bien a su jefe de filas y que ponga en apuros a los otros favoritos. Después entrará Mikel Nieve. El navarro es especialista en dar un puntito más a la carrera con relevos más cortos pero más intensos y ágiles. Una vez el español complete su trabajo entraría Richie Porte, la potencia, el fondo, el rebufo perfecto para que Froome prepare la parte final del alto. 

Team Tinkoff-Saxo: versatilidad de funciones

Si Chris Froome tiene a su lado una gran nómina de gregarios, tampoco se puede quejar Alberto Contador. Y es que el equipo Tinkoff cuenta con muy buenos ciclistas en una mezcla de potencia y agilidad para los puertos. Un equipo con menos tirón global pero con mucho talento individual donde destacan hombres como Rogers, Roche o Majka, tras la ausencia por dudas en el pasaporte biológico de Kreuziger. El trabajo de equipo y llano lo harán ciclistas experimentados como Jesús Hernández, Niki Sorensen o Daniele Bennati. Pero cuando la carretera se pone hacia arriba es el turno de los tres grandes ayudantes de Contador

Michael Rogers, Nicolas Roche y Rafal Majka cuentan con una gran calidad individual y estarán al servicio del madrileño en la montaña. Una mezcla entre potencia, inteligencia y agilidad que ha servido para poner patas arriba más de una carrera. Rogers es un hombre más potente mientras que Roche o Majka son escaladores más puros, con agilidad, con fuerza, con desparpajo. Veremos si será el irlandés o el polaco quien sustituya a Kreuziger, cuya ausencia es un mazazo para el madrileño ya que el checo era un hombre clave. En el pasado Tour de Francia se vio su importancia pero todo apunta a que será Majka, dependiendo de su estado tras el Giro, el que acompañe a Contador en la parte final de las ascensiones.

Astaná Pro Team: Nibali rodeado de calidad

Si bien Froome y Contador cuentan con escuadras más potentes a la hora de controlar la carrera, con hombres experimentados para controlar los tiempos, en Astaná han apostado por rodear a Nibali por los mejores ciclistas de su equipo. Hombres como Iglinsky o Gruzdev pondrán su potencia en el llano pero cuando la carretera se ponga hacia arriba, serán los Kangert, Scarponi y Fuglsang los que cojan la iniciativa.

Probablemente Nibali no vaya a exigir a su equipo un control exaustivo de la carrera por lo que sus lugartenientes deberán acompañarle, protegerle y romper la carrera en ciertos momentos. Fuglsang y Kangert parecen los idóneos en a la hora de lanzar ataques-puente para el líder Nibali mientras que Scarponi, con mayor experiencia y cada vez peor forma, permanecerá junto con el siciliano. 

Un equipo muy completo con gente potente y, sobre todo, gente de calidad para la montaña. Allí donde se decide todo y allí donde el Tiburón va a tener que ser valiente y jugar sus cartas como el que más. Los gregarios y segundos espadas serán muy importantes en la estrategia y tanto Fuglsang como Kangert mostraron en el pasado estar a un grandísimo nivel.

Movistar Team: Valverde, protegido desde el inicio

En Movistar han apostado por una táctica diferente a la de Astaná. Y es que Eusebio Unzué ha decidido llevar un equipo muy compacto, con hombres muy completos que protegerán a Valverde en muy diversos terrenos. Parece que Jesús Herrada será el ciclista con mayor libertad del equipo, junto con Jon Izaguirre y Giovanni Visconti y serán vitales en la estrategia. Pero al lado del murciano estará su amigo José Joaquín Rojas, en las jornadas llanas, y Jose Iván Gutierrez  y Rubén Plaza en las jornadas de montaña. Pero una vez las pendientes se magnifiquen serán otros los que deban permanecer junto con el recien proclamado campeón de España contra el crono.

Y es que deben ser Beñat Intxausti y John Gadret los que aguanten hasta el final con Valverde. De ellos, de su apoyo, dependen gran parte de las esperanzas de éxito del murciano. Su esfuerzo debe ser máximo por intentar aguantar con él. Ambos son escaladores de muy similares características y pueden aguantar sobre todo en puertos largos.

Erviti será el hombre que haga el trabajo de equipo, ese que no se ve pero que siempre es fundamental en cualquier equipo ciclista.

Resto de equipos

El resto de ciclistas con opciones de luchar por el podio de París también contarán con buenos gregarios a su servicio. Empezando por el portugués Rui Costa que contará con Nelson Oliveira como hombre de confianza, el que estará siempre a su lado, además de dos grandes escaladores como Rafa Valls o José Serpa además de la potencia de Durasek o la frescura de Cimolai. También habra que ver el papel que juega Chris Horner, si va a disputar su carrera o intentará ayudar a Costa.

Otro de los candidatos, Tejay Van Garderen contará con la potencia de Marcus Burghardt y la agilidad del colombiano Atapuma en la montaña. Hombres como Stetina, Schar o Velits aportarán su ayuda en el llano donde hará falta la potencia de estos ciclicstas todoterreno

Bauke Mollema tendrá un trío de grandes escaladores a su servicio. La veteranía de Ten Dam, la potencia hacia arriba de Clement y la frescura que aporta Steven Kuijswijk. Ciclistas que se complementan muy bien y muy versátiles en diferentes terrenos y puertos. Para el llano le restan hombres con potencia como Lars Boom o Tankink.

Tampoco pueden quejarse los jóvenes de Garmin. Y es que Talansky tendrá mucha experiencia y calidad a su lado. En la montaña, el propio Slagter y José Acevedo serán sus escuderos mientras que en la media montaña y el terreno de transición contará con la potencia y versatilidad de Sebastien Langeveld y la experiencia de Vansummeren, además de hombres de equipo como Howes o King, ambos muy jóvenes.

Pierre Rolland contará con la experiencia de Voeckler a su lado, ese ciclista tan versátil capaz de destacar en la alta montaña como en las llegadas rápidas.

Frank Schleck y Zubeldia tendrán al hermanísimo Andy a su servicio. Veremos si aguanta como gregario junton con Matthew Busche para la montaña. En el llano serán los Irizar o Rast los que ayuden en Trek.

En IAM habrá que ver el papel de Chavanel con respecto a Frank. No parece que vaya a ser su gregario sino una alternativa más. Cuentan con un equipo versátil Elmiger como hombre de apoyo en montaña junto con Marcel Wyss, que completó un gran Tour de Suiza. Hombres como Pineau o Kluge serán los encargados de tirar en el llano.

Por tanto, una gran nómina de gregarios de calidad que serán de mucha ayuda tanto en el llano pero, sobre todo, en la montaña de cara a buscar la conclusión de la carrera. Ciclistas que, en otro escenario, podrían incluso liderar sus escuadras o buscar la victoria en solitario. Pero esto es el Tour y el Tour es para los más grandes.