Ciclismo en letras mayúsculas. Eso es lo que se ha vivido en la quinta etapa del Tour de Francia disputada entre la ciudad belga de Ypres y la localidad francesa de Arenberg. Una jornada épica, áspera, dura... que quedará para la posteridad.
Un día plagado de matices con muchos vencedores, y muchos vencidos. Con un ganador final: Lars Boom y un ganador moral: Vincenzo Nibali. El italiano llegaba al Tour de Francia con muchas dudas. Alexander Vinokourov, manager del Astana, había criticado duramente al italiano por su rendimiento y sus resultados: "Pagamos mucho y queremos que los resultados estén a la altura. No nos importan los motivos, hay que reaccionar".
El corredor nacido en Mesina, fiel a su estilo, siguió trabajando ajeno a las críticas del exciclista kazajo, con la mente puesta en dos grandes objetivos: el Campeonato de Italia en ruta y el Tour de Francia. A finales de junio conseguía su primera meta. El ‘Tiburón del Estrecho’ se imponía a Davide Formolo (Cannondale) en el nacional italiano. Un triunfo que suponía su primera victoria de la temporada, una conquista fundamental tras un año plagado de sinsabores.
En la segunda etapa del Tour se vio al mejor Nibali
La meta de Sheffield fue testigo de la confirmación de la vuelta del mejor Nibali. El líder de Astana sorprendió al resto de favoritos para llevarse la etapa y vestirse de amarillo. Un puñetazo sobre la mesa que ha corroborado con su exhibición sobre los caminos empedrados del norte de Francia. El siciliano ha vuelto a demostrar que es un ciclista que sabe leer a la perfección las carreras, y ha dado una lección magistral sobre el pavé, apoyado por Fuglsang y Westra. Nibali ha llegado a la meta de Arenberg con más de dos minutos de ventaja sobre corredores como Talansky, Valverde, Rui Costa, Van Garderen, Pinot, Mollema o Contador.
Pese al resultado, el siciliano se mostraba cauto al finalizar la etapa: "Quiero estar tranquilo, con los pies en el suelo, queda mucho camino aún por delante. Me imaginaba que podía sacar algo de tiempo, pero no tanto".
"No tengo mucha experiencia en los adoquines, pero me habían dicho que había que mantener la trayectoria recta e ir por el medio. El terreno estaba muy resbaladizo y he tratado de aplicar mis conocimientos. Hicimos un gran trabajo en equipo y yo me he encontrado en una gran forma", aseguraba.
También se refirió a la ventaja conseguida sobre Contador: "Tengo una buena ventaja con Contador. Estoy encantado con el resultado de la etapa, ahora hay que pensar en una buena estrategia para los próximos días".