Vincenzo Nibali ha completado sin percances las dos jornadas de transición del Tour entre Vosgos y Alpes, marcadas por el calor. El italiano, líder de una general sin cambios desde la etapa de Belles Filles, se presenta ahora ante una tesitura de la carrera en la que se verá obligado a defender todo lo conseguido. Con más de dos minutos sobre el resto de integrantes del podio, Porte y Valverde, Nibali opta por una estrategia defensiva para conservar el amarillo hasta París. 

El jefe de filas de Astana sabe que sus adversarios le atacarán desde mañana mismo, en el duro y largo Chamrousse. "Ahora afrontamos dos etapas muy duras, en la que sé que los rivales van a ir a por todas", afirmó en France 2. "Intentaremos defendernos. Tenemos a Scarponi y Fuglsang, que están haciendo un gran trabajo para protegerme", añadió. 

"Con calor voy igual de bien que con frío. Soy ganador de una Vuelta a España"

Las jornadas alpinas se presentan marcadas por el calor, seña de identidad de la ronda gala. Nibali aprovechó, en este sentido, para desmentir su supuesta bajada de rendimiento con altas temperatuas. "Me cuesta algo más adaptarme, pero una vez habituado, voy igual de bien que con frío", explicó. "He ganado una Vuelta a España con mucho calor, por lo que no me preocupo por este aspecto", remarcó el corredor italiano. 

Sabedor de la expectación generada en su país por el sólido liderato, Nibali se desquitó de presión y aseguró no estar influido por los medios de su país, con los que afirma tener una buena relación. "Es normal que haya tantas ilusiones puestas en mí. Desde que lo lograra Marco (Pantani) en 1998, ningún italiano ha ganado el Tour", señaló.