Alejandro Valverde acabó en el grupo de los mejores esta segunda etapa del Tour de Francia, pero se esperaba más del murciano en una jornada que se adecuaba a sus características. El ataque de Nibali descolocó a todos e hizo imposible una situación idílica para el de Movistar, que pelearía con Sagan, Kwiatkowski y Van Avermaet el triunfo al sprint.

El murciano reconoció que fue una etapa "verdaderamente dura". "Hemos estado todo el día subiendo y bajando por carreteras estrechas y a una velocidad tremenda", señaló. Quiso destacar que el hecho de que esta jornada haya sido colocada al inicio del Tour se nota, ya que la gente "tiene las fuerzas todavía intactas".

Valverde aseguró que en el tramo final se encontraba "bien" pero que había "mucho descontrol" y "Nibali lo aprovechó muy bien". "He visto que ya no se podía ganar la etapa y cuando he arrancado en la recta ha sido para cerrar el hueco con Froome, que había arrancado con Rui Costa y se estaba marchando", aseguró el hombre fuerte de Movistar. "Es bastante difícil estar a la altura de Froome y por eso es mejor no darle ningún segundo de ventaja. Esto acaba de empezar, pero las sensaciones son buenas y por eso estoy contento", sentenció.